Procedentes de centro y occidente, trabajadores del sector eléctrico viajan hacia el oriente cubano para resarcir daños y un servicio indispensable
Fotos. / Pastor Batista Valdés
Como en ocasiones anteriores, desde el occidente y centro del archipiélago cubano ha emergido la rápida respuesta de linieros, personal de apoyo, medios de transporte y otros equipos del sector eléctrico para sumarse de inmediato a las labores de recuperación, tras el paso del huracán Melissa por el oriente cubano.
Sacudiendo aún instalaciones, viviendas, plantaciones, en medio -por demás- de inundaciones a causa de las intensas precipitaciones, trabajadores de las empresas eléctricas ubicadas en La Habana, Pinar del Río y Artemisa llegaron hasta suelo espirituano con el propósito de realizar breve descanso y continuar viaje.

En la mañana de este miércoles también quedaba abanderado el Contingente Serafín Sánchez Valdivia, del Yayabo, con otros 8 hombres, dos mujeres y todo lo imprescindible a fin de enfrentar el destrozo provocado por Melissa.
Eléctricos de Mayabeque, por su parte, acamparían momentáneamente en Ciego de Ávila: territorio tampoco ajeno a la necesidad de ofrecer ayuda.
Tal y como expresó acerca de sus hombres, el ingeniero Roberto Hernández Rojas, director de la Empresa Eléctrica espirituana, los de esas provincias también tienen la capacidad de enfrentar adversidades, trabajar en equipo, convertirse en embajadores de la solidaridad y regresar a casa con la misión bien cumplida.

Lo saben ese par de hermanos jimaguas espirituanos (Jinmy y Yenier Zamora), quienes -a pesar de su juventud- ya acumulan hermosas vivencias. Y también hombres con más edad y experiencia, como William Atié, chofer de la capital cubana; Nelson Arévalo, trabajador artemiseño con raíz manzanillera; y todos vuelven a despedirse de sus seres más queridos para llevar la luz (eléctrica del sentimiento humano) a cientos y miles de personas que en esencia conforman la gran familia cubana.






















