La provincia no cruza brazos frente a la falta de lluvias o a redes y equipos de bombeo perjudicados por su obsolescencia
La tensa situación que ha venido atravesando Sancti Spíritus con el abasto de agua a la población pudiera tener una mejoría con la entrada de algunos recursos para el bombeo, muy perjudicado por la obsolescencia de equipos que presentan recurrentes roturas.
Recientes informaciones ofrecidas al periódico Escambray por directivos y especialistas de la Empresa de Acueductos y Alcantarillado dan cuenta de seis nuevos equipos e incluso elementos que asegurarían repuesto para estaciones de bombeo como la de Manaquitas: la mayor del territorio, que asegura servicio a la cabecera provincial y a Cabaiguán.
A ello se suma que, por concepto de cambio de matriz energética, la provincia recibió moderna tecnología, híbrida, apta para funcionar con luz solar o con electricidad.
Paralelamente, el territorio no ceja en el empeño por reparar, dentro o con ayuda de otras provincias, medios que sufren roturas, en tanto la entrada de algunos carros cisternas alivia en cierto grado necesidades de abasto en comunidades y barrios afectados.
De cualquier modo, Sancti Spíritus, como otras partes del país, padece la herencia de viejas redes, con muchos años de incrementada explotación y sin el mantenimiento requerido, cuyos salideros debilitan considerablemente el flujo del preciado líquido y propician la fuga de grandes volúmenes de agua (en muchos lugares se estima alrededor del 40 por ciento), con altas pérdidas para la economía.
La sequía, por su parte, pone su “granito de adversidad”, luego de un primer trimestre seco, al que continuó abril con promedio inferior también a la media histórica, según explica Yusliadys Lorenzo Coca, directora técnica de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos.
Como consecuencia de todo ello, alrededor de 40 000 personas están recibiendo el agua mediante pipas, en toda la provincia, aunque las mayores afectaciones corresponden a zonas de Yaguajay, Jatibonico, Cabaiguán, Fomento, Trinidad y Sancti Spíritus.
Las obras de captación (fuentes) empiezan a sentir en mayor grado la falta de lluvias.
Afortunadamente los tres embalses que tributan agua para el consumo humano (de nueve que tiene la provincia) no presentan una situación preocupante aún.
Desfavorable, sin embargo, es el estado de la presa Zaza (la mayor del país) en cuyo vaso apenas tiene hoy un 13 por ciento de su capacidad, lo que, evidentemente, repercute en programas de alta prioridad económica, para los que está concebida, tales como el de arroz, en la Empresa Agroindustrial de granos Sur del Jíbaro. Urge, entonces, por todas las vías y en todas partes, ahorrar, no despilfarrar. Es el mejor y más sensato aporte que individual, familiar, social e institucionalmente pueden hacerle los espirituanos a la nación en ese sensible terreno.