En las recién concluidas sesiones del Parlamento, la gente épica de un archipiélago rebelde, levantó la voz y el puño, para pelear en las conquistas de sus sueños
En los últimos días representantes del pueblo estudiaron y opinaron acerca de los asuntos más álgidos: ¿qué hacer para garantizar mejor alimentación?, ¿cuáles son las estrategias dirigidas a solucionar el déficit energético e inconvenientes con el suministro de agua?, ¿cómo financiar programas prioritarios, usando el escaso dinero disponible?
Allí estaba el guajiro, quizás con su guayabera más agraciada, el obrero, el ingeniero, el científico, el artista, el estudiante. El Cuarto Período Ordinario de Sesiones, de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), examinó vías a partir de las cuales el país pueda franquear las cada vez más duras barreras impuestas por el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos.
Los campesinos defendieron el apoyo a zonas rurales y montañosas, necesitadas de rehabilitar terraplenes, viales y servicios. Expertos comunicaron cómo se reduce el déficit fiscal, importante paso para sanear la economía, dejar atrás la inflación, bajar los precios de productos esenciales y eliminar escollos en el esencial camino de la bancarización. Definieron retos dirigidos a alcanzar mayor disciplina tributaria, corregir distorsiones y reimpulsar la economía.
Los más bisoños aportaron a las discusiones para la implementación del Plan de Acción de la Política de Atención Integral a la Niñez, Adolescencia y Juventud. Se preocuparon por la formación de valores y el comportamiento cívico.
Los letrados presentaron leyes, normas y proyectos, integrados al cronograma legislativo y a la profunda reforma judicial llevada a cabo en los últimos años, en pos de mayor institucionalidad, garantías del debido proceso y ratificación de tratados internacionales.
Para ilustrar, solo de julio a noviembre de este año, el Consejo de Estado aprobó 11 decretos leyes y adoptó 98 acuerdos, según dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos.
En los pasillos del Palacio de las Convenciones, de la capital, vimos a ministros rodeados por diputados haciéndoles las mismas preguntas que les haría el pueblo. Fuimos testigos de una escena. Ante el cuestionamiento de una representante de una provincia oriental acerca de cómo planificar los apagones para lograr hacerlo lo más equitativita posible, con mucha paciencia el titular del Ministerio de Energía y Minas respondió con otra interrogante:
– ¿Cuántos hospitales hay donde tú vives?
– Dos, respondió la interlocutora.
-Pues en La Habana hay 52. Muchos brindan servicios al país y debemos protegerlos, respondió Vicente de la O Levy.
Es solo un ejemplo. Diálogos similares ocurrieron esta semana entre quienes representan todos los sectores, el Comercio, Agricultura, Salud, Transporte, Educación…
Tanto en las comisiones, en sesiones plenarias y en encuentros informales, era la gente común quien opinaba, representada por quienes eligieron para portar su voz y pensamiento.
Serán los mismos que en julio próximo estarán atentos a la rendición de cuentas de la provincia de Camagüey, del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación y a los resultados de alta fiscalización al Transporte. Así ocurrió en este Cuarto Período con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Muchos buscaron a los multi campeones Mijaíl López y a Omara Durand para hacerse fotos con ellos. Igual sucedió con los artistas. El pueblo sabe aupar en los hombros a sus héroes de todos los colores y edades, a quienes van en la avanzada en la pelea.
Los cubanos reconocen el empeño de los residentes en Artemisa. Allí unen voluntades y dejan atrás las huellas de recientes huracanes. Admiran a los trabajadores eléctricos, incansables portadores de la luz y arquitectos de amasijos de metales dejados por los meteoros y transformados en tiempo record en nuevas torres de alto voltaje.
Esos son los protagonistas de lo heroico, de la resistencia creativa, a la cual tanto llamó Miguel Díaz Canel en sus 130 visitas a provincias este año. Cada cual en su trinchera, está adiestrado en derribar malezas, con la mano en alto, de pie y los puños cerrados, como convocó esta semana Raúl Castro, presente en las sesiones del Parlamento.
Hay enseñanzas de gente digna. Surgen en las casas y escuelas, donde niños, padres y maestros enseñan con fluido eléctrico o sin él; en los surcos fertilizados por abonos orgánicos, en laboratorios donde los científicos salvan vidas al crear vacunas.
Tales momentos vividos este 2024, fueron descritos reiteradamente por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República en las conclusiones de la ANPP, ponderando el ejemplo del pueblo, capaz de probar ser mucho más fuerte que los vendavales y el enemigo, conocedor de la única alternativa posible: ¡pelear hasta la victoria siempre!
Cercanos a celebrar el aniversario 66 del Triunfo de la Revolución este Primero de Enero, dueños de las calles en una marcha gigante, conocedores de cuánto queda por hacer, Díaz Canel rememoró palabras de Fidel cuando dijo: “Lo que tengamos en el futuro, tenemos que crearlo nosotros, tenemos que conquistarlo con nuestros brazos, con nuestro sudor y con nuestra inteligencia. Podemos llegar a hacer mucho y podemos llegar muy lejos, porque tenemos lo que no tienen otros, la cantidad de talento acumulado de nuestra sociedad, la cantidad de inteligencias desarrolladas. Con lo que tenemos, podemos alcanzar lo que queramos”.
Claro está el camino, es hora de obrar, prevenir y luchar, con el vigor, usanza y el ímpetu de todos.