Absurdos

Los cubanos debemos ayudarnos unos a otros, también con ideas y propuestas sensatas


Se acercó con una petición, de esas que diariamente hermana vecinos. En esta oportunidad, sin embargo, no lo hacía con su aplomo habitual. Aunque fue tan educada como siempre, se le veía disgustada. “¿Qué te pasa chica?”, le dije mientras la observaba. “Nada, en la escuela de Ángel me han pedido que le forre los libros de textos”… “¿Y?”, indagué intrigada. “Eso lo hacen todos los años”. “Na’, este es diferente. Resulta que ahora solo debe ser con nailon y no pueden estar presillados, sino con scotch tape. ¿Tú tienes?”. “Inaudito, es un absurdo, con lo difícil que está la cosa”, rematé, incentivando su molestia. “¿Tienes?”, insistió. “Sí, sí, tengo, tranquila”.

Es un pasaje real, nunca pretexto para hablar sobre nuestra educación, mas por cosas del azar concurrente ocurrió mientras la Asamblea General de la ONU volvía a aprobar con abrumadora mayoría (187 votos a favor, dos en contra y una abstención) y por trigésima segunda ocasión, la resolución contra el bloqueo de los Estados Unidos a Cuba. Sí, fue este 30 de octubre de 2024. Este comentario nació ante estos escenarios y pretende ser otro llamado de atención sobre los corrosivos desatinos.

Mis vecinos se ganan el sustento honestamente y mucho se esfuerzan por darle gustos al nieto, quien vive junto con ellos. Para su mejor desempeño y salud general hasta lo llevan varias veces por semana al karate. He visto cómo lo guían en las tareas de Matemáticas o Español. En esta última asignatura soy una especie de madrina, pues un día me pidieron prestado un diccionario y terminé regalándoselo.

Comprendemos que las dificultades son enormes a causa de varios factores, donde la asfixia llegada del “más allá” es ¡uff!, grande. Como reforzamiento al punto central del presente texto, un botón de muestra: a causa de ese bloqueo, en 2023 se afectó la producción de 4.5 millones de lápices, 40 264 unidades de gomas de pegar de 100 mililitros y 279 924 juegos de plastilina.

Es así, terrible. Una política absurda contra un pueblo amante de la paz, en extremo solidario. Si encima de ese pesado fardo, llevado por el pueblo cubano con total dignidad, le ponemos la soga al cuello de la exquisitez a la familia, incrementamos los agobios. Es cierto, debemos fomentar en los niños la limpieza, la corrección escolar y el amor por la escuela. Empero, pedir libros de texto forrados obligatoriamente con nailon, cuando cada pliego en “la calle” cuesta 500 pesos, es un desatino absoluto. Mi vecina debió gastar 1 500 pesos. Dinero que bien pudo haber utilizado en frutas, leche u otros alimentos imprescindibles para el sano crecimiento infantil. Digo yo.

A una mamá en la escuela de marras le “viraron pa´atrá los libros porque estaban presillados” y, ¡Oh sacrilegio!, eso demostraba, según la maestra, falta de interés en las necesidades del niño. Constantemente se exhorta a pensar diferente, en consonancia con los actuales tiempos. ¿Será un cambio cultural debido a esos nuevos ricos, multiplicados como verdolaga? En mi insistencia reporteril, le pregunté sobre el origen de la medida. Ella creía que la idea era de la escuela, o de la maestra, una encapsulada en épocas de bonanzas. Somos una nación resiliente, la cual echa mano de lo que tenga con orgullo de inventor.

La gente pasa tantísimo trabajo, sin renunciar al chiste, escudo frente las cotidianas “desgracias”, aunque sabe aquilatar su papel histórico y, a diario, entre resabios y risas, se dispone a cumplirlo. Pero los absurdos no. A nosotros nos mellan tanto como los días sin música.

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6 comentarios

  1. Cierto, María Victoria. Un tema pertinente muy bien presentado como para movilizar el pensamiento y la conducta contra esos abominables absurdos que pretenden asfixiarnos, desde afuera con malévola saña, y desde adentro por idiotez irresponsable, sin excluir también las peores intenciones. Ojalá te lean y se avergüencen, sobre todo que rectifiquen, al menos algunos de los creadores de absurdos domésticos. Gracias por la publicación, que comparto.

  2. Evidente absurdo demuestra consecuencias del infinito bloqueo influyente en la conciencia y actuación de algunos ante imprescindible
    reaccion positiva. acorde al momento que nos exige actual críticas condiciones

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