El conocimiento, la cientificidad y el disfruten deben liderar en la celebración de una fiesta que no puede ser efímera; trasciende a Cuba, y al mundo en beneficio de los pueblos
En el barrio donde actúan solistas y agrupaciones que interpretan sus repertorios en escenarios improvisados suelen ocurrir actos únicos comunicativos irrepetibles y cómplices entre artistas y públicos. La música es una de las formas fundamentales de la expresión humana; robustece las culturas locales, regionales, nacionales e internacionales.
Cubadisco 2025 motiva a pensar en experiencias valiosas que han generado llevar la música al sitio donde viven las familias y se reúnen vecinos, amigos e invitados para disfrutar de presentaciones concebidas como medio promocional de canciones, fonogramas; y poner en consideración abierta, espontánea, lo no estrenado en ningún otro lugar. Ese “termómetro” es vital, insustituible, pródigo en complicidades.
La acción participativa forma parte del eslabón de una cadena que incluye derecho de autor, patrimonio, comercio y mercado. Todos los actores de la secuencia ofrecen sus respectivos aportes en el empeño creativo del disco. Quizás poco se medita en esas relaciones necesarias al referirnos a la industria musical. Reconocerla sistemáticamente beneficia a quienes crean, fortalece economía y al arte en las dimensiones social y cultural.
Por estos días, las sesiones de reflexión y diálogos realizadas en la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Música permitieron pensarnos en profundidad. Escuchar al músico, comprender la labor del productor y de la productora, la importancia de acudir a la academia; estos son otros eslabones de la mencionada cadena.
En tal sentido, urge meditar en la visualidad del disco. No siempre ilustra, seduce, “atrapa”. Antes, durante el proceso de génesis de la idea hasta su creación ¿fallaron las relaciones entre producción, diseño, valor utilitario, belleza? Recordemos, la producción y comercialización de la música adopta diferentes formas. De ellas forman parte las posibilidades de venderla y comprarla como un producto tangible en grabaciones de distintos formatos.
Nunca puede omitirse en los referidos contextos la comprensión de la teoría de la imagen, esta implica dos grandes procesos: percepción de la propia imagen y su carácter representativo al cumplir funciones simbólica y convencional. Cubadisco debe facilitar la recepción activa interpretativa de destinatarios; ellos leen el discurso visual fijado en el fonograma y las músicas generadas por la propuesta comunicativa.

Una vivencia ilustrativa de la imprescindible relación entre músicas e imágenes la compartió Zaida del Río, Premio Nacional de Artes Plásticas, en una personal propuesta discográfica. Acciones ajenas a este evento y otras pueden construir nuevos sentidos al idear los relatos de expresiones que no pueden separarse en el todo de un fonograma.
Otro asunto de notable influencia en las percepciones de las mayorías son las calidades de las producciones musicales en la radio, la televisión, los espectáculos; en fin, donde se escuchan y se aprecian las músicas.
Establecen alertas las propias categorías de Cubadisco. ¿Cuándo las audiencias pueden valorar títulos significativos de valor antropológico y artístico, entre ellos, La bendición de las dos aguas, de Madreagua, productores Lizenia Zulueta, Rover Silva y Edian Correa (Producciones Abdala); y otro regalo nominado en Música sinfónica de los virtuosos Orquesta del Lyceum de La Habana. Solistas Marcos Madrigal y Bárbara Llanes, Hubert de Blanck, un holandés errante. Vol 2 Repertorio sinfónico. Productor José Antonio Méndez Padrón (Producciones Colibrí).
Sin duda, la cientificidad al revelar valores y diseñar producciones musicales merece ser un eje del alma y de la conciencia mientras se promueve Cubadisco, de ningún modo concluye al cerrar las cortinas de la fiesta. Y no solo para visibilizar talentos, géneros y estilos; urge aprehender en las discografías esencias raigales y contemporáneas de significaciones culturales y compartirlas con generaciones en la enseñanza artística y fuera de las aulas. La niñez y la juventud necesitan recibir esa savia. Lo que no se conoce no se elige. Lo que no se socializa duerme en gavetas silenciosas.
Escuchar ver e interpretar las músicas amplía el universo cognoscitivo, los saberes, la cultura y la capacidad propositiva. Las sinergias estrechas entre artistas, imágenes y signos lingüísticos conforman lenguajes, la creatividad en espectáculos y la transmisión de mensajes implícitos al dar riendas sueltas a las riquezas liricas, la naturalidad y las audacias compositivas e interpretativas.
Disfrute aguzar los oídos y el ver. En panoramas mediáticos audiovisuales múltiples, transmediales y conectivos proliferan sintaxis de toda índole. Contrarrestar el mal gusto, las colonizaciones culturales, la vulgaridad, demanda cientificidad; crear y mantener socializadas riquezas de estéticas que establecen conexiones entre espectadores y creativos.
El quehacer de quienes aportan al patrimonio y a los valores identitarios locales y nacionales merece ser recogido en registros discográficos y audiovisuales; sino ¿cómo vamos a contar nuestras historias que alimentan géneros diversos?
Investigar, interactuar, reflexionarlo todo de nuevo ayuda al crecimiento de Cubadisco que merece Cuba para hoy y para todos los tiempos.
Un comentario
Sabias reflexiones de una voz autorizada que ha seguido paso a paso la historia de Cubadisco aportando siempre criterios de alto valor. gracias Sahily. Cary Diez