Un atractivo programa pueden disfrutar los residentes y visitantes de Trinidad durante su Semana de la Cultura
¿Cuánto trasiego resistirán esas piedras pulidas y desiguales? Miles de personas han caminado a lo largo de estos días por el centro histórico de la urbe cubana y sitios aledaños. Los vecinos se animan, si bien recuerdan tiempos mejores, cuando antes de la pandemia se produjo aquí un auge del turismo.
Ha llegado a su edición 52 la Semana de la cultura trinitaria, la cual coincide con el aniversario de la fundación de la villa (en 1514). Como preámbulo de la fiesta, sesionó un coloquio que abordó las conexiones entre el pasado y el presente de la localidad, sus habitantes y su patrimonio material e inmaterial. Asimismo, incluyó el otorgamiento del premio Gestor de la Cultura Popular Tradicional a individuos e instituciones destacados en ese quehacer.

No pude asistir a tales jornadas teóricas, tampoco a la simbólica siembra del árbol 511 (en las afueras de la urbe) ni a la entrega de otros dos galardones que confiere la Asamblea del Poder Popular: el Premio Único de las Artes y la réplica de la Torre de Manaca Iznaga. Pero aún hay acciones por reportar. Y por supuesto, la vida de la singular población no cesa.
Vengan conmigo, entremos en la Galería Tristá, donde se exhibe la muestra Trinidad en fotografía creativa, del artista autodidacta Osmany Medina Ramos. Alrededor de veinte instantáneas, algunas en colores, otras en blanco y negro, presentan escenas cotidianas, la arquitectura, paisajes marítimos.
A la salida, se escucha una tonada trinitaria. Siguiendo el sonido es posible toparse con un grupo pequeño, armado con tambores y güiros. Frente a ellos se han detenido varias personas.
No se demoren mucho. Les propongo acercarnos a la Plaza Mayor. En una de las calles colindantes hallarán a mujeres que tejen en la acera, junto a perchas en las cuales cuelgan prendas de vestir, ajuares domésticos, sombreros, bolsos. Es una imagen habitual en esta comunidad agraciada con los títulos de Ciudad Artesanal y Ciudad Creativa en Artesanías y Artes Populares (ese último dado por la Unesco).
Tal vez un mantel deshilado o una blusa les llamará la atención. Su dueña no solo intentará vendérselos, sino que para resaltar el valor de las piezas detallará, paso por paso, el primoroso trabajo realizado con la aguja.
Si no pueden comprarlos, alejen la contrariedad, piensen en lo que sí está a nuestro alcance, ahí mismo, nada más terminar de subir esa cuestecita (las calles de la Trinidad más antigua dejan a cualquiera sin zapatos).

Llegamos a la Galería de Arte Universal Benito Ortiz. En breve, se inaugurará la exposición Tejidos paralelos, concebida por la artista Yudit Vidal y las demás integrantes de su proyecto Entre hilos, alas y pinceles. Ellas, una veintena de artesanas, tejen, bordan e imbrican sus creaciones con las artes plásticas. Para la ocasión invitaron a profesoras y estudiantes de la Escuela de Oficios de Restauración, perteneciente a la Oficina del Conservador. El resultado es un conjunto de tapices, esculturas y lienzografías.
Todavía restan dos días de actividades, hasta este sábado 18. El comité organizador del jolgorio anunció encuentros de artesanos, concursos y nuevos espectáculos. Lamentablemente estaré a kilómetros de distancia y tendré que contentarme con leer lo publicado por la prensa. Ojalá el próximo año logre disfrutar personalmente la experiencia.
