Foto. / Leyva Benítez
Foto. / Leyva Benítez

Irremediablemente tercos y apasionados

En un mundo en crisis, ¿cómo sobrevive y hasta piensa en prosperar una editorial dedicada sobre todo a la poesía? ¿Todavía quedan lectores interesados en ese género?


Sabido es que 30 años pueden ser nada, poco, mucho, demasiado. ¿Cuál calificativo se aviene con Sur Editores? Nació como una colección de la Editora Abril, creció para transformarse en una editorial integrada al Instituto Cubano del Libro y, desde hace tres quinquenios, pertenece al Centro Cultural CubaPoesía.

Karel Leyva Ferrer es el coordinador de esa última entidad y preside la Sección de poesía de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Él accedió a responder preguntas solo en apariencia sencillas, pues tocan asuntos de un presente y un futuro complejos.

Aunque han presentado libros de ensayo, novelas y cuentos, la mayor parte de sus casi 400 títulos impresos es de poesía. / Collage de portadas tomadas de Internet

“El centro y su editorial, dirigida por Alex Pausides, realizan un trabajo sostenido para promover a los poetas cubanos y extranjeros. Es un acercamiento a la escritura de la insurgencia, al pensamiento del Sur. Hemos publicado a autores de América Latina y de otras regiones del mundo, sobre todo de África, Asia, Medio Oriente, Oceanía. Esto nos va dando idea de qué y cómo se escribe, se piensa, lejos de los núcleos de poder”.

–¿Cuál estrategia de promoción y comercialización manejan en un entorno de crisis económica y de, según se afirma, desinterés por ese género literario?

Gabriel Celaya decía que la poesía es un arma cargada de futuro. El valor levantisco que tiene, provocador, produce miedo en quien en el mundo detenta determinada prerrogativa desde el punto de vista editorial. Por lo tanto, se ha preferido colgar ese cartelito de que el género no vende, no propone… y esa constancia, como gota cayendo sobre le piedra, ha tenido efecto.

El volumen incluye a escritores de los cinco continentes y algunas canciones ya clásicas dedicadas al Guerrillero Heroico. / Leyva Benítez

“Efectivamente, si no la divulgas, hay un público al cual no le interesa, porque no la conoce. Pero nosotros, tercos quizás, y apasionados, hemos ido a las comunidades, a las escuelas, a otros espacios, en Cuba y fuera de la Isla (Chile, Argentina, México, Europa); dialogando con las personas hemos tenido muy buenas ventas.

“Entonces, lo que debe cambiar es el enfoque, la manera de promocionar lo que supuestamente no motiva. Nos atrevimos a preparar una antología de la poesía alemana contra la guerra. ¡Qué tema tan específico! ¡Pues, ha interesado! Las ediciones de los Versos Sencillos y los Versos Libres, de José Martí se agotaron, y fueron 10 000 ejemplares”.

–En el caso de Cuba, a la situación internacional se suma la escasez de papel.

–Desde hace tres años casi no hemos podido imprimir libros, pero aún disponemos de un buen arsenal de títulos con miles de copias. No obstante, la pandemia de covid-19 nos impulsó a ser un poco más atrevidos con lo virtual. Estamos llegando al centenar de volúmenes en formato digital. Es un universo diferente, otra forma de crear, con diversidad de aplicaciones.

“Nuestra experiencia con la tienda virtual de Ruth Casa Editora (ruthtienda.com) nos ha sido favorable, porque está integrada a grandes mercados y tiene raíces en casi todos los países de América y en buena parte de Europa.

“Además de los poemarios de Martí, han sido muy demandados los de Eliseo Diego, Lezama Lima, Fayad Jamís. Aceptación significativa han tenido también Retamar y Nancy Morejón (sobre todo Madrigal para un príncipe negro, libro que preparó después del asesinato de George Floyd e incluye un poema dedicado a él). De otros géneros literarios alcanzaron ventas notables los textos de Ciro Bianchi y Cuba, cultura y revolución, una antología de ensayos”.

–¿Cómo se acercan a los potenciales lectores jóvenes?

–Desarrollamos algunos proyectos: uno es Verso amigo, dirigido a los estudiantes de nivel medio-superior y universitario; o sea, vamos a las instituciones escolares con autores y artistas a promocionar el arte y sobre todo la poesía. A otro proyecto lo llamamos Ismaelillo: son talleres y acciones promocionales para los alumnos de secundaria y primaria, mayormente en la escuela de música Manuel Saumell, en la de ballet Fernando Alonso y en colegios situados en las comunidades de Cayo Hueso y Alamar.

