Cuba nuevamente fuera de la Serie del Caribe. Competitividad al máximo en la Serie Nacional 63
• IBA CON VARIOS COLEGAS rumbo a Sancti Spíritus. Era la final de las Pequeñas Ligas (marzo de 2024). Se hablaba en la Yutong de la posibilidad de que Cuba fuera a la próxima Serie del Caribe, Mexicali 2025, después de la última no invitación a Miami (sede hostil para los nuestros durante el V Clásico Mundial). Comenté que no iríamos tampoco a la ciudad mexicana. La razón que encontré: “No competimos a ese nivel”. En incontables ocasiones se ha demostrado. La última presencia de un equipo nuestro en la competición regional, luego de tres años de ausencia, fue Agricultores en Venezuela 2023, y perdió en todas sus presentaciones. Eso no es atractivo para los organizadores. Le resta al espectáculo. La influencia de los Estados Unidos en el asunto es cierta: nos arrebataron la sede en 1961; no nos invitaban tampoco cuando teníamos calidad; el bloqueo ha impedido ingresar 4 millones 960 000 dólares a Cuba por las participaciones y premios en series del caribe y clásicos mundiales. Sin embargo tenemos que resolver, con ingenio, nuestros problemas aquí. Considero que las dos versiones de la Liga Élite no han cumplido con el objetivo. Todos los países del área tienen mejores torneos de invierno. De ahí sale el equipo que les representa. Ahora la nación invitada es Japón. ¡No está en el Caribe! ¡Cuba es fundadora! Son argumentos válidos, pero no soluciones. Empecemos por “cambiar todo lo que debe ser cambiado”. A nivel jurídico sé que se trabaja para poner en práctica los posibles patrocinios de empresas para con los equipos cubanos, tema que hemos tratado antes aquí. Mas el proceso se ha hecho lento y algunos deportes van un paso por delante del béisbol, a pesar de ser nuestro pasatiempo nacional, declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
• LA PELOTA también sufre las consecuencias de la crisis económica actual. Varios de los mismos problemas logísticos de campañas anteriores se repitieron en la Serie Nacional 63: hospedaje, alimentación, transporte… A pesar de todo, la fase inicial del torneo tuvo un cierre de altura, al menos en lo competitivo. Hasta el último juego no conocimos al octavo pasajero a la postemporada. Cinco elencos se disputaron un solo cupo. Apenas cuatro escuadras tenían el pase oficial a la siguiente instancia cuando arrancó la subserie que cerraba el calendario regular: Pinar, Granma, Las Tunas y Santiago, aunque otras tres estaban a un paso de hacerlo: Industriales, Ciego y Matanzas. Y lo consiguieron. Pero faltaba un invitado. Sorprendió Guantánamo, aunque no fue el elegido. Barrió a sus vecinos de Santiago como colofón para completar una contienda de ensueño. Se despidieron bajo el aplauso de su público. Terminaron novenos y según datos ofrecidos por el estadístico Arnelio Álvarez de la Uz, en la historia de estas lides con el actual formato (75 juegos), su mejor resultado ha sido un octavo puesto. Lo consiguieron en 1985, bajo el mando de Franger Reynaldo, en la Serie Nacional 24. Ahora, en la edición número 63, Sancti Spíritus, Villa Clara, Artemisa y Mayabeque fueron sus contrincantes en la puja por el añorado cupo. En definitiva, los Gallos se hicieron con él, tras igualar a los Indios en victorias y derrotas (40-35), y los compromisos particulares ganados (4-1). Por cierto, seis de los ocho candidatos a estar cumplieron con el pronóstico precompetencia publicado en este mismo espacio: Pinar, Las Tunas, Granma, Industriales, Matanzas y el propio Sancti Spíritus. Los «colados» fueron Santiago y Ciego. Y me dejaron con las ganas de creerme Nostradamus: Artemisa y Mayabeque.