Desde la gran empresa hasta el pequeño negocio necesitan, para progresar, de una dirección eficiente y eficaz. Para esto no basta con que el gerente tenga un título universitario, o domine las “picardías” de la calle. No pocas organizaciones fracasan, o apenas sobreviven sobre la línea de números en rojo, porque sus conductores pretenden mantener estilos y procederes hace rato invalidados por análisis científicos, metodologías modernas y la propia práctica cotidiana.

Quienes lean Habilidades directivas, del experto Alexis Codina Jiménez (fallecido meses atrás) y publicado por la Editorial Academia, no quedará defraudado en cuanto a procedimientos que los ayuden a orientarse y actuar en el complejo universo empresarial y ante colectivos laborales, sea cual sea el tipo de institución a la que pertenezcan.

Ya en la presentación del volumen el autor comenta: “Las técnicas de dirección tienen un espectro muy amplio, pueden incluir modelos y técnicas para organizar la producción, para manejar los problemas de la calidad, la innovación tecnológica, el mercadeo y la venta de productos, la asignación y utilización de los recursos materiales y financieros, entre otros muchos aspectos.

“Una de las esferas de estas técnicas, a la cual los especialistas han dedicado una atención especial en los últimos años, es la denominada ‘habilidades directivas’, que abarca principalmente las relaciones interpersonales de diferente naturaleza, que se producen en un proceso de dirección, con los subordinados, los niveles superiores, los colegas y los diferentes factores del entorno, que pueden ser clientes, abastecedores, instituciones bancarias, organizaciones políticas o sociales, o la comunidad donde se ubica la empresa”.

Más adelante, Codina puntualiza que el objetivo de publicar este texto “es facilitar a directivos y profesionales el conocimiento de enfoques y herramientas de la gerencia contemporánea, dispersos en diferentes fuentes de difícil localización”.

Diez capítulos conforman el libro, en los cuales se discurre, entre otros aspectos, sobre indagaciones teóricas, transformaciones ocurridas en las concepciones acerca de cómo regentar una entidad, las habilidades directivas primordiales, los disímiles estilos gerenciales.

Asimismo, reflexiona en torno a cuestiones muy prácticas, por ejemplo, cómo laborar con personas difíciles y obstinadas, de qué manera establecer dentro de su institución “comunicaciones efectivas” (implican saber dialogar, preguntar, escuchar), manejar conflictos, trabajar en equipo, tomar decisiones. Abunda también en los modos de negociar entre entidades, dígase clientes, compradores, proveedores.

Bien estructurado y con un lenguaje asequible incluso para un lector no especializado, el volumen incluye diagramas y tablas, lo cual contribuye a hacer el mensaje más entendible y ameno.

Una pifia desluce la edición: en varias ocasiones saltan a la vista erratas recurrentes. Sin embargo, tales imperfecciones no laceran la comprensión y la utilidad de nociones que intentan propiciar ese cambio de mentalidad por el que desde hace tiempo se viene abogando y tanto precisa nuestro país para alcanzar la prosperidad en la creación de bienes y en los servicios, desde la micro hasta la macro economía.