Verso amigo en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. / Cortesía del entrevistado

“Debemos seguir aprendiendo, porque las dinámicas de comunicación con las que los públicos asimilan, buscan, entienden determinado producto, cambian todos los días. A menudo los jóvenes leen haciendo zapping, yendo a los hipervínculos. Es necesario encontrar la manera de incitarlos a leer por completo una obra. En varias ocasiones hemos conseguido que vean al libro tradicional como una oportunidad de esparcimiento.

“En la Saumell desde hace siete años trabajamos con grupos de séptimo grado y, cada vez que llegamos, muchachos que ahora cursan el noveno bajan corriendo a asomarse al aula. Hemos impartido talleres de escritura creativa, donde ellos conciben cuentos y poemas”.

–Volviendo al Centro Cultural CubaPoesía, ¿de qué modo se relaciona con el Movimiento Poético Mundial y con los festivales internacionales?

–Trece años atrás surgió ese Movimiento, del cual Alex Pausides es fundador, junto con Fernando Rondón, presidente y coordinador del Festival de Poesía de Medellín; el norteamericano Jack Hirshman y otros poetas importantes, de Francia, de África.

“Hoy une a representantes de 190 naciones. Yo soy el coordinador en la Isla. A él se vincula el Proyecto Cultural Sur, el cual ya cumplió tres décadas y enlaza a poetas de la América entera (a estos se suman algunos europeos) en una red de festivales y otras acciones que se realizan en mayo. Su colofón habitual es nuestro Festival Internacional de Poesía durante la última semana del mes, a cuya gran velada la nombramos Palabra del Mundo; lo precede CubaPoesía Itinerante, el día 19, una lectura en todo el país en homenaje a Martí”.  

–¿Más allá de los escritores involucrados en los eventos, subsiste en Cuba el interés por la poesía? ¿Qué pudiera encontrar en ella el lector actual?

–Existen recitales (aunque aquí en La Habana se ven menos) de poesía popular o improvisada que se llenan de espectadores. Y el Centro de la Décima es uno de los referentes. Ha habido recitales alternativos asociados, por ejemplo, con el Festival de Rap, que han tenido un movimiento interesante de público.

Con el proyecto Ismaelillo despiertan el interés de los niños en centros como la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso. / Cortesía del entrevistado

“Ciertos encuentros, como las jornadas Manuel Navarro Luna, en Manzanillo, y Al sur está la poesía (en Pilón, tal vez el más masivo que ocurre en Cuba) cuentan con una asistencia apreciable. En el segundo se presentan también músicos, pero se espera a los poetas y se les trata como a los más grandes artistas; ellos van a los barrios, las escuelas, el teatro, la plaza del municipio. Ya han pasado por allá más de 3 000 en 32 años. Si ese hecho no sirve para entender qué puede aportar la poesía (espiritualidad, historia, memoria, vida), estamos perdidos.

“Hará una década un grupo de poetas logramos que por la televisión transmitieron el programa Diversos, donde se presentaron autores como Omar Pérez, Juan Carlos Flores, Caridad Atencio, Carlos Augusto Alfonso, Soleida Ríos; tuvo un impacto evidente.

“Cuando hemos leído en las guaguas, en una especie de performance, algunos nos han acusado de escándalo público; sin embargo, otros lo agradecen. O sea, no todo está perdido. En esas acciones han participado desde creadores muy jóvenes hasta los de mucha edad y nombradía.

“En cuanto a la segunda pregunta, hoy conviven numerosos estilos, incluida la poesía experimental a ultranza, que pudiera producir el alejamiento del lector; no obstante, hasta en esa línea hay poetas que saben conquistar a las personas”.

–¿Guarda Sur Editores sorpresas bajo la manga?

–En proceso se hallan cerca de 30 títulos, por ejemplo: La nube en pantalones, de Mayakovski. Y tenemos el sueño de reeditar los tres tomos de la antología de poesía cubana, hecha por José Lezama Lima. Hace 57 años que no se publica. Existen pocos ejemplares en las bibliotecas. Saldría en formato digital e impreso. Si logramos imprimirla como queremos: papel bond, una buena encuadernación, vamos a dejar un valioso regalo a las futuras generaciones y una base importante para difundir la poesía cubana y mundial.

Sur Editores acogió, entre muchas otras, obras de escritores foráneos como el turco Nazim Hikmet (Duro oficio el exilio), el poeta nacional de Palestina: Mahmud Darwish(La patria de las palabras) y Anna Aimátova y Eugene Evstuchenko, ambos de Rusia. También publicó volúmenes relacionados con la estancia de Federico García Lorca y Juan Ramón Jiménez en Cuba.

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