Foto. / granma.cu
Foto. / granma.cu

Antes de llegar a la cocina cubana

Antiguo saber hacer agrícola llega de Vietnam a Cuba, materializado en dos formas diversas


Mucho antes de salir satisfechos de la bodega del barrio gracias a la entrega de varias libras adicionales de arroz, regalo generoso de Vietnam, la imprescindible gramínea en la mesa nacional atraviesa un largo proceso de elaboración y no precisamente culinario, sino desde una acoplada cadena, allá, a 15 994 kilómetros de distancia.

Ese hecho feliz de abril de 2025 fue posible por una nueva entrega solidaria de la nación indochina, aquí en la Zona del Mariel. Previamente, los vietnamitas debieron seguir una “ruta” de “nuevas tecnologías en variedades vegetales, fertilizantes, plaguicidas, mecanización y sincronización de etapas del proceso productivo para reducir costos, mejorar la productividad, la calidad y los precios de los productos”, indica la publicación digital Vietnam Plus.

Y es que en este siglo XXI obtener arroz de buena calidad es ya otra cosa, si bien persisten estampas como las que recuerda esta periodista cuando durante la década de los 70, en las inmediaciones de Hanói, veía de espaldas a los agricultores doblados, arremangados los típicos pantalones y los pies descalzos, sumergidos en arrozales anegados. Quien fuera niña entonces, disfrutaba ver los mundialmente famosos sombreros cónicos, protegiendo a hombres y mujeres decididos a dar de comer a su pueblo. Lo hacían a pesar de las torrenciales lluvias o a la ruptura de los diques, resultados de los cíclicos monzones y de la caída de bombas made in USA, respectivamente. La voluntad se imponía, expresión de una de las tantas lecciones de Vietnam.

Tal vez quizá por eso nuestros dos países se entiendan tanto. Aun con el fardo de las diferencias culturales, la concordancia en el carácter nos hermana. Condición necesaria para imitarlos si de sacarle el mejor provecho al suelo se trata, asunto de seguridad nacional.

Buenas prácticas extendidas a Cuba

El viceministro de Finanzas de Vietnam, Le Tan Can, y la viceministra de Comercio Interior de Cuba, Aracelys Cardoso, en el acto de entrega del reciente donativo de arroz. / Cortesía embajada de Vietnam

Tomando de referencia la fuente periodística aludida, en el distrito rural de Hung Ha, provincia de Thai Binh, en la región del Delta del Río Rojo, la cosecha de primavera de 2025 tiene el propósito de cultivar 10 350 hectáreas con variedades de arroz de alto rendimiento. En la consecución de ese objetivo, el Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural distrital y las cooperativas de servicios agrícolas aúnan esfuerzos para preparar el terreno, suministrar aperos, fertilizantes, pesticidas y plantas de calidad, realizar buen trabajo de riego, reforzar las estaciones de bombeo, monitorear sistemáticamente el clima, etcétera.

Es apreciable así la vasta “cultura arrocera”, legada de padres a hijos en cada rincón de Vietnam y adecuada a los actuales tiempos. Lo anterior demuestra, o al menos explica, la atinada decisión de Cuba de entregar tierras a Vietnam para el cultivo de la gramínea blanca. Al revisar reportes de Granma del 7 de enero de este año, se lee que el corresponsal en Pinar del Río, Ronald Suárez, informó que en las terrazas planas de Cubanacán, en la “granja insignia” de la Empresa Agroindustrial de Granos de Los Palacios, en un campo de 308 hectáreas, una empresa vietnamita se encargará de buena parte de las tierras por un plazo de tres años.

Al respecto,  Duong Ho Van, especialista principal de la entidad amiga dijo: “Estamos adaptando nuestras técnicas a las condiciones de Cuba […] nos sentimos optimistas”. En esa ocasión, se anunció además la siembra de las primeras 1 000 hectáreas de arroz en el primer trimestre del presente año; también la pretensión de rendimientos iniciales de siete toneladas por hectárea. El embajador de la nación asiática, Le Quang Long, declaró que se trata de una experiencia que “sienta un buen precedente”.

Nuevo donativo solidario

El viceministro de Finanzas de Vietnam, Le Tan Can, departiendo con el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, quien agradeció la defensa de la lucha de Cuba contra el bloqueo del gobierno de EE.UU: “Esos gestos de ustedes demuestran la histórica hermandad entre nuestros pueblos, gobiernos y Partidos”. / Estudios Revolución

La prensa cubana, la vietnamita y algún otro medio extranjero dieron cuenta este 12 de abril de 2025 de la entrega de 10 000 toneladas de arroz protegidos en sacos, envasados con camaradería desde la lejana “tierra de los Anamitas”. En esta oportunidad el envío fue entregado en la terminal de contenedores del Mariel y corrió a cargo del viceministro de Finanzas de Vietnam, Le Tan Can, en visita oficial a nuestro paìs. El dirigente opinó: Es un “gesto de gratitud y solidaridad con el pueblo cubano […] Vietnam continuará apoyando a Cuba en la producción de arroz para contribuir a su seguridad alimentaria”. ¡Cuánta laboriosidad debe haber habido en su cosecha, cuántos desafíos en un periplo tan largo!

Acá hemos aprendido a cocinar el arroz vietnamita, cuya receta infalible es añadirle menos agua al grano, lo que resulta en una apetecible comida. Junto a ese entrenamiento culinario, poco a poco, hemos sustituido la denominación popular de “arroz malo” por “arroz bueno”. Cada donativo esencialmente lo es al condensar la persistente solidaridad, demostrativo del carácter especial de nuestras relaciones bilaterales. En un paradigmático apoyo a la Revolución Cubana.

Comparte en redes sociales:

2 comentarios

  1. Este reporte es harina (digo arroz) dentro costal. Mucho pudiera escribirse sobre el asunto, pero sin dudas esa enorme solidaridad de Vietnam es digna de una prolongada ovación.

  2. Me gustó leer este apetitoso comentario con sabor a ‘arroz bueno’. Amplia, interesante y muy necesaria información, con un primer párrafo de lujo. Amor con amor se paga, pudiera resumir las excepcionales muestras de solidaridad mutua entre Cuba y Viet Nam. Esta del arroz es ya otra hermosa historia de esos amores filiales, que entran también por la cocina. Pero como en la moraleja del pescado, los entrañables hermanos anamitas no solo nos comparten su arroz sino también su vasta sabiduría para producirlo con mayor rendimiento aun en las condiciones más adversas. Se agradece la bendita gramínea, y este trabajo de María Victoria.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos