La edición 29 del Festival Internacional de Poesía que sesionara en La Habana y recorriera varias ciudades del territorio nacional, se alzó como clamor de lucha contra la guerra y la devastación mundial

Escuchar y crear poesía engalana y alimenta el espíritu de quienes sentimos que el arte de la palabra en verso, más que refugio y solaz, deviene ámbito de confraternización, de espacios compartidos, ahí donde la realidad nos deja trascender como seres humanos plenos, vivos.

En estos días, La Habana volvió a ser escenario de la lírica. Intelectuales y bardos de Colombia, República Dominicana, Brasil, España, México, Uruguay, Perú, Kurdistán y el país anfitrión juntaron saberes y creatividades en el 29 Festival Internacional de Poesía que organiza la Colección SurEditores, liderada por el poeta y editor cubano Alex Pausides, y perteneciente al Centro Cultural CubaPoesía, adscripto a la habanera Casa del Alba Cultural.

Hasta diversos espacios públicos en los barrios, en facultades y becas de universidades, centros de enseñanza artística, primaria, secundaria y preuniversitaria, de municipios y provincias aledañas a la urbe capitalina, llegaron la cadencia singular de las lecturas y descargas poéticas.

Tampoco faltaron en estas jornadas los conciertos y las presentaciones de libros en varias instituciones culturales como galerías de arte, las casas Museo Lezama Lima, Benito Juárez, del Alba Cultural, de la Poesía; la librería Fayad Jamís y la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, entre otros espacios, que convirtieron a la urbe en una inmensa plaza para la poesía.

La fiesta literaria más importante del género en Cuba arrancó días antes de su apertura oficial el 22 de mayo, con la acción poética CubaPoesía itinerante, que transitó por distintos territorios del país y recordó la figura de José Martí, justo el día de su caída en combate.

Alternaron con el amplio programa del evento, jornadas conmemorativas por el centenario de la poetisa cubana Fina García Marruz y las tres décadas de fundación de la Colección SurEditores.

Entre las iniciativas más novedosas de esta edición cabe destacar la inauguración del bibliobús CubaPoesía, cuya primera parada ocurrió en la escuela secundaria básica Carlos Juan Finlay, de la localidad del Vedado.

Esta biblioteca sobre ruedas se integra a la red de servicios bibliotecarios del país con el propósito especial de difundir la poesía en áreas de limitada presencia cultural y, al propio tiempo, incentivar nuevas hornadas de seguidores y cultores del género literario.

Cantares contra la guerra

Sobre el cometido de la creación poética en el actual escenario de beligerancias que desuela al mundo versó el Encuentro Mundial de Poetas en Defensa de la Humanidad: los poetas ante la guerra; la lucha por la paz, el cual inició con un recorrido por el Centro Fidel Castro, donde se desarrolló el evento.

Durante las reflexiones y debates, el poeta y escritor Waldo Leyva, moderador del panel, resaltó que esta época exige asumir una postura radical en una circunstancia en que las redes sociales y los centros de poder están en manos de la derecha.

El escritor y periodista antillano Omar González comentó acerca de la trayectoria de la Red en Defensa de la Humanidad desde de su surgimiento en 2003 hasta el presente. Y destacó la fuerte conexión con este movimiento del líder de la Revolución Cubana, quien llegaría a ser el segundo firmante de su declaración inicial, según reveló.

Asimismo, señaló que figuras de relieve universal en la política, la ideología, la cultura, el arte, la religión, la economía, las ciencias, han refrendado desde esa organización la urgencia de levantar barreras de resistencia con acciones concretas de denuncia y movilización que contrarresten la dominación imperialista y las tendencias neofascistas que emergen en el actual contexto contemporáneo y, a la vez, concebir alternativas que defiendan el derecho de los pueblos a la libertad, la justicia social y la subsistencia digna. 

El bardo Hussein Habash, de Kurdistán, impresionó con sus versos que calificó de “guerra de la poesía en contra de la guerra”; su situación de desplazado de un país que vive en conflicto desde hace varios lustros lo lleva a entender la poesía como un arma para transformar la realidad que lo circunda.

Diversos participantes en el encuentro destacaron la trascendencia universal de nuestro Comandante en Jefe. Al respecto, el poeta peruano Pavel Ugarte, oriundo de Cuzco, recordó la preeminencia del estadista cubano para los pueblos de la región y el orbe, y concluyó declamando los versos de su compatriota Arturo Corcuera, titulado El perfil de Fidel, incluido en el poemario Cantar de Alejandro (Colección SurEditores, 2023), presentado durante la jornada yque agrupa obras de más de una veintena de creadores latinoamericanos y cubanos.

En otro momento y tras compartir con el auditorio algunos de sus poemas, el joven brasileño Thiago Ponce advirtió que “la poesía es la posibilidad de convivir con el otro. Es un espacio para alimentar la creatividad y también una filosofía de vivir”.

En el marco de las sesiones, el bardo español Pedro Pablo Enríquez socializó las experiencias de su proyecto Libre de Cadenas, una suerte de talleres literarios sobre poesía, impartidos por él en las cárceles de su país y de donde ha obtenido muchas enseñanzas. Al terminar su disertación, espetó en tono reflexivo: “la poesía no sirve para nada y quizá para mucho, no podemos vivir sin ella; es indispensable para los pueblos y antídoto contra el odio”.

Casi al filo de concluir la velada, Alex Pausides dio a conocer la Declaración contra la guerra, presentada por el Movimiento Poético Mundial, del cual Cuba es miembro. Recordó el cometido de la poesía para alcanzar un mundo mejor y también a aquellos creadores europeos que no pudieron cruzar el Atlántico para participar de esta cita, por la situación de conflicto que acaece en el viejo continente.