Después del paso del huracán Rafael, seis torres de la línea Mariel-Pinar del Río (220 kv) fueron derribadas por la fuerza de los vientos; brigadas de diferentes provincias, en un huracán de solidaridad, batallan de sol a sol por volver a ponerlas en pie, con la premisa de que estarán laborando hasta que no estén todas recuperadas y en total vitalidad.