En el Sahel africano apuestan por un nuevo modelo de cooperación, solidaridad, desarrollo y de recuperación de sus soberanías nacionales. Níger, punta de lanza contra el poder occidental
A las naciones africanas les desagrada que les marquen el destino; demasiados años con el yugo extranjero. Otra vez un grupo de ellas intenta hacer las cosas a su modo; en tal sentido, los jefes de Estado de Burkina Faso, Mali y Níger, el capitán Ibrahim Traoré, el coronel Assimi Goita y el general Abdourahamane Tchiani, acaban de configurar este 6 de julio de 2024 lo que han dado en llamar la Confederación de Estados del Sahel (CES). El mecanismo de integración se articuló durante la primera cumbre de la Alianza de los Estados del Sahel (AES), celebrada en la capital nigerina, Niamey. En la red digital X la Alianza manifestó que esta acción debe ser “paso crucial para promover la cooperación y la unidad de los tres países en diversos ámbitos, como la seguridad, el desarrollo económico-social y la cultura”. Igualmente, se recalcó se trata de una “Comunidad alejada del dominio de potencias extranjeras y sin contraparte de aquellos acostumbrados a gobernarnos”. (1)
Entre las acciones más sobresalientes a emprenderse están la creación de un banco de inversiones y un fondo de estabilización; integración económica; moneda común, con creciente apoyo al abandono del franco CFA de África Occidental; la libre circulación de bienes y servicios, así como eventualmente crear una fuerza militar, que sea “la más poderosa de África en los próximos 5 años”, subraya el comunicado de la AES. De aquí a un lustro Burkina Faso, Mali y Níger tienen el propósito de poner en común sus recursos en sectores estratégicos, entiéndase la agricultura, el agua, la energía y el transporte. En lo que respecta a la cultura, se empeñarán en un mayor uso de las lenguas locales en los medios de comunicación públicos y privados de sus naciones. Al cierre de la mentada cita, el líder de la junta maliense destacó que la idea fundamental es “hacer de África un lugar mejor, con pueblos orgullosos y dignos”.
Desde septiembre de 2023, en esos estados se viene dando un proceso al que algunos analistas llaman una segunda independencia e incluso la comparan con procesos anteriores; sin embargo, esta mirada tiene un poco de prepotencia occidental, por desconocer que ahora la emancipación es mucho más difícil, dada la penetración de las transnacionales, aunque no hay duda de que los tres países aludidos se han plantado firme en sus empeños por la mayor soberanía posible y con deseos de inserción progresiva en la reconfiguración mundial en el actual parteaguas que desplaza el dominio omnímodo de los Estados Unidos y sus aliados vasallos europeos, a otro impulsado por Rusia, China y el Sur Global. Dentro de las fronteras africanas el caso más representativo es Níger.
Recuperación de la soberanía nacional
La gente está eufórica; sale a la calle portando banderas rusas y chinas, y coreando consignas en contra de la ocupación extranjera. La inmensa mayoría de los nigerinos aplaude a su gobierno por acelerar la salida de tropas foráneas. Para el 31 de agosto, el contingente de las fuerzas armadas alemanas deberá salir del país; también deben hacerlo los militares estadounidenses. En cuanto a los franceses, fueron los primeros en recibir el ultimátum de marcha, el pasado año. Pero ¿qué ha pasado? En lo que se refiere a los teutones, estos pretendían tener inmunidad judicial, la cual no fue conferida por considerarse un absoluto descaro. Los uniformados germanos utilizaban desde 2013 su base de Niamey como centro de abastecimiento para sus tropas en el vecino Mali, las que habían sido desplegadas como parte de una misión de mantenimiento de la paz de la ONU. No obstante semejante argumento, las nuevas autoridades nigerinas y el pueblo discrepan, pues indican que es una burda manipulación de penetración occidental. Hay que recordar que los actuales dirigentes de las tres naciones del CES provienen del ejército, formado y entrenado en los Estados Unidos y Europa, por lo que tienen conocimiento de causa.
El analista político africano Koffi Kouakou le manifestó a la agencia rusa Sputnik que “el país norteamericano no está conforme con la decisión de Níger de seguir su camino independiente, criterio expresado durante una polémica reunión celebrada a principios de 2024, y mucho menos con que se le ordene irse de la conocida Base Aérea 201 de Níger. Este particular ha suscitado especial controversia, al tratarse de uno de los principales centros de las operaciones de los EE.UU. en el Sahel, con millonarias cifras de inversión”. Indicó que la presencia estadounidense genera protestas cívicas de los partidarios del gobierno. El medio noticioso eslavo informó que Níger ha buscado una mayor cooperación en materia de seguridad con Rusia desde el cambio de 2023 y al tiempo explica que las autoridades nigerinas amplían el diapasón de sus negocios, encaminándolos también a Irán. “Todo ello enfadó a los Estados Unidos”, expresó Kouakou.
De todas las acciones emprendidas por Níger, la guinda del pastel son sus pretensiones de independencia económica. Y es justo ahí donde les duele a los occidentales. Por ejemplo, este 6 de julio el gobierno nigerino revocó el permiso de exploración de uranio en el Proyecto Madaouela, a la empresa canadiense GoviEx Uranium. La compañía ipso facto denunció que la exigencia de retirada no sigue el procedimiento prescrito en el código minero aplicable, por lo que dijo “se reserva el derecho de impugnar tal decisión ante las jurisdicciones nacionales o internacionales competentes”. La postura radical de Níger ya había sorprendido a la comunidad internacional cuando en junio de este año recuperó el control del yacimiento de uranio Imouraren, uno de los mayores del mundo, después que le revocara el permiso de extracción a la compañía francesa Orano, con lo cual el vasto perímetro minero volvió a ser patrimonio del Estado. Se ha certificado que Francia recibía de Níger hasta el 17 por ciento del valioso mineral para sus centrales nucleares en la producción de energía eléctrica. Ciertamente nada de esto gusta a quienes se acostumbraron a mandar en África. (2)
2 comentarios
Se agradece esta estupenda actualización de lo que acontece para bien, en virtud del protagonismo patriótico asumido por estos tres países del Sahel africano. Simpatía y solidaridad con las valientes y lúcidas decisiones anticoonialistas y antimperialistas de los dirigentes y pueblos de Niger. Burkina Faso y Chad.
Apreciamos el rescate y consolidación de la autodeterminación en el continente africano y la imprescindible unidad y convergencia al enfrentar al explotador y acercamiento
inteligente al amigo sincero