Con sello crítico

Durante el último decenio varios En Cuba han puesto un granito de arena en el logro de transformaciones positivas para el ciudadano, la familia, la comunidad. A la par, algunos han conllevado sinsabores para el periodista. De cómo logre BOHEMIA sortear desafíos que atañen a toda la prensa cubana depende en buena medida el futuro de su emblemático espacio


“Desde que me incorporé al equipo de Nacionales y comencé a ver las potencialidades de la sección, pensé: es el periodismo que me gustaría hacer”, asegura Delia Reyes y puntualiza cuánto ha significado para ella implicarse en tan disímiles indagaciones a lo largo de poco más de una década.

En este tipo de trabajos nunca se habla a la ligera. Según la experta, las investigaciones sobre un tema pueden durar semanas, meses, y hasta años. / Leyva Benítez

“En el plano profesional, los En Cuba reafirman la siguiente certeza: el periodismo tiene que calar profundo si aspira a dibujar la realidad existente y ayudar a transformarla. En el emocional, los de corte social son los que mayormente me han marcado. Algunos de ellos, como los dedicados a la asistencia social, al subsidio para emprender acciones constructivas y, recientemente, el de la violencia contra niños y niñas, arrancaron no pocas lágrimas al escribirlos”.

Entre las repercusiones positivas de materiales publicados en los últimos años, nuestra colega resalta varios ejemplos: “Algunas cuestiones denunciadas han sido rectificadas. Por ejemplo, en cuanto a la asistencia social, casos que no tenían protección han recibido ayuda; y se implementó la propuesta de que las solicitudes fueran aprobadas en el municipio y no en el Ministerio de Trabajo, como sucedía con anterioridad. Igualmente, personas afectadas por eventos climatológicos o necesitadas de materiales de construcción para recuperar sus viviendas, abandonadas antes a su suerte, los recibieron.

“Sugerencias realizadas en ciertos textos de corte económico, también se han tenido en cuenta. Una muestra: en lo referido al trabajo por cuenta propia, el régimen tributario fue modificado. Después de pulsar por la apertura de las micro, pequeñas y medianas empresas, finalmente se les abrieron las puertas”.

Un tópico que despertó en tiempos recientes el interés de los lectores. / Archivo de Bohemia

Sin embargo, no todas las veces las instituciones y funcionarios asimilaron la crítica o la divulgación de declaraciones comprometedoras. La periodista refiere que tras sacar a la luz determinados asuntos, la revista se vio emplazada y debió defender su postura (en una reunión convocada por el ministerio aludido), poniendo sobre la mesa las grabaciones de las entrevistas; o en otras ocasiones, de ahí en adelante se le hizo mucho más complejo acceder a la información. Tales obstáculos atentan contra la profundidad y la claridad de trabajos que siempre requieren un examen minucioso del tema e incluir todas las fuentes informativas posibles.

Un reto para la dirección de BOHEMIA, y de cualquier otro órgano de prensa interesado en desarrollar el periodismo de investigación, es ajustarse a directrices que en la práctica conllevan caminar sobre la cuerda floja: públicamente la Upec, el Partido en su nivel superior y el propio Gobierno instan a los medios a ser críticos, polémicos, cercanos a los intereses y preocupaciones de los cubanos. Pero al mismo tiempo no han faltado reconvenciones por sobrepasar ciertas pautas (cambiantes, además) dentro de esa línea.

A lo anterior se suma otro desafío: “Con la pérdida de la frecuencia de la edición impresa –el último número es de junio de 2022–, numerosas personas, sobre todo de la tercera edad, han perdido la oportunidad de acceder a los contenidos de la revista. Las potencialidades de los En Cuba en la página web son múltiples, pero debemos coordinar mejor nuestro trabajo, de acuerdo con las exigencias de este medio, y ganar agilidad en la publicación”.

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