Poca disponibilidad de piezas y combustible, ¿y entonces?
Foto. / Autor no identificado.
Poca disponibilidad de piezas y combustible, ¿y entonces?
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Poca disponibilidad de piezas y combustible, ¿y entonces?

Eduardo Rodríguez Dávila y Marta Oramas Rivero, ministro y viceministra primera de Transporte, dialogan sobre las perspectivas de un sector que ha vivido en los últimos años una situación crítica.


La sala cinco del Palacio de las Convenciones se apaga y, a tono quizás con el coincidente Festival de Cine, inicia la proyección. El audiovisual, producido por Naturaleza Secreta, esta vez muestra una realidad no tan secreta de Cuba: el tiempo de espera en las paradas.

Así comienza la presentación sobre el estado de la transportación de pasajeros ofrecida a los delegados durante este Décimo Período Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Este año, el sector automotor, que mueve casi la totalidad de pasajeros, tuvo una disponibilidad técnica por debajo del 50 por ciento y por ende, apenas trasladó a la mitad de la población que en 2018.

Más allá de mostrar la triste situación del parque automotor, el material apunta un efecto nocivo de la drástica disminución del transporte: la mayoría de las personas se mueve para ir a trabajar; y llegar tarde o no llegar, incide en la reducción de los niveles productivos.

A los miles de pasajeros varados se suman otros tantos choferes que ante la rotura o la escasa disponibilidad de combustible han quedado interruptos.

—Ante esta situación la primera pregunta es ¿por qué se han deteriorado tanto los vehículos?

—Previo a la pandemia, declara Marta Oramas, se importaban anualmente 100 ómnibus (90 para La Habana y 10 para Santiago de Cuba), además de una cantidad regular de partes, piezas y agregados. Desde 2019 no se siguieron comprando por la situación financiera que ha sufrido el país como resultado de los gastos en el renglón de la salud y las medidas del bloqueo económico.

“A esto se suma, puntualiza el ministro, la disminución de los ingresos en divisa que tenía el sector provenientes del transporte aéreo, el arribo de cruceros, agencias transitarias…, los cuales servían para financiar los costos del servicio público, que no son compensados con sus precios.

“Teniendo en cuenta esta realidad hicimos una solicitud a la dirección del país para que el transporte tenga un esquema financiero que permita, a medida que la economía se vaya restableciendo, incrementar las asignaciones en moneda libremente convertible para la adquisición de partes, piezas y agregados que posibiliten la recuperación de varios medios.

“Para las inversiones, sin embargo, las perspectivas son más difíciles. Valoramos financiamientos externos con proyectos de colaboración internacional que faciliten el desarrollo a mediano y largo plazos de alternativas de movilidad sostenible, la reparación de las vías, así como la recepción de donativos (como ocurrió este año en que se recibieron 84 guaguas provenientes de Japón y 20 de Bélgica)”.

— ¿Y cuáles serían las soluciones más inmediatas?

—Optimizar lo que se tiene, responde Marta casi sin dejar concluir la frase. Tanto el informe ante los diputados como las intervenciones en sala referenciaron acciones en este sentido.

En primer lugar destacaron el desarrollo y extensión a otros territorios de aplicaciones como MW Rutero y MW Urbanos, las cuales, más allá de algunas imprecisiones en el funcionamiento de esta última, sirven para ubicar en tiempo real taxis gacelas y guaguas, a fin de que las personas puedan organizar y planificar su movilidad.

“Otras apks como Trenes y la propia Viajando disminuyen la gestión presencial para obtener pasajes. Y de cara al transporte portuario se diseña una llamada Porteco”, apunta Oramas

Otra alternativa implementada es el arrendamiento de los triciclos, sean de combustión (funcionales en varios territorios del país) o eléctricos (de uso en recorridos cortos dentro de La Habana).

—Sin embargo, a diferencia de las gacelas, sobre estos triciclos no existe un control de sus itinerarios y horarios.

—En este minuto a los vehículos de La Habana se le está poniendo GPS para poder tener el mismo control en tiempo real, explica Marta Oramas. En el resto de las provincias los recorridos y horarios están en función de lo que acuerde el Gobierno, y esos medios tampoco tienen sistema de control de flota.

— ¿No pudieran implementarse puntos de control en el inicio y final de la ruta, una experiencia también aplicada a las gacelas?

—Pudiera ser, claro, asiente Marta.

Poca disponibilidad de piezas y combustible, ¿y entonces?
El ministro de Transporte Eduardo Rodríguez Dávila estuvo a cargo de la presentación sobre el estado de la transportación de pasajeros ante los diputados de la Asamblea Nacional. / Jorge Luis Sánchez Rivera.

