Lecciones de la libertad de Assange

Declaración de la sociedad civil de Cuba


La Asociación Cubana de las Naciones Unidas, en particular su Comisión de Prensa, y la Unión de Periodistas de Cuba, expresan su alegría por la puesta en libertad del periodista Julian Assange, luego de más de 12 años de permanente persecución política mediante las más amañadas acusaciones.

Su firmeza en el derecho a la libertad de expresión y de prensa, al denunciar los crímenes del Pentágono particularmente en Iraq y Afganistán, triunfó sobre las bárbaras presiones del gobierno de Estados Unidos que debió ceder a la firma de un acuerdo mediante el cual Assange asumió una culpabilidad parcial, saldada con creces en su largo e injusto cautiverio.

Con la llegada a su Australia natal y el encuentro con su familia, colegas y amistades, se puso fin a más de una década de maltratos físicos y sicológicos contra el fundador de WikiLeaks, incluso con riesgo para su vida, lo cual generó un movimiento global de demanda de su liberación en la que se insertó activamente la sociedad civil cubana.

El caso Assange, como se conoció mundialmente esta batalla, puso en evidencia la profunda hipocresía de la supuesta libertad de prensa capitalista y el doble rasero con que se utiliza ese principio ético y político para juzgar a los modelos alternativos que se oponen al dominio de los medios por las grandes trasnacionales de la información y la comunicación.

También colocó en la picota pública de modo aleccionador las tremendas veleidades e inconsistencias de los sistemas judiciales burgueses, cuya independencia formal y aparente cede ante los designios y chantajes del capital cuando cualquier persona, institución o estado constituye una amenaza para su poderío.

La puesta en libertad de Julian Assange es, por consiguiente, una victoria para el periodista australiano, quien en sus primeras declaraciones reiteró la voluntad de seguir luchando por la defensa de la libertad de expresión. Es también un triunfo de la solidaridad militante y de todos quienes en el mundo hacen suyo el derecho de los pueblos de conocer la verdad y difundirla.

La Habana, 1ero  de julio del 2024

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