Foto. / Pastor Batista
Foto. / Pastor Batista

A la carga

Tienen el don de sacar la cabeza, empinarse, marcar terreno y no dar su brazo a torcer tan fácilmente.

Hablo de las malas yerbas.

“Si fuesen alimento humano no se dieran tan saludablemente en todas partes” –afirma la octogenaria María, allá por la barriada de Jesús María, en Sancti Spíritus.

Lo real es que apenas caen cuatro gotas –y lleva varios días lloviendo– se envalentonan, y de qué manera.

O cargas contra ellas con todo lo que tengas a mano: machetes, azadones, chapeadoras eléctricas, de combustible, tractores… o en un abrir y cerrar de ojos estarán a la altura de tu pecho.

Estas imágenes demuestran cómo se les puede hacer frente, para bien del , de las ciudades, de las carreteras… de la vida.

Cuando el combustible lo permite, esta opción es muy productiva. / Pastor Batista
El jardinero del poligráfico avileño libra su guerra a azadón limpio. / Pastor Batista
Como este joven espirituano, muchos echan el combate urbano así. / Pastor Batista
Hay quienes tienen esta facilidad… y la aprovechan bien. / Pastor Batista
También son usuales imágenes como esta. / Pastor Batista
Entre Las Tunas y Camagüey suele ocurrir esto. / Pastor Batista

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