Foto. / Yasset Llerena Alfonso
Foto. / Yasset Llerena Alfonso

Cuando el agua no cae del cielo

A las cinco de la mañana del 24 de septiembre se detuvo el bombeo desde la fuente de abasto Cuenca Sur, en Artemisa, hacia los municipios del centro de la capital cubana. Un paro de algo más de 48 horas para eliminar una gran fuga de agua. Siguen los trabajos


Los hidráulicos, como los eléctricos, están siempre en misiones urgentes. La envergadura de los servicios que prestan así lo exige. Son dos actividades extremas y de total demanda por parte de la población. Ahora se destaca un trabajo de mucha envergadura, realizado por los encargados del suministro de agua.

Las fuentes de las cuales se sirve a La Habana están, en su mayoría, en Artemisa y Mayabeque. Esa franja que anida a la capital por el Este, el Sur y el Oeste, se distingue por sus suelos purpúreos y arcillosos, cuyo polvo es arremolinado por el viento, impregnándolo todo: la yerba, las hojas de los árboles, la ropa, la piel… y hasta pretende ocultarse en los zapatos de los visitantes; tal vez, para viajar como un recuerdo.

El miércoles último, a las siete de la mañana, se produjo un paro en la fuente de abasto Cueca Sur, perteneciente al acuífero Güira-Quivicán, con el propósito de realizar los trabajos necesarios para suprimir un gran salidero en la conductora. Esta fuente sirve a los municipios de Centro Habana, La Habana Vieja, Cerro, Plaza, Diez de Octubre y una parte de Boyeros, con una población de más de medio millón de habitantes.

De los detalles habló el ingeniero Erick Corría, director de inversiones en la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos:

“Esta operación consiste en el cambio de 250 metros lineales de tubería, en el tramo del poblado de la Salud. En esta conductora se han identificado tres tramos con problemas de salideros. Este es el más crítico; por eso decidimos comenzar por aquí, sustituyendo el tubo de entroacero de 78 pulgadas –dos metros de diámetro–, por dos líneas paralelas de polietileno de alta densidad (PVC) de 1.2 metros de diámetro, piezas que fue preciso fabricar para la ocasión, en la Empresa Transformadora del Acero (Cubana de Acero). Se calcula que el costo de la rehabilitación sea de 30 millones de pesos.

“El constructor principal es la Empresa de Mantenimiento y Rehabilitación Hidráulica de Occidente (Emrho); el inversionista, la Delegación de Recursos Hidráulicos, con un contratista y administrador de obra de la Empresa de Servicios Hidráulicos de Occidente…”.

Para realizar el trabajo, se paró el bombeo a las 5:00 de la mañana del miércoles y a las 7:00 comenzaron los trabajos. Hubo que emplear la retroexcavadora con aditamento de martillo, y romper el suelo, que es muy rocoso.

Erick informó también que era tal el deterioro del tramo sometido a rehabilitación, que todos los meses tenían que hacer algún arreglo y, en ocasiones, hasta dos veces en el mes, con el consiguiente gasto de recursos, por la movilización de hombres y equipos. Pero lo más molesto: la supresión del servicio a los cinco municipios del centro de la capital y parte de Boyeros.

Aunque la reparación se palpa en las postrimerías de marzo, los hidráulicos la han estado concibiendo desde el mes de marzo, debido a la logística que demandaba, entre ellas las piezas metálicas y los tubos de PVC, que era preciso producir, entre otros recursos indispensables.  

A través de estas grietas se perdían unos 300 litros de agua por segundo. / Cortesía de Aguas de La Habana
Ingeniero Erick Corría, director de inversiones en la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos. / Yasset Llerena Alfonso
Fue muy intensa la actividad de movimiento de Tierra. / Yasset Llerena Alfonso

Mujer al frente

Una figura habitual en estas lides es la ingeniera Mariolys Guillart Ferrer, subdirectora de Acueductos de Aguas de La Habana. Atiende cinco bases, cuatro de redes y la de grandes conductoras, que es la que asumió parte de los trabajos en este proceso de rehabilitación de este tramo de Cuenca Sur.

