¡Venga la esperanza!

A través de ejemplos prácticos se invita a los lectores a apreciar la riqueza del lenguaje y a reflexionar sobre cómo nuestras palabras pueden influir en nuestras relaciones y en la forma en que percibimos el mundo

Por. / María Luisa García Moreno


Se acerca un nuevo año y –aunque el mundo se encuentra inmerso en toda una serie de terribles conflictos bélicos y azotado por la más fuerte crisis económica del sistema capitalista conocida hasta hoy, y también por una medioambiental que se hace sentir en toda una serie de catástrofes naturales– todos miramos hacia el año que se avecina, con esperanza.

La palabra esperanza proviene del latín sperare, que significa“tener esperanza”, y está muy relacionada con esperar y sus derivados. Según el Diccionario de la lengua española (DLE) es “estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea”, entre otras acepciones.

Alrededor del término han surgido frases hechas, como esperanza de vida: “tiempo medio de vida de un individuo o de una población biológica determinada”, la cual constituye un parámetro de bienestar social; alimentarse de esperanzas, locución verbal que se refiere a “esperar, con poco fundamento, que se conseguirá lo deseado o pretendido”; dar esperanza, o esperanzas, locución verbal, que significa “dar a entender que se puede lograr lo que se solicita o desea”, con mucha frecuencia, se asocia al amor; qué esperanzas, locución interjectiva, según el lexicón académico de uso en Cuba, México y Venezuela –aunque en verdad, no me parece de uso frecuente en nuestro país– y que se utiliza “para indicar la improbabilidad de que se logre o suceda algo”. Está también la expresión marinera ancla de esperanza, que da nombre a un “ancla muy grande, que se utiliza en casos extremos”.

Entre sus sinónimos o términos afines están: confianza, ilusión, optimismo, promesa, fe, expectativa, perspectiva; y como antónimos u opuestos: desesperanza, desespero, desconfianza. Su derivado esperanzar es “dar o provocar esperanza” y cuenta, como sinónimos, con: animar, alentar, ilusionar, prometer.

Los cubanos, que enfrentamos una situación bastante más compleja a causa del bloqueo que nos asfixia y de la guerra no convencional que puede confundir a muchos, tenemos confianza en que con nuestros propios esfuerzos podremos dejar atrás esta etapa angustiosa y, con optimismo continuamos apostando por ese mundo mejor que soñamos y sabemos posible.

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