El cruel asesinato de Antonio Guiteras Holmes y Carlos Aponte Hernández hace 90 años, en El Morrillo, Matanzas, fue una enorme pérdida para el movimiento revolucionario
Desde los inicios del pasado siglo, una cadena de gobiernos entreguistas al imperio norteamericano conformó el panorama político de Cuba; tal situación se acrecentó a partir de la toma del poder por el tirano Gerardo Machado y Morales el 20 de mayo de 1925, quien implantó un régimen de terror contra la masa obrera y el estudiantado; incluyó violaciones a la Constitución, privilegios y corrupción.
Era necesario ir de nuevo a la carga y las concepciones patrióticas del joven Guiteras, revelaron en la acción y la prédica sus derroteros centrales; integró junto a Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena la trilogía heroica que entre las décadas de los años 20 y de los 30, encontró su fase de más pleno desarrollo.
En esa etapa, los diferentes grupos y organizaciones progresistas no pudieron alcanzar una unidad por la falta de un programa común de enfrentamiento a la dictadura imperante, mas, sus demandas y acciones valientes dejaron su impronta.
Guiteras nació en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, el 22 de noviembre de 1906. Su familia se instaló en Matanzas en 1913 y ese mismo año se trasladan a Pinar del Río. Mientras estudiaba Farmacia en la Universidad de La Habana, se vinculó con el Directorio Estudiantil Universitario, que se fundó en 1927 para enfrentar la intención del tirano de permanecer en el poder (1925-1933); al mismo tiempo, conspiró y sirvió de enlace entre unos y otros grupos antimachadistas .
La lucha armada es la vía
En 1932 creó la Unión Revolucionaria y luego la Joven Cuba, ambas organizaciones de carácter insurreccional. La segunda planteaba un programa donde se hablaba de reforma agraria, de los derechos básicos de la población, incluyendo el voto de las mujeres; el combate permanente a la corrupción y reordenamiento del aparato de justicia, entre otras medidas radicales.

Guiteras se involucró en el movimiento popular de la llamada Revolución del 33, que hizo posible el derrocamiento de Machado, quien huyó el 12 de agosto de ese año. Al saber la noticia, el valiente joven pronunció un discurso contra la injerencia de Washington y llamó a consolidar los logros de los revolucionarios.
El breve gobierno presidido por Carlos Manuel de Céspedes y Quesada (13 de agosto y 4 de septiembre de 1933), no pudo calmar la situación y fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el entonces sargento Fulgencio Batista y Zaldívar, en contubernio con la embajada yanqui.
Entonces a continuación, Ramón Grau San Martín presidió el llamado Gobierno de los 100 días, desde el 10 de septiembre de 1933 hasta el 15 de enero de 1934. Guiteras desempeñó las secretarías de Gobernación, Guerra y Marina. Tuvo la valentía e intrepidez de dictaminar leyes a favor del pueblo: jornada de ocho horas en la industria azucarera con salarios fijos, legalizó los sindicatos y estableció la rebaja de los precios en los artículos de primera necesidad. Fue más allá al disponer la intervención de la llamada Compañía Cubana de Electricidad y la reducción del 45 por ciento de sus tarifas. Toda esta osadía iba en contra de los intereses norteamericanos, que veían un peligro para sus planes de seguir inmiscuyéndose en los asuntos internos de Cuba. En un artículo llamado “Septembrismo”, aparecido en la edición del 1° de abril de 1934 en la revista BOHEMIA, expresaba Guiteras: “Tengo la satisfacción de haber llevado a la firma del presidente Grau los decretos que atacaban más duro al imperialismo yanqui”.
El embajador norteamericano Jefferson Caffery apoyó a Fulgencio Batista, entonces jefe del Ejército, a forzar la renuncia de Grau. Guiteras se vio precisado a pasar a la clandestinidad.
Aponte, luchador internacionalista
Guiteras conoció al revolucionario venezolano Carlos Aponte Hernández quien había llegado a Cuba en 1925; tenía la experiencia de haber participado en la lucha guerrillera en su país. En La Habana contactó a otros luchadores de esa etapa y a partir de ese momento “la realidad del verdadero horizonte de los males de nuestra América Latina se me hizo más clara, y, desde entonces, en donde quiera que he estado no he sido otra cosa que un denunciador constante, infatigable, de los manejos torpes del imperio norteamericano en nuestras tierras […]”.
Perseguido por el gobierno de Machado a raíz de sus actividades en contra del régimen opresor, Aponte decidió incorporarse a las tropas de Augusto César Sandino que combatían en Nicaragua a los invasores del ejército estadounidense. El jefe guerrillero le reconoció los grados de capitán alcanzados en las montañas venezolanas y lo ascendió a coronel después de participar en varios combates. Allá permaneció 20 meses. Luego, siempre en constante lucha por las causas justas se movió por otros países de Sudamérica, hasta regresar a Cuba en 1934.
El jefe de la Joven Cuba, Antonio Guiteras, había concebido un plan insurreccional: marchar hacia México con un grupo de combatientes, entrenarlos, y luego desembarcar en el oriente cubano con el propósito de iniciar la lucha de guerrillas. Aponte, por su experiencia, sería el jefe militar del proyecto.
Muerte, pero vida en el alma de la patria

Escogieron el fortín de El Morrillo, en la ciudad de Matanzas, para zarpar hacia el país azteca en el yate Amelia, el 8 de mayo de 1935, pero a raíz de una traición del oficial de la Marina de Guerra Carmelo González, en quien habían confiado, no pudieron sobrevivir al cerco tendido por el Ejército.
Aparece en diferentes escritos que Aponte de dijo a Guiteras: “Compay, antes de rendirse, nos morimos”. Y este contestó: “Nos morimos”.
El Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, siempre admirador de figuras relevantes de nuestra historia, al pronunciar un discurso el 8 de mayo de 1961 con motivo del aniversario 26 del asesinato de Guiteras y Aponte, expresó: “Tenemos hoy la tarea, siempre triste, de recordar a los muertos; a los muertos que cayeron de frente, buscando un mundo que nunca vieron cristalizar”.
_______________________
Fuentes consultadas
Los artículos, Pablo de la Torriente Brau: “Frente a yanquis y traidores” y Gisdania Tamayo Cedeño, “Guiteras y Aponte: inspiradoras figuras políticas”. Discurso de Ernesto Guevara el 8 de mayo de 1961.