Cada nueva revelación refuerza el papel desestabilizador del exmandatario. / independent.co.uk
Cada nueva revelación refuerza el papel desestabilizador del exmandatario. / independent.co.uk

Trump, entre las rejas y la Casa Blanca

El veredicto de un tribunal en Nueva York lleva a la campaña electoral de este 2024 a un territorio desconocido


Hace más de dos siglos, los padres fundadores de Estados Unidos establecieron las bases de su futura república. Lo que su imaginación no llegaría a prever es que un criminal condenado pudiera aspirar a presidir el país, hacer campaña desde una celda e incluso llegar a la Casa Blanca.

Sin embargo, la creatividad de Benjamín Franklin y sus aliados se quedó corta. El reciente fallo de un jurado en Manhattan declaró culpable por unanimidad al exmandatario, Donald Trump, de 34 delitos derivados de la ocultación de pagos a su abogado para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels en los últimos días de la campaña de los comicios de 2016. Queda ratificada así la teoría del fiscal sobre la intención del magnate de influir en aquellos sufragios.

Antes de su incursión en la política, tales juicios acabarían con una postulación… Pero ahora Trump se prepara para el próximo noviembre. Si lo encarcelan (cosa que la mayoría de los expertos consideran poco probable) continuaría como favorito del Partido Republicano.

Todo esto es un recordatorio de lo bajo que ha caído el listón político. Ningún escándalo o vergüenza parece debilitar el vínculo con sus principales electores o la relación con sus compañeros. Cada nueva revelación refuerza su aura de inexpugnabilidad ante la controversia.

La comparecencia en el tribunal, en cierto modo, contribuyó a su cosecha, pues recaudó fondos y ascendió entre sus votantes. Algunos afirmaron que lo apoyarían si fuera declarado culpable. Y el multimillonario continúa presentándose como un héroe y declara a sus seguidores: “Todo nuestro país está siendo manipulado”.

El futuro de Trump está entero en manos de los votantes. / pagina12.com.ar

No obstante, no hay duda de su enfado y comportamiento tras el veredicto. Otras encuestas sugirieron que algunos lo pensarían mejor en caso de una condena. Las audiencias han consumido su tiempo. Dado que el resultado depende de la participación de un pequeño número de estados indecisos, incluso los efectos marginales podrían resultar significativos. Joe Biden, por otro lado, buscará sacar provecho de esto y no depender únicamente de las deficiencias de la campaña demócrata.

Los tres casos penales restantes (por mal manejo de informes clasificados e intentos de anular los sufragios de 2020) son mucho más graves, pero de seguro permanecerán sin tocar.

El futuro de Trump está entero en manos de los votantes. Si no sale elegido, la maquinaria de la justicia proseguirá imperturbable su trabajo, sin embargo a nadie se le oculta que tampoco reconocerá la derrota. No la reconoció en 2020, ni admitió que su victoria de 2016 no fue por puntos populares, tres millones menos que Hillary Clinton, sino por el anacrónico e injusto sistema. Si alcanza el triunfo, habrá obtenido la impunidad respecto a los delitos pasados y la inmunidad de cara a los futuros. Un monarca absoluto de un imperio en aprietos.

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