Delegados y directivos plantearon además, otras opciones para enfrentar la crisis en el transporte: el aprovechamiento de los viajes de retorno y la sensibilización de conductores estatales.

–Al respecto, ¿qué ha exigido el Ministerio?

–En el caso de La Habana hemos vinculado a los ómnibus de transportación de trabajadores, una vez que concluyen la entrega matutina, al servicio en ruta, pero esto depende de la disponibilidad de combustible, comenta Oramas

“En este sentido, se logró que la Universidad de La Habana y la Tecnológica José Antonio Echeverría (Cujae) retrasaran el inicio de clases hasta las nueve de la mañana para que las guaguas Transmetro apoyen el movimiento de estudiantes y profesores con 27 itinerarios, luego de su servicio a empleados”, agrega.

Dichas iniciativas aún tienen una expresión bastante pobre en el resto de los territorios. En tanto, la recogida en las paradas por parte de choferes estatales pasa por cuestiones de indolencia y poco impacto de las sanciones aplicadas.

Parte fundamental de la presentación estuvo dedicada a los porteadores privados, los cuales históricamente han transportado a casi un tercio de la población. Este año, la cuarta parte de estos trabajadores por cuenta propia suspendió o canceló la licencia, y por tanto el sector solo movilizó el 44 por ciento del personal previsto.

Las causas, al decir de algunos de los entrevistados en el video, parten del encarecimiento de los insumos y piezas, que es también justificación para el alza de los precios.

— ¿Qué puede hacerse desde el Estado para la importación de determinado volumen de piezas y accesorios que al menos puedan ser vendidos en las tiendas en MLC?

—Para nosotros es muy difícil garantizar grandes volúmenes, pues eso lleva una inversión en divisa para el pago de fletes y los propios insumos, precisa Eduardo Rodríguez Dávila.

“Sin embargo, tanto los transportistas como aquellos que dan servicios auxiliares y conexos (mecánicos, chapistas, electricistas…), pueden adquirirlos mediante las agencias importadoras.

“Ahora bien, los precios a los cuales están comprando, teniendo en cuenta que la mayoría adquiere la divisa en el mercado informal, provocan un aumento en la tarifa de cara al cliente”, añade Rodríguez Dávila.

“Eso no quita, señala Marta, que algunos transportistas privados se estén aprovechando del proceso inflacionario para provocar un alza desmedida de los precios. Por este motivo, vamos a sacar un instructivo antes del 31 de diciembre para todas las provincias para poder determinar y ajustar los precios, pero para ello debemos conocer la situación real primero”, concluyó.

Para el año 2023 se ha planificado la movilidad de 1 300 millones de personas, que representa el 62 por ciento de lo transportado en 2018, lo que vaticina otro año complejo para el sector en el país.

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4 comentarios

  1. Con relación al trasporte eso es una enredadera que nunca creo que se resolverá, ya que hasta cuando no exista en los paraderos un expedidor que no sienta en carne propia lo que se pasa para poder llegar temprano a los lugares, en el caso de la ruta A-50 que tiene un itinerario bastante largo y pasa por distintos hospitales , ponen el articulado a las 11.00 am , cuando se supone que el trabajador debe de estar en su centro . y de que hablar del regreso esa ruta solo tiene un carro, sabemos todas las dificultades que presentan con las piezas de repuesto y sobretodo con las gomas, pero hay que crear alternativas ese sector espero que no cumplan con el plan trazado para este año.

  2. Mientras el estado no sea capaz de vender las piezas y los insumos necesarios a los transportistas dígase privados o de otras formas de gestión como taxiscuba nada se resolverá es bien difícil brindar servicio en una moneda y tener q comprar toda en una moneda q supera el valor de la anterior en casi 200 veces,sumele a esto mecanismos de control ineficientes y trabas q hacen cada día más difícil el trabajo,todo empieza mal desde las oficinas de trámites hasta el expendio de combustible ,nada funciona correctamente

  3. Cuba necesita volver a los quitrines y las volantas ( ya tiene carretones de todo tipo y modelos ) y preparar bastantes caballos para que los hagan circular, así sucedió en la Agricultura hace unos años, entonces el antiguo MINAZ ( hoy Azcuba ) y el Minagric cuando se acabó el combustible en el período especial preparó infinidad de yuntas de bueyes en toda Cuba y vencieron las dificultades con resistencia creativa, es solamente tomar las experiencias y conocimientos de nuestros padres, abuelos y bisabuelos y volver a ponerlos en práctica.
    Ah ! y preparar cursos de caleseros certificados y entregarles botines, levitas y sombreros de copa cuando se gradúen .

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