Coqueteo con la perfección

Desde el 24 de julio, y por espacio de dos meses, el Museo Nacional de Artes Decorativas acoge una atractiva exhibición. El embajador chino en Cuba asistió a la inauguración


Las pujas en el mundillo de las subastas alrededor de los jarrones de la Dinastía china Ming (1368-1644) cada día se superan. Quienes pueden permitírselo gastan hasta 78.52 millones de dólares. ¿Qué hace tan particular esta porcelana? Eruditos en materia de arte aseveran que la fascinación se debe a la intensidad de la paleta cromática, donde los blancos y los azules rigen. Percepción ocular que viene incluso de cuando los mercadillos en Venecia se jactaban de contar con vasijas llegadas desde Catay a través de la Ruta de la Seda. Los numerosos artículos encontrados en palacetes, sitios arqueológicos, y la “lucha” enconada de millonarios y coleccionistas por poseerlos, corroboran que el centenario coqueteo con la perfección aun deslumbra y provoca muchas preguntas.

Educarlos desde niños a disfrutar del misterio del arte. / Gilberto Rabassa

Fue en 2021 cuando peritos franceses y españoles probaron cómo los chinos antiguos pudieron ser tan exitosos superando la mortalidad. Los investigadores en cuestión utilizaron la radiación electromagnética (luz) generada por partículas cargadas, aceleradas hasta casi la velocidad de la luz y forzadas a seguir una trayectoria curva y por tanto a emitir dicha radiación. A ese método de aceleración de partículas le llaman Luz Sincrotrón. Pues bien, se determinó que específicamente la porcelana blanquiazul del conocido Imperio Dorado se cocía entre 1250 y 1300 grados centígrados. Se rastrearon las variaciones químicas utilizadas para decorar un grupo de piezas y se concluyó que del cobalto rico en hierro importado de Persia se pasó a privilegiar el uso del cobalto chino rico en manganeso, lo cual significó un gran logro tecnológico para período tan distante. La diversidad ornamental y la brillantez de los colores Ming siguen seduciendo, aunque solo sea en la contemplación momentánea de una tarde de visita a una sala expositiva. (1)

El embajador chino en Cuba, Hua Xin, significó que la presente muestra refleja las excelentes relaciones bilaterales. / Gilberto Rabassa

Así se vivió en La Habana en el recorrido que Bohemia hizo durante la muestra Arte Ming en Cuba en el Museo Nacional de Artes Decorativas (MNAD), inaugurada el 24 de julio de 2024, la que junto con la célebre modalidad de artes plásticas expone asimismo 20 obras, entre escultura, pintura y cerámica, en metal, jade o esmalte policromado, prestados de colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, del Gabinete de Arqueología y del Museo Casa de la Obrapía. Si decide acudir a la esquina de las Calles 17 y E, en el Vedado capitalino, podrá este verano apropiarse de una opción recreativa refinada. Para aquellos que deban dedicar tiempo a otras ocupaciones o gustos, la buena noticia es que alcanzará asistir a la exposición incluso en septiembre, pues cerrará sus puertas el 28 de ese mes. La estupenda iniciativa corre a cargo de la institución cultural cubana que, coincidentemente, el día de apertura celebró sus 60 años de fundada. Décadas de mostrar la opulencia y el boato de clases sociales que pueden darse el lujo de atesorar cosas maravillosas. Por eso, el acierto de la Revolución Cubana ha sido poner a disposición del pueblo el disfrute del placer de observar y cuidar de lo hermoso que el ser humano es capaz de crear, venga de donde venga. (2)

A ello se refirió el invitado de honor a la inauguración, el embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Popular China en Cuba, Hua Xin. Lo acompañaron la viceministra de Cultura Lisette Martínez; la presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, Sonia Virgen Pérez; y el director del Museo, Yosvanis Fornaris. En sus palabras, el diplomático chino expresó: “Esperamos que a través de la exposición nuestros amigos cubanos no solo aprendan más sobre los tesoros históricos de la dinastía Ming de China y la amplitud y profundidad de la civilización china, sino que también, en la complicada situación internacional actual, a través de este símbolo de los tiempos, podamos revivir, heredar y llevar adelante este símbolo con todos. Hablo de un espíritu de apertura, inclusión y cooperación beneficiosa”.

De eso se trata: de captar la gloria de otros, de aprehender el instante revelador en que la mirada se posa sobre un objeto cuyas historias de travesías nunca serán descifradas totalmente, pero lo haremos con la certeza de que sin duda el mundo progresa gracias a lo bello.

La exposición Arte Ming en Cuba, en el capitalino MNAD, estará abierta hasta el 28 de septiembre de 2024. / Gilberto Rabassa

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Un comentario

  1. Se agradecen los interesantes antecedentes y la entusiasta invitación a disfrutar del desafío a la perfección de las formas y el hechizo blanquiazul de estos tesoros de la cultura Ming.
    Otras dos ideas me sugiere esta breve pero sustanciosa nota informativa de María Victoria:
    Una, que esa magnificencia tecnológica y cultural sigue manifestándose en el impresionante desarrollo, en continuo ascenso cualitativo, de la China actual, bajo el rojo pendón socialista.
    Y la otra, pensando en los antiguos propietarios cubanos de los lujosos objetos antes usados por ellos y ahora expuestos para disfrute del pueblo, la explican mejor los versos del Poeta:
    No me dan pena los burgueses
    vencidos. Y cuando pienso que van a darme pena,
    aprieto bien los dientes y cierro bien los ojos.
    Pienso en mis largos días sin zapatos ni rosas.
    Pienso en mis largos días sin sombrero ni nubes.
    Pienso en mis largos días sin camisa ni sueños.
    Pienso en mis largos días con mi piel prohibida.
    Pienso en mis largos días.

    —No pase, por favor. Esto es un club.
    —La nómina está llena.
    —No hay pieza en el hotel.
    —El señor ha salido.
    —Se busca una muchacha.
    —Fraude en las elecciones.
    —Gran baile para ciegos.
    —Cayó el Premio Mayor en Santa Clara.
    —Tómbola para huérfanos.
    —El caballero está en París.
    —La señora marquesa no recibe.

    En fin, que todo lo recuerdo.
    Y como todo lo recuerdo,
    ¿qué carajo me pide usted que haga?
    Pero además, pregúnteles.
    Estoy seguro
    de que también recuerdan ellos.

    Nicolás Guillen
    BURGUESES
    En La rueda dentada

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