Periódico Patria: soldado del patriotismo virtuoso y fundador

En vida de Martí, Patria devino instrumento eficaz en la guerra de pensamiento contra los enemigos de la independencia. / Autor no identificado
En vida de Martí, Patria devino instrumento eficaz en la guerra de pensamiento contra los enemigos de la independencia. / Autor no identificado

Como coinciden todos los estudiosos de su vida y de su obra, José Martí se inició en el periodismo durante la adolescencia en La Habana (1869), luego sostuvo ocasionales colaboraciones en La Soberanía Nacional y El Jurado Federal en los años de destierro en España. Sin embargo, verdaderamente comenzó a ejercer el oficio a partir de 1875 cuando en México se incorporó a la Revista Universal, Diario de Literatura, Política y Comercio, con sus gacetillas sin firma en la sección Ecos de todas partes y sus textos en el Boletín suscrito bajo el seudónimo de Orestes.[pullquote_right]“La prensa periódica no es aprobación bondadosa o ira insultante; es proposición, estudio, examen y consejo”.[/pullquote_right]

Fue en esa publicación de la nación azteca donde muy joven, tenía poco más de 22 años, emitió sus concepciones sobre la prensa impresa, al subrayar que no es su función “informar ligera y frívolamente los hechos que acaecen, o censurarlos con mayor suma de afecto o de adhesión. Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir; tócale examinar los conflictos, no irritarlos con un juicio apasionado; no encarnizarlos con un alarde de adhesión tal vez extemporánea; tócale proponer soluciones, madurarlas y hacerlas fáciles, someterlas a consulta y reformarlas según ella […] La prensa periódica no es aprobación bondadosa o ira insultante; es proposición, estudio, examen y consejo”.

Volvería siete años más tarde a retomar el tema en el rotativo bonaerense La Nación: “la prensa no puede ser, en estos tiempos de creación, mero vehículo de noticias, ni mera sierva de intereses, ni mero desahogo de la exuberante y hojosa imaginación”. Su preferencia hacia los géneros de opinión por encima del informativo sería un criterio recurrente en sus textos, una vez escribió: “yo no puedo excusarme de amar más una reflexión que una noticia”.

Vocero de las ideas martianas

No es de extrañar que, al estar inmerso en su titánica tarea de preparar la contienda necesaria, el Apóstol pensara en una publicación que fuera instrumento idóneo para la guerra de pensamiento. En carta fechada en Nueva York, el 16 de noviembre de 1889, le expresaba a Gonzalo de Quesada: “Yo sé lo que yo haría, y lo que puedo hacer, y cuán pronto lo haría. Y lo que pueda, lo haré. Ya estaría el periódico publicado, y por Cuba y por nuestra América, que son una en mi previsión y mi cariño, si pudiese decidirme yo a aceptar ayuda de los que, en público o en secreto, no comparten por entero mi modo de pensar.

“Y lo que me detiene es que ideas de esta dignidad no deben aparecer con pobreza ante el público, porque es dañarlas más que defenderlas, y no veo claro el modo de sacar el periódico a la luz con la frecuencia y holgura que en estos meses de combate son necesarias”.

Pocas semanas después, el 13 de diciembre, escribe nuevamente a este amigo para confirmarle su intención de llevar adelante ese medio de comunicación: “La verdad no se ha de quedar sin decir; vamos a ver los que piensan como nosotros, y lo que ordena y se atrae el periódico. Si existe la determinación que supongo a resistir estas tendencias, vamos a darle voz, y forma […] ya poco falta para tener el periódico en pie”. Vaticinio que no pudo cumplirse hasta el 14 de marzo de 1892, cuando su sueño deviene realidad bajo el nombre de Patria.

Primer número de la publicación. / Autor no identificado
Primer número de la publicación. / Autor no identificado

[pullquote_right]Inicialmente el rotativo tenía una frecuencia semanal –con posterioridad, desde el 5 de octubre de 1895 hasta su desaparición se publicó dos veces a la semana, miércoles y sábados– y su tirada ascendía a poco más de 1 500 ejemplares.[/pullquote_right] Inicialmente el rotativo tenía una frecuencia semanal –con posterioridad, desde el 5 de octubre de 1895 hasta su desaparición se publicó dos veces a la semana, miércoles y sábados– y su tirada ascendía a poco más de 1 500 ejemplares. De tamaño tabloide, con cuatro planas de cuatro columnas, se editaba en Front Street 120, Nueva York. Incluyó en ocasiones imágenes pequeñas. Si bien los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso, e intelectuales cubanos y puertorriqueños residentes en Norteamérica, contribuyeron al sostenimiento de la publicación, esta se vio obligada a promocionar en sus páginas algunos centros comerciales para su financiamiento.

Vocero de las ideas martianas, y no órgano del Partido Revolucionario Cubano, como devino luego de la muerte del Apóstol, en Patria se resumen las ideas del Héroe Nacional sobre los medios de comunicación. Así, al agradecer el elogio de un club revolucionario al rotativo, respondería en una de sus páginas: “Es premio grande el de ser órgano del patriotismo virtuoso y fundador”. Luego, en otro texto, puntualizaba: “Una es la prensa, y mayor su libertad, cuando en la república segura se contiende, sin más escudo que ella, por defender las libertades de los que las invocan para violarlas, de los que hacen de ellas mercancía, y de los que las persiguen como enemigas de sus privilegios y de su autoridad. Pero la prensa es otra cuando se tiene enfrente el enemigo. Entonces, en voz baja se pasa la señal. Lo que el enemigo ha de oír, no es más que la voz de ataque. Eso es Patria en la prensa. Es un soldado”.

