Trump y Biden abren el teatro

Las dudas sobre el demócrata crecieron tras el primer debate: el republicano dominó mientras el presidente parecía debilitado


La política del espectáculo no entiende de ideologías o debate de ideas, sino de etiquetas que lanzar en medio de un incendio total y provocado de las emociones humanas. Este “performance” sirve como distracción ante los problemas reales.

Joe Biden demostró ser un presidente mucho más debilitado en relación con la campaña de 2020. / actualidad.rt.com

A finales de junio, la ciudad de Atlanta, en Georgia, Estados Unidos, fue la localización de una puesta en escena, durante el primer debate presidencial con vistas a los comicios del próximo 5 de noviembre.

El exmandatario Donald Trump protagonizó un diálogo absurdo, sin responder en ningún momento a las preguntas formuladas sobre la crisis climática, la atención a la infancia y otros temas de vital importancia. Y, sin embargo, salió vencedor indiscutible, porque el actual gobernante, Joe Biden, mostró involuntariamente su flaqueza, ya estructural, con una voz perdida y titubeante y largos silencios, que denotaron senilidad.

Como es sabido, en las elecciones de la nación norteamericana, especialmente en las que la competencia luce cerrada como en esta, son pocos estados e, incluso, algunos distritos, los que terminan decidiendo debido a la estructura comicial y el sistema de representación.

Entonces, la operación del republicano se concentró en captar a las comunidades latinas y negras, generando un enemigo común: los migrantes. Así, intentó mostrar una contradicción entre los que ya están nacionalizados o tienen las cualidades para estarlo, y los que “se amontonan” en las fronteras intentando entrar ahora.

Trump se concentró en captar a las comunidades latinas radicadas en el país. / independent.co.uk

Por su parte, el demócrata mantuvo el discurso clásico de su partido y logró enunciar políticas concretas efectivas hacia estos grupos minoritarios, como apoyos financieros, condonación de préstamos estudiantiles y financiamiento de viviendas. Pero Trump lo arrolló con su nueva retórica que apela a los miedos de muchas personas.

En contra del showman estuvo la construcción de su discurso sobre la base de hechos irreales, sobre mentiras obvias, como la de sus actividades el 5 de enero, la víspera de que algunos de sus seguidores, en forma de muchedumbre violenta, tomaron por asalto el Congreso.

La carrera apenas comienza. Quedan más de cuatro meses, otro debate y muchos episodios por venir.

Sin embargo, en esta primera fase, Trump logró una clara ventaja, mientras su oponente perdió fuerza. Biden dijo que no se va a ir a ninguna parte, pero el goteo de grandes donantes demócratas que se pronunciaron contra él se convirtió en un torrente. Entre ellos, el portavoz más influyente del establishment, el diario The New York Times, pidió el reemplazo del candidato por el partido azul.

La incertidumbre sobre el futuro de Biden, su posible permanencia o no, y la creciente presión para que renuncie, reflejan el fracaso de la política del mandatario en varios aspectos.

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