Repleto de refinado humor criollo, un nuevo título convida a reflexionar sobre los avatares de quienes hacen periodismo en Cuba. Sirva Entre col y colegas, de Pastor Batista Valdés, para poner un poco de sal a la vida y reír desde una profesión que es muy seria.
Los relatos contados por este avileño, jovial y campechano, se engendraron a partir de cotilleos y comentarios acaecidos en redacciones de prensa. De boca a oreja el autor se enteró, y socializó en el volumen, de varias situaciones con certeza muy divertidas que enrolaron a protagonistas del gremio periodístico en distintos espacios: reuniones, encuentros de amigos, topes deportivos, fiestas, funerales, entre otros.
Sin embargo, no cabe duda de que Entre col y… también incluye “lechugas”, las cuales develan preocupaciones, circunstancias, realidades que conciernen a la sociedad cubana en su conjunto. De modo que las anécdotas, resucitadas por la oralidad y aderezadas con el paso del tiempo, funcionan más como telón de fondo para meditar acerca de la cotidianidad insular, nuestras tradiciones, cultura e idiosincrasia.
Con expresa intencionalidad y por medio de personajes reales, el autor reconoce el estilo jocoso que singulariza a los habitantes de este archipiélago para solucionar los más insólitos e inesperados contratiempos.
Pastor Agustín Batista Valdés (5 de mayo de 1961) egresó de Periodismo, en la Universidad de La Habana, en 1984. A lo largo de casi cuatro décadas ha ejercido la profesión de redactor fotorreportero en Cuba y otras latitudes, como la otrora República Democrática Alemana (RDA), México, Vietnam, China, la República Bolivariana de Venezuela; y, a finales de los años 80 del pasado siglo, fue corresponsal de guerra en Angola.
Sus textos exhiben lucidez, gozan de impacto y resonancia entre los lectores; la mayoría ha visto la luz en los periódicos Combatiente, Bastión, Granma y la revista BOHEMIA.
Entre col y colegas viene a engrosar el currículo literario de quien ya tenía en su haber los títulos Destellos y Misión Robinson, Yo sí puedo, este último en calidad de coautor.
Solícito, perspicaz, siempre dispuesto a asumir cualquier contingencia informativa, a este hombre sencillo y especialmente muy activo lo hallamos con frecuencia en exposiciones personales de fotografía, como jurado y participante en innumerables certámenes periodísticos. Tanto es así que hace algunos meses resultó laureado en el Concurso Nacional de Periodismo Histórico, por la crónica Audaz revolucionario y agente secreto mambí.
Según ha declarado su autor, Entre col y colegas constituye una aproximación preliminar a muchísimos sucesos vividos y/o referidos por amigos, seguidores y cofrades, quienes en buena lid darán trigo igualmente para asegurar otros relatos, otros títulos donde, a diferencia de este libro, las féminas antillanas hagan ostensión del sentido del humor y la chispa natural que las caracterizan.
2 comentarios
Gracias Roxana, con eso que has escrito, realmente me dejas sin col y sin lechugas para responderte con la profundísima gratitud que en este momento desearía.
Un abrazo grande… con un poco (en verdad mucho) amor y algo de humor.
Ay, caramba, ¿dónde lo puedo encontrar?, admiro mucho a Pastor y me gustaría leerlo… y si lo tienen digital, que no es lo preferido, pero al menos una opción, pues por favor, ¿dónde se puede descargar?