Por./ María Luisa García Moreno.
El 9 de mayo se celebra el Día de la Victoria contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, en esa fecha se produjo la rendición incondicional de la Alemania nazi ante la delegación soviética en Berlín y se firmó el documento que reconocía la victoria del Ejército Rojo. El 14 de agosto de 1945, se declaró el final de la guerra con la victoria de los aliados ocurrida tras la caída de los regímenes de Adolf Hitler, en Alemania, y Hideki Tojo, en el Imperio del Japón.
Conservadoramente se establece que esa guerra causó la muerte de alrededor de 60 millones de personas. Por eso, se le conoce como el gran Holocausto, término que procede del latín holocaustum,“sacrificio con quema de la víctima”, y este del griego holókauston y, según el Diccionario de la lengua española, significa “exterminio sistemático de judíos y de otros grupos humanos llevado a cabo por el régimen de la Alemania nazi”. Este lexicón pone como acepción primera “gran matanza de seres humanos”, lo que permite la actualización del término holocausto. Entre sus sinónimos están: matanza, masacre, exterminio, genocidio, sacrificio, progromo.
De acuerdo con su etimología se forma con los elementos holos, “completamente”, y kaustos, “quemado”, lo que alude al sacrificio e incineración completa de un animal que los antiguos israelitas realizaban a Yahvé y se adoptó, tras el fin de la guerra, por el hecho de que los nazis calcinaban los cuerpos de las víctimas, en hogueras al principio y después, en crematorios industriales que funcionaban a pleno rendimiento al final de la contienda.
Aunque no fueron los únicos, los campos de concentración de Auschwitz, el gran matadero, y Treblinka, la fosa de los judíos de Varsovia, figuran entre los más horrendos campos de la muerte. Entre 1940 y 1945 fueron matriculados en Auschwitz 405 000 detenidos, en su mayoría polacos, soviéticos y gitanos; pero por este siniestro lugar, pasaron unos cuatro millones de judíos, que nunca fueron matriculados porque estaban “de paso”. Una broma siniestra afirma que allí se entraba por la puerta y se salía por la chimenea.
Hoy la humanidad está ante un nuevo holocausto, el que tiene lugar en Gaza, donde la cifra de muertes supera las 30 000, el 70 por ciento son mujeres y niños.