Foto. / Yasset Llerena
Foto. / Yasset Llerena

Exportaciones e inversión extranjera bajo la lupa

El estado actual de las dos fuentes más importantes de adquisición de divisas, así como las causas objetivas y subjetivas que propician su decrecimiento fue objeto de discusión en la Comisión de Asuntos Económicos


Con un análisis a fondo del incumplimiento de las metas previstas en los principales rubros exportables y la inversión extranjera, ambos decisivos para la recuperación de la compleja situación económica del país, el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), Oscar Pérez-Oliva Fraga, inició la segunda jornada del cronograma de trabajo de la Comisión de Asuntos Económicos donde se evaluaron dos de los pilares en la captación de divisas.

El ministro aseguró que aún cuando existen políticas y la voluntad de seguir avanzando en potenciar esta actividad, las acciones tomadas no son suficientes, pues en los últimos años se observa un decrecimiento del 31,9 por ciento en la exportación de bienes y servicios, con mayor énfasis en el turismo, las telecomunicaciones y minería.

“Sabemos que persiste la falta de recursos financieros para la compra de insumos y materias primas que permitan reaprovisionar oportunamente e incrementar los niveles productivos; también influye la inexistencia de un mercado cambiario al que puedan acceder los exportadores”, reflexionó el titular acerca de la tensa situación a la que se suma la escasez de combustibles y la disponibilidad de energía.

A desterrar la deficiente gestión empresarial y dilaciones en el diseño, presentación e instrumentación de propuestas que podrían contribuir al incremento de las exportaciones, además de otros problemas subjetivos que afectan las exportaciones, instó Pérez-Oliva Fraga en intercambio con los parlamentarios.

En otro orden también se refirió a los 21 509 300 millones de dólares que 15 empresas constituidas como polos productivos exportadores lograron aportar a la economía nacional; no obstante, dijo que la cifra es insuficiente debido a la poca diversificación de productos y la concentración de exportaciones en cinco polos.

El ministro reconoció que, exceptuando la rama tabacalera, todos los demás rublos exportables mantienen índices negativos, y llamó a recuperar el terreno cedido manteniendo una estabilidad en la actividad, ya que al dejar de exportar un producto se pierde un cliente, posteriormente muy difícil reconquistar. Puso de ejemplo la crisis que atraviesa el sector azucarero, industria que generó 400 millones de dólares en 2019 por concepto de exportaciones, y en el año que concluye tuvo cero aportes financieros.

En el debate se abordó la urgencia por rescatar la exportación de 23 rubros exportables que en la década de los 80 aportaban sustanciales dividendos, como el carbón vegetal, frutas frescas, la manteca, la grasa y el aceite de cacao, el cacao crudo, recipientes para gas comprimido y licuado, cables eléctricos, extintores de dióxido de carbono, muebles de madera y metal, perfumes y aguas de tocador.

El ministro alertó que cuando los ingresos no retornan al productor se atenta contra la continuidad y empuje de las exportaciones. De igual modo aseveró que la posibilidad de exportar no responde a una decisión administrativa, si no se basa en políticas e incentivos que deben promoverse desde el propio Ministerio con el concurso de los demás organismos.

“Si el que genera la riqueza no percibe beneficios de vuelta, estamos condenados a recibir cada vez menos dividendos”, indicó.  

En relación con esta situación, Carlos Miguel Pérez Reyes, diputado del municipio habanero de Playa, compartió su experiencia al frente de una empresa no estatal dedicada a la exportación. También destacó las dificultades de liquidez que enfrentan numerosos negocios, ya que los ingresos generados por esta actividad no pueden destinarse a los propósitos deseados, como el pago a los proveedores.

También mencionó la escasez de incentivos que motivan a los actores económicos a exportar. Algunas empresas en Cuba enfrentan pérdidas al exportar debido a un tipo de cambio poco atractivo. En algunos casos esta actividad se lleva a cabo únicamente por decisión administrativa, al obtenerse mayores beneficios comercializando los productos en el mercado interno.

El parlamentario subrayó la cuestión de la exportación de servicios profesionales, indicando que el país no está aprovechando todo su potencial, ya que las cifras de exportación no reflejan el nivel de desarrollo científico y profesional, muy superior al de muchos países de la región. Resaltó que aunque muchos profesionales comercializan sus servicios de forma informal, esto representa ingresos que el estado deja de captar por ese concepto.

Inversión extranjera, más necesaria que nunca

En la actualidad el país promueve la inversión extranjera en medio del contexto más complejo desde que se adoptó la decisión de abrirnos al capital foráneo. Este hecho responde al recrudecimiento del bloqueo, la inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo, la aplicación del título 3 y 4 de la Ley Helms Burton, además de las distorsiones en el ámbito macroeconómico.

Este tipo de inversión que emplea en la actualidad a más de 40 mil trabajadores ha pasado en las últimas décadas de jugar un rol secundario en la economía nacional a representar un eslabón esencial.

En materia de intercambio con otras naciones, el titular del MINCEX alertó que el saldo neto entre importaciones y exportaciones de este tipo de negocios es negativo, o sea, importan más de lo que exportan, por lo que llamó a enfocarse de manera total o parcial hacia el mercado foráneo como única alternativa para poder garantizar su sostenibilidad desde el punto de vista financiero.

Destacó que cuando la Isla se dirige a un inversionista extranjero es necesario tener presente que es él quien decide dónde invertir a partir de la consideración de rendimiento su capital, lo cual nos pone en desventajas al ser víctimas de toda una serie de medidas de asfixiamiento económico por parte de los Estados Unidos, teniendo en cuenta que ningún inversionista desea tener pérdidas.

En un entorno externo, sumamente complejo para Cuba, Pérez-Oliva convocó a repensar muchos aspectos de nuestra gestión interna, la cual deberí ser doblemente eficiente en función de lograr resultados similares a los que obtienen otros países.

También criticó los procesos burocráticos, considerados un obstáculo para atraer inversión extranjera, e exhortó a convertir a Cuba en un destino atractivo, de manera que los inversores puedan ofrecer buenas referencias a otros interesados en establecerse aquí.

A pesar de que las condiciones que restringieron el desarrollo económico en 2024 continuarán en el próximo calendario, Ricardo Cabrisas Ruiz, viceprimer Ministro, enfatizó que esto no debe resultar en una disminución del compromiso con los objetivos planteados.

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