Con la esperanza en los guantes (VI)

Erislandy Álvarez, arrollador, quiere una medalla


Lunes 29 de julio, 2024.

Queridos lectores olímpicos:

El fantasma del revés dominical en los Juegos Olímpicos de un doble campeón de boxeo como Julio César La Cruz parece haberse amortiguado. No era fácil que ello ocurriera. Ese revés le convirtió en una pesadilla el sueño de buscar una tercera corona y seguir el camino hacia una de las medallas de oro más esperadas para Cuba.

Foto. / Juan Pablo Carreras

En la carta anterior escribimos que La Cruz pasó por la Zona Mixta, en la que lo esperábamos los periodistas, moviendo una de sus manos en señal de que no iba a hacer declaraciones. Pero, como el gran capitán del equipo que es, logró sobreponerse y  este lunes expresó a la prensa: “Los otros boxeadores, incluidos los jóvenes, van a garantizar las medallas”. Y, a tono con su responsabilidad, hasta ayudó en los entrenamientos. Más adelante añadió que no se retira: va hacia otro ciclo olímpico.

“Sí, se ha ido recuperando muy rápido, es un proceso no fácil”, nos dijo Víctor Sánchez, uno de los entrenadores de la preselección nacional de boxeo, el llamado buque insignia del deporte cubano.

Dos días después de ese revés de Cuba le tocó el turno este lunes a Erislandy Álvarez (63.5 kilogramos), quien echó al olvido lo sucedido a de La Cruz y se mostró muy superior ante el argelino Jurgurtha Ait, campeón africano. Lo venció en los tres rounds, con la votación a favor de los cinco jueces. Hubo más: se incluyó un conteo de protección y se paró un momento el combate por una herida en el rostro de su rival.

Fue una demostración de que fue el rey todo el tiempo sobre el cuadrilátero en la sala París Norte Arena.

Foto. / Juan Pablo Carreras

Entre los periodistas que lo esperaban expectante, le pude hacer algunas preguntas a nuestro representante, subcampeón mundial en Taskent 2023: “Siempre fuimos al ring con un poco de presión. Es un escenario grande. Y me sentí algo presionado al inicio, no tanto como en la primera pelea, ahora me sentí más relajado y más confiado, y paso a paso voy logrando lo que quiero”.

–¿Por qué presionado?

–La presión que tiene todo atleta cuando va a un partido de fútbol, una pelea de boxeo o cualquier otra competencia.

–El próximo combate va a ser todavía más tranquilo.

–Cada día voy a sentir menos presión, porque ya vamos a tener más ring, y lo que debemos hacer es lo que nos dicen los entrenadores: en cada round ir subiendo el ritmo.

–No hubo superstición rondando tu cabeza: saliste con camiseta azul, igual que la usada por de La Cruz?

–No siento ninguna diferencia en que la camiseta sea azul o roja.

Hubo otro momento, en medio del bombardeo de preguntas, contestándole a otro colega, que mostró toda la decisión:

“Quiero una de las cuatro medallas en que se piensa”.

Y cuando se despidió me dejó creyendo que la alcanzará.

Con afecto olímpico.

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