Ya la piña tiene su trono por ser la reina, pero el mango, el exquisito mango, bien pudiera merecer una condición cercana a la corona de las frutas. Algunos beneficios. Forma de conservar su pulpa para todo el año. Una receta
Mango. Fruta divina; una de las que nos enorgullece en el trópico, en el Caribe nuestro: en esta parte del mundo, donde la dulzura deviene identidad. Existe la piña como la reina –ya trae su corona-; y contamos con esta, que según se cree es originaria de las zonas del sureste asiático, “probablemente en las regiones del norte de la India”, y que acá bien pudiera ser la princesa, por su olor, sabor y beneficios a la salud, además de estar entre las favoritas de muchos.
No es preciso hacer una disertación acerca del mango, pero es importante enaltecerlo. Por ejemplo, ¿se atrevería usted a rechazar un jugo bien frío en este julio tórrido que nos abrasa? ¿O a dejar de degustar unas tajadas, de esas que esta cosecha se han excedido en azúcares? Seguramente no. Es muy fuerte la tentación.
La producción de mango ha sido grande este año. Al comienzo de la recolección los precios –como la generalidad de los productos del agro- eran astronómicos, pero la misma cogida se ha encargado de bajarlos, y hoy oscilan entre 10 y 12 pesos la libra, un poco más asequible para consumirlo de inmediato o preparar conservas.
Muchos productores aseguran que la cosecha comienza entre enero y febrero, y se extiende hasta abril, pero la experiencia en Cuba –donde destacan lo beneficioso de consumirlo después del inicio de las lluvias- propicia que se vean los primeros en marzo o abril, y hasta julio, agosto, o más allá.
En muchas partes del mundo, donde el clima no es favorable a la producción del mango, la fruta tiene gran aceptación. Es por ello que, en las naciones tropicales, los de más calidad se convierten en rubros exportables. Tradicionalmente, el fruto de Cuba ha tenido buena demanda.
Beneficios para la salud
Según la venezolana Ana Haro García, doctora farmacéutica y tecnóloga de los alimentos, “esta fruta tropical es muy saludable: aporta excelentes propiedades nutricionales, rico en vitaminas, minerales y fibra es una de las frutas más indicadas para todas las edades y prácticamente para las situaciones fisiológicas”.
Se distingue, según la experta, por su moderado contenido calórico, que procede de los hidratos de carbono que contiene, al carecer prácticamente, de grasas y proteínas; es muy rico en vitaminas A, C y E, y de minerales como el potasio, magnesio, yodo, calcio, zinc y hierro.
Se asegura que consumir un mango diariamente contribuye a la prevención de diferentes tipos de cáncer: próstata, colon, senos y leucemia, además de contribuir a fijar el hierro y a la formación de glóbulos rojos, colágeno, dientes y huesos, a la vez que cubre las necesidades de vitamina C de un adulto.
¿Tomamos un jugo?
La preparación de ese concentrado de mango es ideal cuando la fruta está fresca. Toma una o dos piezas –sobre todo en esta temporada en que se distingue por un dulzor natural elevado-, las pelas y las colocas en la batidora. Puedes adicionarle –es opcional- una cucharada de azúcar turbinada, cuadritos de hielo, agua al gusto y batir la mezcla durante un minuto aproximadamente. Ya estará listo para servir, y… ¡muy rico!
Es apenas uno de los usos que le damos al mango en la coctelería o la cocina en general, porque su versatilidad le permite infinidad de usos para condimentar comidas –en su forma deshidratada-, en postres, refrigerios, salsas y muchos más.
Guarda mango pa’mayo y…
Como la temporada de abundancia del mango es corta, muchas personas compran grandes cantidades, las guardan en bolsas, previamente pelados y cortados en tajadas y las colocan en neveras, algo muy factible, sobre todo para jugos y mermeladas.
Otras, en cambio, lo envasan en forma de pulpa, sin azúcar y lo consumen todo el año. Tal es el caso del matrimonio integrado por Miguel Ochoa y Ada Rivera, quienes desde la década de los años 90, apremiados por la crisis económica conocida como período especial comenzaron a hacerlo. ¿Cómo? De la siguiente forma:
Ellos compran una buena cantidad de mangos, que pelan y separan de la semilla manualmente. Lo pasan por una batidora, lo cuelan y luego envasan en vasijas de cristal, que más tarde colocan en recipientes con agua a temperatura ambiente para cocinarlo al baño de María –es muy importante este detalle para que no se rompan los envases de la pulpa-; los ponen a fuego lento durante 45 minutos. Y listo, cuando pierdan el calor se guardan en un lugar fresco y seco.
Es algo un poco trabajoso, pero es una buena opción para confeccionar recetas con mangos en cualquier época del año.
La receta de hoy
Hoy la propuesta es, tomada del libro de Nitza Villapol Cocina al minuto, paginas 313/314.
Pudín de mango
Ingredientes:
3 panecillos
1 taza de pulpa de mango
½ taza de azúcar
1 huevo
¼ cucharadita de sal
Una pizca de ralladura de limón (si lo desea).
Modo de preparación:
Desmenuce las migas de pan y remójelas con la pulpa de mango. Añada el azúcar, el huevo batido y la ralladura de limón. Viértalo todo en un molde bañado con caramelo y cocínelo a baño María hasta que, al introducir un palillo, salga seco. Déjelo refrescar antes de sacarlo del molde. Sírvalo frío.
CRÉDITO FOTO PORTADA
tribuna.cu
