Claudia Sheinbaum ofrece emocionada su discurso tras la investidura. / gob.mx/presidencia
Claudia Sheinbaum ofrece emocionada su discurso tras la investidura. / gob.mx/presidencia

México sigue a la izquierda y en femenino

Claudia Sheinbaum empieza a crear los mismos “vínculos emotivos” logrados por el carismático exgobernante López Obrador, que le permitieron sostener su meta de transformación y la cual ella planea mantener


A la 7:30 de la mañana del 2 de octubre, el estrado del Palacio Nacional en la Ciudad de México lució rostro femenino. Pocas horas después de tomar posesión como presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, ofrecía su primera conferencia de prensa mañanera y marcó una nueva etapa del popular programa matutino, instaurado por su predecesor, devenido principal vitrina política de la nación.

Desde el mismo salón e igual hora, donde el expresidente Andrés Manuel López Obrador ofreció por seis años sus conferencias, pero con una escenografía renovada, la primera “mañanera” de Sheinbaum estuvo marcada por el recuerdo de los sucesos del 2 de octubre de 1968, conocidos como la “Matanza de Tlatelolco”, donde fueron asesinados cientos de personas en medio de una manifestación estudiantil que marcó las luchas de los movimientos mexicanos de izquierda.

Habló además del formato de sus encuentros diarios con los periodistas y la incorporación de sesiones especiales sobre salud, el papel de las mujeres en la historia, la participación ciudadana; anunció que los miércoles hará una “revisión de las mentiras que salen en redes sociales o en algunos medios”, tal como lo hacía López Obrador.

Sheinbaum, de 62 años, científica ecologista y política de izquierda fundadora de Morena, el partido liderado por AMLO, es la primera mujer en gobernar a México. Sus colaboradoras describen su carga histórica de abrir a las féminas mexicanas las puertas de la presidencia, una hazaña tras dos siglos de historia como república independiente.

La nueva mandataria toma decisiones a partir de los datos, escucha a sus adjuntos y no se precipita; es franca en sus opiniones y firme en el sí o en el no, según revelan sus allegados.

Tras su abrumadora victoria en los comicios del 2 de junio, la exalcaldesa capitalina empieza a crear los mismos “vínculos emotivos” logrados por el carismático exgobernante y que le permitieron sostener su verdadera meta: el cambio de régimen político en México para sustituir las débiles e imperfectas instituciones democráticas del país con un nuevo sistema político nacionalista y popular.

«No llego sola, llegamos todas»

En ceremonia solemne y cargada de alegorías, Sheinbaum recibió la banda presidencial de Ifigenia Martínez, líder de la Cámara de Diputados, y con el símbolo tricolor rindió homenaje a quienes la apoyaron, porque no llegó sola: “llegamos todas», afirmó en alusión a la lucha de las mujeres por una mayor representación y equidad en la nación mexicana.

En su primer discurso como mandataria también asumió compromisos con la ciudadanía y esbozó sus políticas, basadas en la honestidad, el respeto a las libertades y escuchar con sensibilidad a todos. Asimismo, anunció la conformación de nuevas secretarías de gobierno, novedosas reformas y la responsabilidad de combatir el feminicidio. Todas representan evidente continuidad de las estrategias de AMLO y a una administración que apuesta por seguir profundizando la Cuarta Transformación, proyecto político impulsado por su predecesor para lograr una evolución a la altura de otros momentos claves en la historia de México.

La política más votada en la historia, la mujer que carga a sus espaldas la esperanza de casi 36 millones de votantes, se comprometió ante los más de 130 millones de mexicanas y mexicanos a entregar sus conocimientos, alma, vida y lo mejor de sí misma al bienestar del pueblo. Así señaló, marcando su nuevo curso político.

A AMLO lo reconoció como el mejor presidente de México y quien ha salido del alto cargo con mayor reconocimiento.  Las cifras de apoyo popular le dan la razón, pues López Obrador dejó el poder como el mandatario más popular de la historia reciente, con niveles de respaldo superiores al 60 por ciento.

El gabinete de Sheinbaum cuenta con 49 por ciento de los ministros de la anterior administración y una amplia representación de mujeres en puestos clave.

La nueva presidenta de México recibió a su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, y ambos patentizaron la fortaleza de sus vínculos bilaterales. / @PresidenciaCuba

Abrazos de despedida y bienvenida

A la toma de posesión asistieron más de 20 mandatarios internacionales y más de 100 representantes de diversos países y organismos multilaterales.

Los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Colombia, Gustavo Petro; de Chile, Gabriel Boric; y el brasileño, Luis Inacio Lula da Silva, entre otros, abrazaron al saliente AMLO y dieron la bienvenida a la nueva representante del pueblo mexicano.

Miguel Díaz-Canel, al encontrase con su homóloga, le transmitió felicitaciones en nombre del pueblo y Gobierno de la nación caribeña deseándole éxitos en su gestión.

En iguales términos, pero desde Venezuela, Nicolás Maduro subrayó el proyecto político llevado adelante por López Obrador y que continuará Sheinbaum. “Seguiremos labrando y luchando por una sociedad de un mundo común, en esta nueva época de multipolaridad y de cambios profundos”, sostuvo el jefe de Estado bolivariano a través de Telegram.

A la sombra de un sexenio de cambios, lucha anticorrupción, ampliación de los programas sociales y otros muchos aciertos, gobernará Claudia Sheinbaum. En sus manos, AMLO dejó “al amoroso pueblo de México, el mejor del mundo. Muchas gracias y hasta siempre”, afirmó en X antes de culminar su gran trabajo.

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