Hablando conmigo misma

Hoy me arriesgo a que no me lean. ¿Cuánto puede interesar el tema a la mayoría de los lectores?, esos que no son historiadores, investigadores, teóricos; ni siquiera estudiantes, para quienes conocer lo ocurrido en Cuba durante el siglo XVIII, en la Europa del XV; o por qué Marx y Engels hicieron tanto hincapié en los efectos de la plusvalía, es a menudo una obligación mal digerida.

Entonces, cuando la muy respetada filósofa y profesora Isabel Monal nos recalca que es imprescindible, urge, revitalizar el marxismo (la teoría, su enseñanza y difusión) porque en ello nos va la propia existencia, cómo convencer de que no se trata de una simple frase; un intento de emocionar a los participantes en el 1er Taller Nacional de Historia, Marxismo-Leninismo y Educación para la Vida Ciudadana. Al escucharla (junto a docentes, funcionarios de los ministerios de Educación, representantes de diversos institutos, organismos, asociaciones profesionales y juveniles) sentí que lo decía de todo corazón y con muy lúcido raciocinio.

Isabel Monal considera que el socialismo no puede triunfar sin una ciudadanía culta en el sentido amplio del término, lo cual incluye el saber político. / acn.cu
Isabel Monal considera que el socialismo no puede triunfar sin una ciudadanía culta en el sentido amplio del término, lo cual incluye el saber político. / acn.cu

Comentó aún más: el marxismo no solo es una concepción vigente, sino ineludible si queremos comprender e interpretar el mundo, su dinámica política y económica, pues sus postulados resaltan la existencia de clases y la lucha entre ellas. No haberlo tenido en cuenta ha incidido en el descalabro de procesos progresistas en América Latina.

Pero la doctora Monal también fue crítica en cuanto a la forma en que por lo general durante años en Cuba se han asumido los preceptos marxistas.

Aunque firmes en los principios, sin perseguir modas, no podemos aferrarnos a postulados o planteamientos inamovibles, con vacíos y debilidades, o desfasados en relación con el actual contexto sociopolítico y mercantil; es fundamental ser creadores, abiertos, subrayó.

El marxismo es “una concepción de la sociedad y su devenir; por consiguiente, “se tiene que desarrollar continuamente”. Todo lo ocurrido después de Marx y Engels precisa ser estudiado e incorporado a la teoría. Respetar su legado no quiere decir asimilación acrítica.

No puedo dejar de darle la razón. Cuando la vida anda por un lado y el discurso escolar, institucional, político, va por otro, los seres humanos dejan de prestarle atención, se concentran en sacar sus propias conclusiones y actuar en consecuencia.

Luego están los criterios del doctor Eduardo Torres Cuevas.

Oírlo es no desear perder el hilo de lo que narra; erudición, convicción y don de la oratoria se dan la mano. Sin embargo, los lectores de BOHEMIA no se encontraban en el teatro de la escuela Ñico López, así que al transcribir sus palabras (una cosa es ser testigo presencial y otra bien diferente leer una síntesis) se pierde el encanto.

El profesor debe hallar el modo de llegar a los jóvenes, y entregarse a su profesión con pasión y seriedad científica, razona Eduardo Torres Cuevas. / acn.cu
El profesor debe hallar el modo de llegar a los jóvenes, y entregarse a su profesión con pasión y seriedad científica, razona Eduardo Torres Cuevas. / acn.cu

De entrada, su documentada exposición sobre la historiografía cubana de los siglos XVIII, XIX y XX debo resumirla mencionando apenas que la nación posee una gran riqueza en tal aspecto. Durante la segunda de esas centurias descuellan textos académicos y ensayísticos elaborados por pensadores que en conjunto vinculan poesía, historia, literatura, filosofía, economía, política, entre otros saberes que van a formar a la generación de patriotas gestores de la contienda independentista iniciada en 1868. “Todo se enlazaba con la idea del patriotismo”.

A lo largo de la República, los libros de los historiadores cubanos perseveran en exaltar el sentimiento nacional y el patriotismo. De ese modo, “nuestra acumulación histórica es también una acumulación cultural”.

Y vuelvo a la interrogante, ¿por qué debiéramos dedicarle tiempo a conocer todo esto?

Si en la jornada nos reclaman una cola en la shopping (pollo y detergente en polvo) y otra en el puesto (al fin llegaron las papas), además de cocinar ahorrando el gas de la balita y repetirle al abuelo que solo le doy la mitad de la pastilla porque el medicamento está en falta.

¡Ah!, pero muchos de los que oyeron al también presidente de la Oficina del Programa Martiano citar al Apóstol y al rol jugado y por jugar de Fidel, sintieron que vale la pena resistir; continuar sosteniendo ese destino mayor del que hablara nuestro Héroe Nacional, cuando aquilatando el designio imperial de los Estados Unidos en el entorno decimonónico y para el futuro, así como lo que podía esperar y debía hacer frente a él la Isla, declaró: “quien se levanta hoy por Cuba, se levanta para todos los tiempos”.

¡Idealismo, no!, podrá exclamar alguno al llegar a estas líneas. Bueno, Torres Cuevas discurría sobre ideales, no sobre idealismo. Y lo hacía con los pies bien puestos sobre la tierra, sin vendas sobre los ojos en cuanto a las recurrentes equivocaciones al impartir Historia en nuestros centros educacionales y promoverla. Por ejemplo, según afirmaba, se obvian especificidades de Cuba, diferencias en relación con el acontecer de otros países y regiones del mundo. Una tendencia muy dañina ha sido priorizar el enfoque hechológico, es decir, presentar sucesos puntuales, sin verlos como parte de procesos, desligados del pensamiento y el sentir de cada etapa o momento.

Hay factores concernientes al sentimiento y factores vinculados con el pensamiento, insistió. El educador ha de llevar al aula las dos cosas: “tiene que tocar la razón y el corazón”, solo así contribuirá a la formación de los ciudadanos.

Una complejidad se añade a la labor de profesores e historiadores: en época de posverdad a nivel internacional, necesitamos enfrentar “las opiniones disfrazadas de verdad y contra nosotros”, sin olvidar nunca que el lenguaje, los medios de expresión y comunicación son distintos a los de años atrás.

Sí, el mismo análisis de Isabel Monal: la cotidianidad no puede transcurrir de una manera y el mensaje de los maestros, funcionarios, dirigentes, órganos de prensa, desconocerlo, marchar por un carril paralelo, sin puntos de contacto.

En fin, lo dicho al principio: quizás no logre hoy que me lean; sin embargo, el riesgo merece la pena.

 

 

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Un comentario

  1. Tanita, te incluyo un comentario rimado repentista: Aunque parezca lo mismo,/ y darle vuelta a la noria,/ siempre futuro es… Historia,/ y la brújula: Marxismo.
    De verdad que te las arreglaste bien para motivar la lectura, y hacerla interesante, amena; te salió un reporte informativo crítico, original y agradable.
    Extraño tus resúmenes de Temas; alguien me comentó que era mejor leerte que haber estado en el encuentro, y tal vez no exageró.

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