Martí, al dirigir el periódico en su época inicial (1892-1895), escribió varios de sus artículos antológicos, laboró a veces como corrector, ayudó a liar los paquetes salidos de la imprenta y a llevarlos a las oficinas de correo para su despacho, sin importar nevadas o ventiscas. Formaron parte de su redacción, además de Gonzalo de Quesada, el tipógrafo y escritor puertorriqueño Sotero Figueroa, Benjamín J. Guerra, Francisco de Paula Coronado y Rafael Serra, entre otros.

El Apóstol en la redacción del periódico, rodeado de sus principales colaboradores. / Autor no identificado
El Apóstol en la redacción del periódico, rodeado de sus principales colaboradores. / Autor no identificado

En la periodización propuesta por el acucioso investigador Ibrahim Hidalgo se distinguen las siguientes etapas: la primera, hasta noviembre de 1892, con el reflejo en sus planas de la proclamación del Partido Revolucionario Cubano y la adhesión de los militares mambises más destacados, encabezados por Máximo Gómez y Antonio Maceo; la segunda, desde los días finales de 1892 hasta todo 1893, con la batalla de ideas que se libró contra el autonomismo y todo intento prematuro y aislado de un alzamiento en armas; la tercera, hasta febrero de 1895, estuvo signada por el revés del plan martiano de la Fernandina, ante el cual expresó el convencimiento de que, con su espíritu patriótico, los cubanos se repondrían de “este quebranto pasajero”; y una cuarta (febrero-junio de 1895), ya estallada la insurrección, en la que Patria se dedicó a divulgar las acciones de guerra y a estimular el apoyo de la emigración al Ejército mambí.

Al incorporarse a la contienda, Martí no solo incursionó en la manigua en su condición de Delegado del Partido Revolucionario Cubano, sino también como corresponsal de guerra del periódico Patria. Desde los campos de Cuba, envió recomendaciones para la política editorial de la publicación y materiales diversos para la sección ¡De Cuba Libre!, en la cual se incluyeron todas las disposiciones oficiales y circulares firmadas por Martí y Gómez, y las cartas informativas a Gonzalo de Quesada y Benjamín J. Guerra.

[pullquote_right]El cambio más significativo en los contenidos de Patria durante el último trienio de su existencia fue en su posición política ante los Estados Unidos. Desaparecieron de sus textos las prevenciones y alertas sobre el peligro de contraer deudas con un vecino tan codicioso.[/pullquote_right]

En su correspondencia con estos dos patriotas a veces aparecía el señalamiento oportuno: “Una pequeñez que extirpar, con mano firme, y es el tono burlón o jocoso de los comentarios sobre la guerra. La guerra es grave, y […] se espera de nosotros gravedad. Fue unánime alrededor mío el deseo que se mudase el tono leve y novicio de los comentarios. Nos quita peso”.

Patria sin Martí

Tras la caída del Apóstol en el combate de Dos Ríos, se convocaron comicios para elegir al Delegado del Partido Revolucionario Cubano y fue escogido Tomás Estrada Palma, lo que implicó cambios en la política de la organización independentista y por supuesto, en el periódico, que pasó a ser el órgano oficial del Partido. En octubre de 1895 asumió como director de la publicación Enrique José Varona, reemplazado a finales de agosto de 1897 por el periodista santiaguero Eduardo Yero. Cuando este regresó a Cuba en septiembre de 1898, el escritor cubano Nicolás Heredia tomó a su cargo la parte editorial.

El rotativo pasó a ser órgano oficial del Partido Revolucionario Cubano cuando Estrada Palma asumió como delegado de la organización. / Autor no identificado
El rotativo pasó a ser órgano oficial del Partido Revolucionario Cubano cuando Estrada Palma asumió como delegado de la organización. / Autor no identificado

El cambio más significativo en los contenidos de Patria durante el último trienio de su existencia fue en su posición política ante los Estados Unidos. Desaparecieron de sus textos las prevenciones y alertas sobre el peligro de contraer deudas con un vecino tan codicioso.

El último número de Patria salió a la luz pública el 31 de diciembre de 1898. Se despidió con una nota titulada Obra terminada, lo que demuestra hasta qué punto se hallaba distante del ideario del Apóstol, pues en ese momento era más necesaria la palabra orientadora de ese órgano. No obstante, el periódico de Martí ha quedado como paradigma de lo que debe ser una publicación revolucionaria y a partir de 1992 se celebra la fecha de la aparición de su primer número como el Día de la Prensa Cubana.

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Fuentes consultadas

Las Obras completas de José Martí. La compilación El periodismo como misión.

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Un comentario

  1. Con la emoción de evocar las ideas fundadoras de Martí que nos orientan hacia las transformaciones necesarias de nuestra prensa cubana, y el orgullo de pertenecer al prestigioso colectivo de Bohemia, felicitémonos todos(as) en este día de Patria.

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