Estados Unidos: ¿Quién es el menor de los dos males?

El tiempo corre y los candidatos buscan asegurar el voto en estados clave


Ahora sí que la campaña electoral de Estados Unidos entró en la fase definitiva, tras el debate entre la vicepresidenta Kamala Harris y el exmandatario Donald Trump, en Filadelfia. Ambos partidos se enfrentan en este punto a una carrera contrarreloj para convencer a los votantes.

El diálogo entre los dos postulantes. Filadelfia se convirtió en un teatro. / enfoquenoticias.com.mx

Sin embargo, el diálogo, más que una plataforma encaminada a discutir el futuro de su país, se convirtió en un teatro. De hecho, tal vez la noticia más importante de la noche no fue de políticos, sino del mundo de los espectáculos cuando la cantante de pop Taylor Swift anunció, ante 200 millones de seguidores en Instagram, que votaría por Harris.

Ese día compitieron dos personas. Pero estaban acompañados por un ejército millonariamente pagado de asesores, redactores de discursos, psicólogos, sociólogos y expertos en comunicación de masa.

El republicano, rodeado de todos sus consejeros, se mantuvo firme en su discurso: los inmigrantes son la fuente de casi todo el problema nacional. “Tenemos millones de personas llegando y tomando empleos que antes ocupaban afroamericanos e hispanos”, declaró. “Están destruyendo el país. Son peligrosos y debemos expulsarlos”. Más aún, hasta difundió el bulo de que en algunos pueblos los extranjeros “se comían perros y gatos” de los ciudadanos.

Por su lado, Harris tomó la ofensiva en uno de los temas que en parte podrían definir la elección: el derecho al aborto. El gobierno no debería decir a una mujer qué hacer con su cuerpo, afirmó la exfiscal, quien añadió que si el magnate regresa a la Casa Blanca prohibirá esa posibilidad.

El debate dio vueltas, en gran medida porque el showman buscaba retornar casi constantemente al tema migratorio, dejando claro que esa es la cuestión más efectiva para su retorno. Trump fue Trump. En una de sus peores versiones, siempre empeorable. Previsible, brutal, mentiroso, ridículo. Se negó a aceptar los resultados de los comicios de 2020 y a asumir la responsabilidad por el ataque al Capitolio.

Harris, por su parte, no logró explicar los cambios en sus posiciones políticas durante los últimos años, sobre fracking, reformas judiciales y más. Mientras su oponente intentó sostener que ella solo promovía las mismas ideas fracasadas de Joe Biden, la abogada no destacó diferencias, aunque en un momento de frustración se hartó y dijo: “no estás en una contienda contra él, sino contra mí”.

¿Qué puede esperar América Latina?

Trump utilizó su discurso para apuntar a los inmigrantes como la causa de los problemas. / nydailynews.com

A diferencia de conversatorios anteriores, donde la relación de Estados Unidos con Cuba, Venezuela o El Salvador era un tema central, en esta ocasión la región apenas fue mencionada; ni siquiera México, que antes estuvo en la mira por ser lugar de tránsito de muchas personas.

El área solo fue tomada en cuenta de manera tangencial, como un vecino cuando menos incómodo, que ningún candidato mencionó, pero del que ambos temen sus influjos.

Tampoco pidieron algún intento de integración o estrategia para impulsar las relaciones con los gobiernos existentes. La ausencia de menciones sugirió una posible pérdida de interés de las autoridades norteñas por los desafíos que enfrenta América Latina.

En torno a otros ámbitos, Harris afirmó que los líderes mundiales se están riendo de Trump, que sus propios exasesores y líderes militares declararon que es inepto y peligroso y que “sesos autócratas quieren que seas mandatario porque saben que te pueden manipular”.

Mientras tanto, él reiteró que fue Biden y Harris quienes provocaron crisis por todas partes, que si él estuviera en la Casa Blanca el conflicto en Europa no existiría y que la crisis en el Oriente Medio también habría sido evitada. Ambos interlocutores compitieron en ser el mayor aliado de Israel, sin mencionar la pérdida de vidas palestinas en el genocidio.

La campaña sigue en marcha

Harris no logró explicar los cambios en sus posiciones políticas durante los últimos años. / therealnews.com

Los demócratas no tardaron en mover las fichas. La postulante por California cortejó a los votantes blancos de Pensilvania, un bloque electoral que se le resiste y en el que el magnate cuenta con enormes simpatías. Entretanto, el multimillonario aseguró que tenía el “concepto de un plan” con el propósito de cambiar el actual sistema de seguro sanitario implantado por Barack Obama, sin dar más detalles.

Los comicios presidenciales en Estados Unidos tendrán lugar el 5 de noviembre. Ese martes también serán elegidos los 435 miembros de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, compuesto por un centenar de políticos. Se escogerán los gobernadores de algunos lugares. Más de 240 millones de personas están habilitadas, mas aproximadamente 40 por ciento de ellas se abstendrán de votar.

Aparte de lo que aparentan los actos de campaña y el abundante dinero que corre, en la mayoría de la ciudadanía lo que prima es la apatía ante el descrédito acumulado por la política.

Sin embargo, el veredicto de los comicios no se define por la simple mayoría a nivel nacional. Para alcanzar la presidencia, un candidato debe obtener el mayor número de conteos del Colegio Electoral, un cuerpo formado por 535 miembros, uno por cada distrito federal. Cada estado otorga sus puntos a la persona que obtiene la cifra más alta en ese territorio, que al menos necesita 270 votos si quiere vencer.

Ambos candidatos compitieron en ser el mayor aliado de Israel, sin mencionar la pérdida de vidas palestinas. / theguardian.com

Son muchas combinaciones o sumas las que podrían poner a Kamala Harris o a Donald J. Trump por encima del umbral necesario para ganar. Se entrecruzan factores que hacen difícil el pronóstico. Regiones en las que el tema migratorio o el desempleo son más sensibles; aquellas donde es mayor o no el peso de las comunidades negras o latinas, y aquellas con considerable población de origen árabe, junto a quienes se han mostrado muy sensibilizados y contrarios a la continuidad del apoyo militar y político de Biden a Israel y a su agresión en la Franja de Gaza.

Aunque ha habido un repunte en la cobertura favorable a Kamala, las encuestas siguen siendo demasiado reñidas para predecir un resultado, especialmente en los estados y condados en disputa que, en última instancia, determinarán el resultado.

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