En la imagen, de izquierda a derecha, Mark Friedman, Ainsly, Brenda y Hakim frente al stand de Bohemia, durante el I Festival Internacional Granma-Rebelde. / Gilberto Rabassa
En la imagen, de izquierda a derecha, Mark Friedman, Ainsly, Brenda y Hakim frente al stand de Bohemia, durante el I Festival Internacional Granma-Rebelde. / Gilberto Rabassa

Beber la verdad de la Revolución

El grupo “Manos fuera de Cuba” es campeón en solidaridad. BOHEMIA conversa con dos jóvenes de totales sinceridad, valentía y tesón


Parecería que las declaraciones que los lectores leerán a continuación han sido seleccionadas exprofeso para calzar la participación cubana en la ONU, los días 28 y 29 de octubre 2025, durante la votación de la Resolución “Necesidad de poner fin al Bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos a Cuba”. Pero no, las voces de las estadounidenses Brenda López y de Ainsly Rivera (30 y 27 años de edad respectivamente), ahora transcritas, fueron grabadas en el I Festival Internacional Granma-Rebelde, donde se reunieron activistas, comunicadores y periodistas de izquierda de todo el orbe.   

La peculiaridad distintiva de la cita, sin embargo, fue la comunión humana de quienes han aprendido a entender las hazañas de un país tenaz. Y en ese fluir de experiencias no solo crecieron como ser humanos los visitantes; también lo hicimos nosotros. Compartir conferencias, denuncias, las mismas horas sin electricidad, y acompañarnos en dificultades varias, hombro a hombro, nos hermanó. Similar “metamorfosis” solidaria suele ocurrir si se comparten risas, música y proyectos de mejores cosas en el mundo, el cual, si quiere tener un vivir sano, justo y deseable, inexorablemente debe cambiar los actuales patrones de inequidad, dominación, chantajes y amenazas.

Con consignas de “Abajo la mentira contra Cuba”, “No al odio” y “Cuba merece vivir en paz”, el pasado año se movilizaron en ciudades estadounidenses grupos de solidaridad con la mayor de las Antillas. / prensa-latina.cu

Mis entrevistadas lo saben y han decidido no quedarse en las palabras. Han abrazado la práctica, pues desaprueban las acciones de su gobierno contra un pueblo pacífico y alegre. Llevan seis años de idas y vueltas, siempre cargándose en la Isla de energía positiva, y particularmente bebiendo la verdad de la Revolución Cubana. Les han sido útiles tener raíces latinas, y comunicarse en español.

Brenda fue transparente: “En 2019 vine la primera vez, con un grupo de jóvenes y con mi mentor, que nos invitó a Cuba, y yo no sabía mucho de aquí, la verdad, y me dije: ¡Oh, es interesante! Vinimos a una conferencia sobre el medioambiente –CubAmbiente–, y al llegar, al interactuar, aprender, fue algo tan súper impactante e impresionante que al regresar lo tomamos como tarea: dar luz acerca de todas las sanciones, porque la mayoría de los americanos no las conocen. Educarlos en eso y, sobre todo, en el impacto que tiene el bloqueo en la vida de la gente, en el pueblo, en la vida cotidiana. Ya sea los problemas que tienen con la luz, el agua, como poder tener los medicamentos necesarios para una buena salud”.

Ainsly se identificó como estudiante de Sociología, con una maestría referida a los latinos en EE.UU., cursada en la Universidad Santa Bárbara de California. Expuso: “Somos un grupo de sindicatos, estudiantes, de organizaciones de cubano-americanos que nos enfocamos en propiciar las relaciones cubana-americanas, y en tres cosas: el fin del bloqueo de los Estados Unidos, sacar a los militares de la base naval de Guantánamo y que se elimine a Cuba de la lista de países terroristas. Y en esas cosas nos enfocamos: en educar, porque mucha gente en los Estados Unidos no sabe incluso que todavía existe el bloqueo. Y piensan, por el contrario, que la (mala) situación cubana es a causa de una dictadura”.

