Llega la hora de los infantiles y… apuntes sobre el fin de una racha admirable
El cartero del programa televisivo Vivir del cuento acostumbra a decir que trae “una noticia buena y otra mala”.
Empecemos con un buena de judo: es muy alentador para el futuro no solo de nuestro país, sino de todo el continente, la próxima celebración de una competencia internacional, que será realizada en nuestro país, tal y como lo indica una nota del colega Guillermo Rodríguez Hidalgo Gato, de Radio Rebelde.
Del 28 al 30 de este mes, el famoso balneario de Varadero acogerá el Campeonato Panamericano Infantil de Judo, con sede en el Hotel Meliá Internacional. Más de 200 representantes de 10 países han confirmado su presencia.
Rafael Manso, presidente y comisionado nacional de judo, informó que Cuba tiene inscritos 195 atletas, mientras que Estados Unidos, Brasil, México, Canadá, Costa Rica, Chile, Uruguay y República Dominicana completan la lista de participantes. Además, como sorpresa, se suma Mongolia, aunque no pertenece a nuestra región.
En cuanto a las categorías, los menores de 13 años competirán en divisiones masculinas y femeninas de 28, 31, 34, 38, 42, 48, 52 y más de 52 kilogramos (kg). Por su parte, los sub-15 se enfrentarán en las divisiones de 36, 40, 44, 48, 53, 64 y más de 64 kg.
Este tipo de competencias, más allá de los resultados deportivos, ofrece beneficios inmediatos en la salud física y mental de los participantes. A largo plazo, también puede contribuir al desarrollo de talentos para eventos de élite, como los Juegos Olímpicos.
Ahora bien, dejemos la buena noticia y pasemos a un segundo punto. En realidad no es una mala noticia reciente, pero sí una reflexión necesaria…
Un traspié para recordar
El judo cubano vivió un duro revés en los Juegos Olímpicos de París 2024, al romperse una racha admirable que había comenzado en Barcelona 1992: ganar medallas en cada edición.
Entre las mayores esperanzas estaba Iván Silva (90 kg), subcampeón mundial en Bakú 2018, quien no logró subir al podio. Otro caso fue Andy Granda (+100 kg), campeón mundial en Taskent 2022, que estuvo cerca del bronce.
Por último, la leyenda del judo cubano Idalys Ortiz (+78 kg) no pudo brillar como en ediciones anteriores. Con cuatro medallas olímpicas (bronce en Beijing 2008, oro en Londres 2012 y platas en Río 2016 y Tokio 2020), llegaba al borde del retiro en condiciones físicas desfavorables.
Con su habitual transparencia, Idalys reflexionó pocos días después del evento, durante un encuentro con el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y la delegación olímpica. Subrayó la importancia de mejorar la formación de los entrenadores y reforzar la captación de jóvenes talentos, única vía para garantizar el relevo generacional en el judo cubano.
Los cambios y estudios ya están en marcha. Queda por ver si tendrán la magnitud necesaria. Mientras esperamos, recordemos esta frase de Paulo Coelho: «El secreto de la vida es caerse siete veces y levantarse ocho».
2 comentarios
Es reconfortante tener un evento internacional de judo para las categorias infantiles, eso le da capacidad competitiva de alto rendimiento, recordar que ese tipo de competicion es una «agresion al cuerpo humano» y hay que entrenar cientificamente para no perjudicar la salud de los deportistas, y esa es la preocupacion de Idalis Ortiz, no todos nuestros entrenadores tiene cierto nivel en la pedagogia deportiva del alto rendimiento y una cosa que hay que senalar es que nuestros judocas no se les entrena como es debido en el Ne-Waza y el Judo es uno solo y los nuestros se procupan mucho por el Tashi-Waza y eso es un error, enn el Judo se gana de muchas maneras, por proyeccion, por control, por estrangulacion, por llaves de brazos y en ese aspecto hay que entrenar para ganar por cualquier angulo, ojala mi escuchen.
Hola, Juan:
Gracias por su comentario especializado.
Ojalá podamos mejor pronto.
Un saludo.
Rafael