En lo que las tensiones crecen entre Israel y el Líbano, al régimen sionista le siguen ocasionando bajas de soldados y oficiales en Gaza. Acuerdo político palestino también es minimizado
La vorágine de los acontecimientos en Asia Occidental amenaza con subsumir en el maremoto noticioso sucesos de la mayor relevancia para el Oriente Medio y que son convenientemente minimizados en la retórica del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de su gabinete y de sus aliados occidentales: al ejército sionista le cuesta mucho desmantelar a la resistencia palestina dentro de Gaza. Por eso varios analistas consideran que sus ataques militares contra Yemen o el Líbano son apenas escaramuzas para desviar la atención del todavía escenario crucial llamado Palestina. Esta periodista piensa que es temprano para una evaluación semejante y que deberá seguirse con atención el “diferendo” árabe-israelí y con Irán.
Golpear poco a poco al enemigo
Tan solo hace un par de días las Brigadas Al-Qassam, brazo armado del movimiento palestino de resistencia Hamás, detonaron dos túneles en Gaza luego de atraer hacia ellos a varios pelotones de la infantería israelí, a los cuales provocaron muchísimos muertos y heridos, informó Al Mayadeen. Varias agencias periodísticas cifran en cerca de 800 las bajas sionistas y en casi 4 000 los oficiales y soldados heridos desde que comenzó la ofensiva palestina del 7 de octubre de 2023. Mientras, algunas fuentes calculan en un centenar los tanques Merkavas destruidos por la potencia de las minas y los morteros de gran calibre, en una estrategia de ir capturando la logística poco a poco. Las emboscadas de la resistencia tienen lugar en todas partes de la Franja: en Yibna, en Al-Zannna, en Hhan Yunis…
Otros datos interesantes: primero, la potencia de fuego permanente de los palestinos también se ejerce hacia los cielos, por lo que a los paracaidistas del ejército israelí se les imposibilita llegar a tierra y con ello se impiden avances o aprovisionamientos. Segundo: ya en junio del presente año, el jefe del ejército israelí, Herzi Halemi, declaró ante la prensa de su país que, de persistir las bajas, estas devendrían importante elemento de presión a unas tropas agotadas. Reconoció que, si continúa la tendencia, será muy difícil mantener una guerra de intensidad contra Hamás u otras facciones palestinas opuestas con las armas. Eso, sin contar la crisis política alrededor de Netanyahu, al que se le acusa de irresponsable en el manejo del regreso, sano y salvo, de los rehenes, preocupación máxima de la sociedad israelí. De modo que si escucha o lee que Israel tiene el control absoluto se trata de una mentira colosal. (1)
Es cierto, no puede afirmarse que la resistencia palestina haya vencido militarmente, pues el costo de los enfrentamientos es enorme, al cebarse la furia sionista contra la población civil, a estas alturas rozando los 40 000 palestinos asesinados; sin embargo, la validez, o no, de la táctica será seguro un análisis futuro de las ciencias históricas. Por lo pronto, la resistencia ha logrado mover su objetivo estratégico de llevar a planos estelares la causa palestina y las represalias sionistas le han restado en el mundo capital político a Israel. Importante resulta la oposición de los judíos honestos y la movilización estudiantil dentro de los Estados Unidos. Y esas sí son victorias decisivas, con incidencias locales y globales.
Pacto sin precedentes
Al hablar de Historia es perentorio traer al tapete interpretativo un hecho de suma relevancia silenciado por Israel: el 23 de julio, 14 organizaciones palestinas se reunieron en la República Popular China para rubricar el Acuerdo de Beijing. Al fragor de los combates, los palestinos decidieron pasar por alto sus discrepancias y crear un gobierno provisional de unidad nacional. Sin dudas esto no se lo esperaban ni los sionistas israelíes ni los sionistas estadounidenses. Los últimos intentan, ahora, posicionarse como mediadores de un cese del fuego definitivo en Gaza, luego de permitir, y hasta alentar, una de las matanzas más atroces y sádicas del siglo XXI.
Aprecio que la avenencia palestina, además de significar una nueva demostración del peso de China en la geopolítica mundial, pudiera allanar el camino para la creación formal y definitiva de un frente musulmán y árabe por Palestina, elevar a esta como factor transcendental de la región levantina, desmontar la idea occidental de cuál debe ser ese Estado palestino, tomar las riendas de Gaza el “día después”…. En el comunicado final de Beijing todos los actores acordaron comprometerse con el “establecimiento de un Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital, y garantizar el derecho al retorno”.
Asimismo, el documento establece que el marco de unidad es, y será, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Se aboga por el consenso con independencia de dónde se encuentre un palestino o cuál es su pensamiento ideológico; de igual manera, refrenda la autoridad común sobre todas las tierras palestinas. Nunca mejor dicho: así podrán redoblar sus demandas en contra de los asentamientos en Cisjordania, impulsar las denuncias y utilizar la diplomacia contra los atropellos en los lugares sagrados musulmanes dentro de Palestina y otra serie de crímenes del conjunto sionista. Según Al Mayadeen, el representante del movimiento Hamás en el Líbano, Ahmed Abdul Hadi, elogió la Declaración de Beijing, ya que “bloquea el camino a las ideas y proyectos sionistas de Estados Unidos que sirven a los intereses de “Israel”‛ (este entrecomillado es imprescindible pues Hamás no reconoce al Estado israelí) para establecer una nueva realidad en la Franja de Gaza. (2)
Aunque a través de una situación muy cruenta, Palestina levanta sus banderas políticas. Las que convocan al sacrificio sigue en el terreno dando “guerra”.
Un comentario
Muy importante conocer las pérdidas israelí y eficacia combativa palestina. Formidable la unidad de todos los palestinos para. fortalecer la lucha común y reforzar su imagen y presencia internacional