Más de un mes ya de barbarie sionista. Los habaneros exigieron el cese del fuego contra Gaza. Hubo marcha de solidaridad por Palestina, convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba
Fotos. / Jorge Luis Sánchez Rivera
“Soy Abdala, como el poema de Martí. Soy hijo y nieto de refugiados que fueron obligados a irse de Palestina en 1948 y vinieron para este país. Gracias a la Revolución Cubana es que puedo estudiar Medicina. ¿Aspiraciones? Sencilla: todavía tengo la esperanza de que algún día pueda regresar a mi otra patria para apoyarla en su reconstrucción y desarrollo”.
Sus palabras duraron unos pocos minutos. Pero los suficientes para limpiar las lágrimas que se iban haciendo visibles en mis mejillas. Tras esa convicción manifiesta, el joven se alejó coreando consignas con la exigencia del cese del bloqueo yanqui contra Cuba y dando vivas a Fidel. Allí confirme una vez más que los ideales de los pueblos convergen en su afán de libertad y justicia. En lo adelante, al releer la obra dramática Abdala –de ese José Martí universal– sin duda me acordaré del héroe del Levante que encontré al azar entre la multitud habanera.
Estoy convencida de que, una vez graduado, será capaz de ayudar a los suyos. Me aseguró que estudia con ahínco, página tras página de Anatomía. Estoy convencida además de que no temblará de miedo. Me aseguró que está listo para combatir si fuera necesario.
Soñamos un mundo de paz para todos, pero los revolucionarios debemos estar listos para salvaguardar la tierra de nuestras raíces. El palestino me prometió luchar audazmente hasta conseguir la independencia, en defensa de una vida digna. Al despedirse, y como para atenuar un poco el dramatismo de sus confesiones, alzó sus hombros y acompañado con un gesto de sus manos, me reiteró: ¡Qué más decir periodista! ¡Yo soy Abdala!
4 comentarios
Linda crónica. Abdala es como un abrazo de luz entre Cuba y Palestina a ‘la hora de los hornos’. Me encantaron las fotos. .
muy bonito Mari te felicito. mil cariños.
Excelente crónica que recoge las vivencias de un pueblo hostigado y llevado al exorcismo en su propia tierra por el sionismo a través del genocidio. Basta ya!!!
La inobjetable causa palestina demuestra la inútilidad e hipócrecia de la ONU para solucionar con justicia y objetividad este
cruel e infinito conflicto con Israel, actualmente agravado por la genocida agresión a Gaza con el rechazo y condena mundial Demostramos nuestro eterno apoyo y solidaridad con la manifestación popular .