Foto. / Pastor Batista
Foto. / Pastor Batista

Directo al farmacéutico cubano

 Lograr alto control sobre los insuficientes niveles de medicamento industrial y potenciar la producción natural y tradicional


A la par de la congratulación que suele entrañar toda fecha significativa para determinado sector, el Día del farmacéutico cubano (22 de noviembre) ha dejado también tareas y empeños muy a tono con este complejo momento que atraviesa la economía del país.

Dicho en otros términos, el guion de la celebración nacional (realizada en la legendaria villa colonial de Trinidad, al sur de la provincia de Sancti Spíritus) no quedó reducido a la entrega de reconocimientos como el Sello 85 Aniversario de la Fundación de la Central de Trabajadores de Cuba y la Distinción Honorífica Juan Tomás Roig, concedidos a trabajadores con un fructífero desempeño docente, investigativo y de servicios, o de la Distinción Manuel Piti Fajardo en pechos que acumulan 20 y 25 años de trabajo en esa sensible actividad.

Para espirituanos -que no por casualidad merecieron este año la significativa sede- y representantes de otras provincias o del nivel central, quedó claro el desafío que traza, en todas partes, la necesidad de cumplir los compromisos contraídos en el terreno de la medicina natural y tradicional, de alto valor bajo cualquier circunstancia, con marcado énfasis en momentos como estos, en que se tornan realmente insuficientes o deficitarios fármacos industriales de alta demanda, que en muchos casos la población se ve obligada a adquirir por vías alternativas.

Por ello, Cristina Lara Bastanzuri, directora nacional de Medicamentos y Tecnologías Médicas del Ministerio de Salud Pública, aprovechó la ocasión para llamar a potenciar aún más la organización y reordenamiento de los procesos de dispensarización, hacer todo cuanto contribuya a acercar más los servicios farmacéuticos a los habitantes de comunidades alejadas con difícil acceso, así como intensificar el control sobre los recursos y el enfrentamiento a lo mal hecho.

Aunque en torno a esa tarea debe fluir una alta integración institucional, administrativa, política, social… es obvio que desempeñen un rol medular los más de 18 000 profesionales y técnicos farmacéuticos que laboran en unas 2 800 farmacias comunitarias y asistenciales, centros de producción local, industria nacional, centros de investigación, universidades y otras instituciones, a quienes Lara Batanzuri envió una cálida felicitación por la efeméride.

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