Para que la Historia llegue al corazón
Fue mi abuelo Hermenegildo León mi primer maestro de Historia. No tuvo intención, lo hizo por su pertinaz obsesión de narrar leyendas, para lo cual tenía un don excepcional, sin haber llegado a un tercer grado. Muchos de sus cuentos tenían el barniz de su prolifera imaginación y desde un principio captaban la atención de los oyentes.