Foto. / lavanguardia.com
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Recetas ¿de ocasión?

Por lo general, quienes tienen la responsabilidad de cocinar en casa necesitan intercambiar y recibir sugerencias  que  les ayuden a enriquecer el menú, especialmente, si faltan recursos o los precios no están a su alcance. Hoy vamos con el modo de hacer de algunas personas que, día a día, confeccionan apetitosas recetas para la familia


Qué bueno cuando, en alguna cola o reunión de amigos, aflora el tema de la cocina, y el menú cotidiano, y aparecen personas de esas que tienen solución para todo: ¿si un plátano?, pues no siempre se tiene que comer verde; si lo pones a madurar, lo puedes hervir, hacerlo relleno con picadillo, o frito; ¿si una fruta bomba?, ¿el socorrido boniato?,… ¡Hay variantes!  

Y así, de ese intercambio colectivo salen las más diversas maneras de hacer en la cocina, donde es indispensable la inventiva. Por ejemplo, el pasado año, cuando buscaba entre los usuarios sugerencias para ver cómo preparar mejor el pollo de diciembre, me llegó la receta de María Victoria Vargas:

La fórmula “a mi manera”

María Victoria confecciona los palitos de pollo a su manera, pero tienen gran aceptación. / pimientaysal.com

“Es como lo hago en  casa, a mi manera”, afirma, porque ella selecciona las piezas de pollo, las deshuesa y las corta en tiras de poco más de un dedo de grosos y unos ocho centímetros de alto, más o menos. Los coloca en una bandeja y los adoba con ajo, cebolla, comino, orégano, naranja agria (en su defecto, vinagre al gusto), un poquitico de pimienta y sal.

Los deja reposar en ese aliño, como mínimo, una hora. Al momento de comer, los empaniza con harina de maíz muy fina –en ocasiones, en los mercados agropecuarios venden bolsas de diferentes tamaños- y las fríe en aceite bien caliente.

Si hay pan rallado, perfecto, pero la harina de maíz es una opción. “Yo los acompaño con alguna salsa -puede ser casera-, mostaza, tomate o, sencillamente, comerlos solos. Si optan por mi manera de hacer el pollo, no se van a arrepentir”.

A ojo de buen cubero, el picadillo

Dice mi vecino Raúl, que ya él sabe cuándo estoy haciendo picadillo, “porque el suyo tiene un sabor diferente –asegura-, es el mismo, pero no sabe igual”. Le agradezco el y, en gesto de reciprocidad, le digo cómo hacerlo: descongelo el tubito de picadillo y, al momento de hacerlo, lo coloco en un plato, le añado cebolla o cebollino al gusto, ajo bien machacado con la sal que lleva la receta, comino, orégano, laurel, unas hojitas de cilantro, ají cachucha –muy importante por el toque de sabor que le da-, dos cucharadas de vinagre y dos de vino seco, y una pizca de pimienta.

Antes de ponerlo a cocinar, tomo un recipiente llano le pongo una cucharada de azúcar prieta y dejo que se derrita como si fuera un caramelo para flan o pudín, pero un poquito más quemado, de modo que le dé un colorcito diferente. A esa especie de caramelo le añado el picadillo adobado y dos cucharadas de aceite. Lo dejo cocinar hasta que esté listo para comer. Si es para comer con arroz blanco, yuca, malanga, o boniato, le puede dejar una salsita “larga”; si está acompañado de algún potaje, puede dejarlo más seco.

De cualquier manera, según Raúl, “este picadillo tiene un sabor diferente”.

Claria, filetes al horno

Claria al horno, una delicia. / recetassinlactosa.com

Virginia es fanática a los filetes de claria, los persigue por toda La Habana, “porque son deliciosos cuando los asas en el horno”. Comenta que en diversos establecimientos los venden por paqueticos de varios precios, según el peso, y explica que prepararlo es fácil:

“Tomo un paquete de filetes, los lavo y coloco en una fuente con sal, pimienta, cebolla, perejil y limón -en su defecto, vinagre blanco-, y los dejo de un día para otro en el refrigerador. Quienes saben bastante de culinaria sugieren no guardarlo tanto tiempo, sino hacerlo al momento, pero yo lo hago a mi estilo y queda bien.

