Oro, plata y bronce para Cuba
Estimados lectores olímpicos:
Quiero decirles que la preocupante sequía de medallas para Cuba, ya en la recta final de los Juegos Olímpicos, tuvo un ligero alivio este miércoles con otras 3 preseas de los diferentes metales: oro, plata y bronce.

Si el boxeador Erislandy Álvarez fuera sordo, y no lo es, no habría escuchado antes de salir la ovación ofrecida por el público a un ídolo de casa, su rival Sofiane Oumiha, actual campeón mundial, titulado en Taskent, Uzbekistán 2023, donde lo venció en el encuentro por el máximo galardón. En tanto, el -como contrincante del francés en la división de los 63,5 kilogramos- fue abucheado. Pero estaba súper concentrado. Y lo estuvo siempre…
El cienfueguero llegó y saltó por encima de las tres cuerdas, lo cual podía decir mucho de su preparación y empuje. Después tiró golpes, y tiró, y tiró. Quería facilitarles el trabajo a los árbitros. Era la única forma de vencer en casa a este buen boxeador, de quien había fotos con su imagen a escala natural repartidas por las gradas.
A Erislandy le dicen El Vikingo y algo así demostró ante un rival exigente, en un escenario del que no conocía su trascendencia en el tenis: el estadio Roland Garros, preparado ahora para las finales del boxeo.
La votación fue cerrada, de 3 a 2, tras lo cual levantó los dos dedos hacia el cielo, dio un salto mortal (para descargar su felicidad y tensiones); bailó en el podio luego de la premiación y ya retirados los otros medallistas.
“Quiero dedicarle esta medalla a mi abuelita, que falleció recientemente. Yo salí a divertirme, el boxeo cubano es también baile”, dijo a los periodistas cubanos que lo esperábamos en la llamada Zona Mixta.
“Cuba está de fiesta”, agregó en otro momento.
Cuando se dio a conocer el resultado, el cual parecía que se demoraba más de lo acostumbrado, ya habían llegado buenas noticias de la lucha: la sorpresiva plata de Yusneylis Guzmán (primera de una cubana), y el bronce de Gabriel Rosillo.


Vuelvo con más…
Con afecto olímpico.