Al preguntársele cuáles eran los métodos para atraer, Brenda confesó vehemente: “La manera en que lo hacemos es desarrollar eventos donde leemos literatura y vemos películas, todas cubanas. Pero lo más importante es traer gente a Cuba para que ellos mismos miren la realidad, pues algo muy distinto es leer a ver las cosas en el lugar donde ocurren. Es algo totalmente diferente el sentir lo que es Cuba, tener intercambios, aprender el uno del otro, porque, obviamente, en Cuba también algunos tienen el mito de que en los Estados Unidos todo es perfecto. Eso, quebramos mitos de los dos lados”.

Intenté ser lo más discreta posible, sin hurgar demasiado en la vida privada; ellas, sin embargo, necesitaban dejar constancia del bienestar experimentado en la Isla. Sus ojos hablaban por sí mismos: “Nos alojamos en el Costillar de Rocinante (del Instituto Internacional de Periodismo José Martí). Lo rentamos todo, porque cada año traemos a un grupo de 50 personas. En mayo de 2025 trajimos a 65 –recalcó orgullosa Brenda–. Este año empezamos con la CTC, fuimos incluso al desfile del 1° de mayo. Tuvimos actividades en la Universidad de La Habana, intercambiamos con jóvenes de la FEU, la UJC. También, en el Acuario Nacional. Allí, los jóvenes nuestros explican sus propuestas científicas, y escuchan a los jóvenes cubanos. Es un excelente intercambio académico”.

Quise saber las impresiones relativas al Festival. Brenda siguió con la batuta: “Hemos quedamos conectados con Juventud Rebelde y esperamos que cuando volvamos en mayo de 2026 vayamos a su sede”. Aproveché entonces y les extendí una invitación a Bohemia. La joven estadounidense indicó que en JR, además de “tener información y artículos, queremos conversar mucho, intercambiar ideas. Supimos de este evento por las buenas relaciones con Granma y Trabajadores, porque cada año que venimos nos hacen entrevistas. Cubren lo que hacemos nosotros allá”. En este punto puntualizó que en EE.UU. se planifican y logran traer maletas llenas de medicamentos para los hospitales y “ese tipo de noticias, les interesa. Son muchos años ya de amistad, de intercambio con esos dos medios de prensa”, redondeó.

A modo de despedida, ambas exclamaron al unísono: “¡Este Festival está genial!”. El bloqueo yanqui a Cuba es un engendro, una crueldad sin sentido de un imperio en decadencia, aunque todavía muy beligerante. Se ensaña contra un pequeño Estado, cuyo únicos “delitos” han sido, y son, la irreverencia y la osadía permanentes en defender la innegociable soberanía, conquistada en 1959. Brenda y Ainsly pudieron palpar ese espíritu ya en el primer acercamiento, a pesar del empleo a fondo del gobierno estadounidense en frenar los vínculos pueblo a pueblo.

La entrega sostenida de “US hands off Cuba” (“Manos Fuera de Cuba”) toca el corazón. Se nos espabilan los afectos, sintiendo cuánto empeño le ponen, intentando facilitar una mayor proximidad humana y un entendimiento respetuoso entre vecinos que somos.

Comparte en redes sociales:

2 comentarios

  1. Gracias a Brenda y Ainsly, por sus dichos y sobre todos sus hechos. Esa amistad y solidaridad nos alienta y fortalece, mutuamente. Cuánta gente buena como ellas, en los EEUU y otros lugares del mundo, siguen buscando nuestra verdad para hacerla suya. Eso nos reafirma la convicción de que mientras más nos quieran destruir para que no seamos ejemplo, más tenemos que ser ejemplo para que no nos puedan destruir.

  2. Solo voy a añadir que vivir en Estados Unidos hoy es alucinante. Los atropellos diarios contra el pueblo trabajador son de una crueldad inusitada. Ya no existe el estado de derecho. Defender a Cuba es como una brújula política que nos ayuda a entender lo que ocurre en el mundo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos