No creo haya sido diferente este tercer domingo de julio a otros anteriores en tierra espirituana.
Con más brisa de 26, tal vez sí.
Lo cierto es que cientos de padres cayeron sobre el Zoológico de la cabecera provincial, el Parque de diversiones (conocido también como Los Caballitos), el Jardín botánico y otros espacios a la medida de la fantasía y del goce infantil.
¿Exclusividad territorial? Nada de eso. En toda Cuba los más pequeños festejaron en grande su día. Derecho tienen, deseo también e incluso necesidad espiritual, después de un curso escolar duro, adverso en muchos sentidos.