Ingeniera Mariolys Guillart Ferrer, una de las mujeres directivas de Aguas de La Habana, aprecia la envergadura de la tarea. / Yasset Llerena Alfonso

“Por este tramo –dice– se nos fugaban unos 300 litros de agua por segundo. No solo nos ha afectado el deterioro del conducto, sino también los frecuentes cortes del servicio, que provoca golpes de ariete –o pulso de Zhukowski, uno de los principales causantes de las averías en tubos e instalaciones hidráulicas. Los paros bruscos provocan sobrepresión en los tubos, que puede terminar en fisuras que han de corresponderse con la magnitud de ese golpe–, y pérdidas de agua.

“Contamos, igual que en muchas otras oportunidades, con el apoyo de Cupet y Cubana de Acero, una ayuda indispensable para el cumplimento del cronograma y la garantía de la calidad, por tener la preparación y experiencia necesarias, especialmente en la labor de soldadura.

“Las nuevas tuberías tienen una alta resistencia para enfrentar esos fenómenos, y, además de ser nuevas se les garantiza una alta durabilidad. Ellas nos permitirán lograr estabilidad en el servicio. Esto también nos ayudará a reducir nuestros desvelos, porque a la hora que se produce una rotura tenemos que salir a medir la envergadura y su incidencia en el servicio a la población. En ocasiones, no dormimos; no se puede esperar al día siguiente. ¿Qué volumen de agua se pierde? ¿Cuántas horas o días van a estar las familias sin recibirla? Para los que dejan de recibir el día que les corresponde, según el plan de suministro, no recibirla ese día significa que el ciclo se alarga”.

Como cualquier cubana, Mariolys tiene una familia que conoce sus responsabilidades y la apoya. Si no fuera de esta manera, sería imposible para la subdirección de Acueductos tener una mujer al frente.

Uno de los tantos imprescindibles

Maikel Ferrer Meriño trabaja en esta empresa desde hace 19 años. La labor de su equipo es garantizar que las uniones queden perfectamente soldadas. / Yasset Llerena Alfonso

Maikel Ferrer Nariño, actualmente jefe de una brigada de soldadores, en la base de obras especiales de Aguas de La Habana, era microbrigadista –permaneció en este movimiento 14 años–, cuando de esta empresa solicitó a la Dirección de la Micro una brigada en prestación de servicio. De esto hace 19 años.

La misión principal de sus hombres ha sido garantizar la total hermeticidad de las uniones de los tubos, labor que demanda mucha exactitud. En casi dos décadas de trabajo ha participado en diversos tipos de reparaciones de conductoras. “Todas demandan una fuerte dosis de consagración, pero según mi percepción, la de mayores complejidades fue la rotura que –en 2016– mantuvo a los municipios del centro y parte del oeste sin servicio. Permanecimos en la zona de El Isleño, en esta propia fuente más de 20 días.

“Yo entiendo cuando las personas se quejan, y eso nos hace trabajar con mayor prontitud, sin afectar la calidad, ya que, de cierta manera, es como si trabajáramos para jueces exigentes, o como si lo hiciéramos para nosotros mismos”.

Los imprevistos pueden surgir, igual que las progresivas soluciones

Estas grandes tuberías encajan como piezas de un rompecabezas. / Yasset Llerena Alfonso

Preparados para reanudar paulatinamente el servicio, aproximadamente 48 horas de haber iniciado el paro. A la una de la madrugada del viernes arrancaron, pero surgieron imprevistos que, hasta la noche del viernes, no habían permitido volver a un servicio estable. A propósito de aquel inconveniente, Aguas de La Habana publicó este sábado una nota informativa en la que daba conocer la continuación de las labores.

“Persisten afectaciones en la conductora de 78 pulgadas. Estos trabajos incluyen tanto los tramos que ya se estaban interviniendo, como aquellos ubicados conductora arriba que han mostrado un debilitamiento y cuya intervención no debe postergarse”, dice la nota. También destaca que es necesario continuar eliminando las vulnerabilidades más críticas que se presenta actualmente en la conductora, así como avanzar en los trabajos con el único fin de mejorar el servicio.

Es importante que la población conozca que es necesario seguir eliminando las partes con mayor deterioro en las conductoras, porque ya la intervención rehabilitadora no debe postergarse. En tal sentido, para minimizar las afectaciones en el servicio de abasto, se están realizando ajustes operacionales mediante interconexiones, hacia los municipios del sistema central.

La excavación de esos grandes volúmenes de tierra es lo que permitió llegar al punto neurálgico. / Yasset Llerena Alfonso
Hombres, equipos y tuberías, con un cronograma estricto, han garantizado la contención de la fuga. / Yasset Llerena Alfonso

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