A pesar de crudas carencias, los espirituanos siguen accediendo a dos servicios de alto impacto humano gracias a convenios entre Salud y Transporte
Más de 2 000 espirituanos, procedentes de los municipios del territorio, se benefician cada mes gracias al sensible servicio que ofrece la Empresa Provincial de Transporte, para trasladar a personas que requieren atención en hospitales de la cabecera provincial.
Conocidos popularmente como los Medibús o “guaguas de los turnos médicos” dichos ómnibus han mantenido una estabilidad, incluso en los momentos de mayor complicación económica y financiera.
Ello expresa la alta prioridad que la provincia le concede a esa experiencia, para lo cual la empresa destina, entre otros recursos, unos 2 500 litros de combustible mes tras mes.
Tal y como explica Eliecer Alfonso León, director de operaciones, carga y pasaje, no es esa la única contribución en el importante terreno de la Salud.
Un convenio similar respalda el servicio diario, desde Cabaiguán, Fomento, Yaguajay y Trinidad, para el traslado (ida y regreso) de profesionales que entran de guardia o a consultas en las instituciones médicas de la principal ciudad, movimiento que requiere otros 4 000 litros, o más, del casi siempre escaso combustible.
Aunque muchas personas lo ignoran –y muy saludable es tenerlo presente– durante el curso escolar, los domingos, despega desde todos los municipios el transporte para trasladar a jóvenes que estudian en la Universidad Central Marta Abreu, de Santa Clara, privilegio válido también para estudiantes que se forman en el recinto universitario espirituano, así como niños y adolescentes de la enseñanza artística.
No viviremos, en fin, los esplendorosos años en que el transporte intermunicipal registraba diariamente varias salidas, incluso para intrincadas localidades, pero es innegable que, a pesar de la depresión que ha registrado el parque automotriz en las bases de ómnibus, la empresa espirituana sigue haciendo verdaderos malabares, para, con los medios y recursos a mano, hacer que al menos los servicios más sensibles no anden irremediablemente “a pie”.