Para los desposeídos del mundo, una luz se avizoró con el triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre el 7 de noviembre de 1917. Liderado por Vladimir Ilich Lenin, se considera uno de los hechos más importantes de la historia contemporánea de la humanidad. En la Rusia zarista de entonces los ciudadanos no podían aspirar a un trabajo seguro, estudiar o recibir asistencia médica, entre otros beneficios. Aquel acontecimiento repercutió de inmediato en otros países.
Un paso para fortalecer aquel proceso fue la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) a partir del 30 de diciembre de 1922, en un inicio conformada por Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia (integrada por Georgia, Azerbaiyán y Armenia). En 1924 se adhirieron Uzbekistán, Turkmenistán y Kirguistán hasta completar más adelante 15 repúblicas, con su capital en Moscú.

Para aquel extenso territorio –hasta entonces muy atrasado, semifeudal– llegaron, entre otros cambios positivos, la electrificación, la industrialización y una renovación en la agricultura: los campesinos se pudieron agrupar en asociaciones (koljoses y sovjoses) en el proceso productivo con acceso a técnicas modernas.
La URSS, reconocida también como Unión Soviética, se trataba de un Estado plurinacional y multiétnico, llevando como sustento la independencia y soberanía, la justicia social, la solidaridad y el internacionalismo, entre otros preceptos. Además de incidir en la conformación de un nuevo sistema, el socialismo, que cambió de manera drástica la correlación de fuerzas en el mundo. A partir de entonces la descolonización fue posible para muchas naciones.
Fue decisivo su heroico accionar en la derrota del nazifascismo. La Unión Soviética se inició como vanguardia en la conquista del cosmos. De uno de los países más atrasados de Europa se convirtió en una potencia científica con grandes logros en la economía y la cultura a un ritmo no visto antes. Se transformó radicalmente el semblante del país. Llegó a ser la segunda economía del mundo, después de los Estados Unidos.
Desde sus inicios la Revolución Cubana recibió un amplio apoyo de aquella nación, lo que fue patentizado en más de una oportunidad por nuestro Comandante en Jefe. Así lo expresó durante su primera visita a la URSS en 1963: “Es claro que llegamos aquí llenos de agradecimiento y admiración hacia el país amigo que, desde miles y miles de millas de distancia prestó a nuestra Revolución una ayuda decisiva e inestimable”.

Aquel proceso no estuvo exento de errores que se fueron acumulando. En los dirigentes de aquel inmenso país, representando al Partido Comunista, proliferó una degeneración política con un modo de vida pequeño burgués, que se alejó de las masas relegando la ideología marxista, lo que trajo consigo una transición hacia el capitalismo. La desaparición de la Unión Soviética no ocurrió por voluntad de la clase trabajadora, que se sentía estimulada y satisfecha porque había notado cómo se elevó su nivel de vida material y cultural.
No obstante aquel desenlace, hay que reconocer el rol que desempeñó como nación y en la palestra internacional. Es un capítulo en la historia de la humanidad que no debe ser borrado.
____________________
Fuentes consultadas Discurso de Fidel Castro Ruz en el estadio Lenin de Moscú, el 23 de mayo de 1963.
Un comentario
Antigua(URSS)Unión Sovietica segundo poder