“Aproximadamente 45 minutos antes de la comida, sitúo los filetes en la bandeja del horno y los pongo a 350°F; mientras se asa voy agregando el aliño por momentos, para que se le impregne bien. Cuando esté lo adorno con rueditas de cebolla blanca. Es un plato delicioso”.

Una usuaria comparte

Los tamalitos o col rellena con pollo es la sugerencia de Amaria. / recetashonduras.com

Se llama Amaria, se dirige a esta sección para comentar que le gusta la variedad de recetas de pollo, y aunque no es muy amante a esta carne, sabe que se puede reparar de diversas maneras. Y sugiere:

“Según los comensales, selecciono los muslos de pollo, les retiro la piel y los cocino con sal durante 5 minutos. Luego los pongo a refrescar. En ese caldo, aún caliente coloco hojas de col enteras,  para marchitarlas por 3 minutos más o menos, las retiro y las conservo en un plato.

“Tomo los muslos, los aporreo y en un sofrito al gusto y con poca grasa, coloco esa masa de pollo para que adquiera sabor. Tomo las hojas de col para hacer tamalitos –o col rellena, como más les guste- con el aporreado dentro, y en una olla con aceite pasado por el fondo los coloco a vapor por 3 minutos, aproximadamente. Los sirvo con una salsa agridulce por encima. Es una receta deliciosa”.

Las calabacitas de Tere

La magia de Tere es siempre una invitación a degustar sus platos. / cookpad.com

Teresa Pérez Pacheco es una amiga del preuniversitario. Cuando concluimos los estudios del nivel medio superior, cada una tomo el camino de lo que sería la futura profesión. Transcurrido más de medio siglo de nuestras aventuras juveniles, allá en la natal Pinar del Río, nos hemos encontrado nuevamente, a través de un grupo de WhatsApp, con los alumnos del preuniversitario Hermanos Saíz Montes de Oca.

Son diversos los gustos de sus integrantes: pintura, fotografía, artes plásticas, turismo, salud, confección de vinos, y muchos más, entre los que incluye el arte culinario. Teresa es uno de sus mejores exponentes. Hoy les regalo su original receta de calabacitas con picadillo a lo Tere:

“A dos libras de calabaza de buena calidad -que no sea aguachenta-, cortada en cuadritos, le agrego dos cucharadas de aceite, dos cucharadas de vinagre, dos cucharadas de tomate frito, o puré de tomate, seis dientes de ajo machacados, media cebolla cortada en rodajas, una hoja de laurel y medio tubo de picadillo previamente cocinado, y una taza de agua.

“En una sartén honda sofrío los ajos en el aceite, le añado todos los ingredientes y lo cocino a fuego lento hasta que la salsa quede ligera y los cuadritos de calabaza estén listos para comer. La coloco en una fuente y la adorno con unas ramitas de perejil”.

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2 comentarios

  1. parecen estar muy sabrosas estas recetas, el problema es la salsa de amor con que las hagamos, que a veces nos diluimos en quejas sobre «no hay nada» y le damos salcocho a la familia en lugar de comida… Me gusta hervir los muslos de pollo para hacer una sopa o guardar el fondo para un guiso, deshuesar y «ripiar» el pollo, lo condimento con cebollino u hojitas de cebolla, orégano, sal, pimienta, algún sazonador, pimentón dulce o un poco de salsa china, trocitos de ají y un poco de aceite, lo sofrío en la sartén, le agrego un poco del fondo de pollo y eso con arroz «se va solo»… ¡Gracias por estas recetas, y feliz año nuevo!

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