Israel, o el bumerán arrojado

Las Fuerzas Armadas israelíes han reclutado el ocho por ciento de la fuerza laboral del país. Ese y otros elementos económicos inciden en la percepción de riesgo de las familias y minan la confianza. ¿Puerta hacia la paz con Palestina?


El cinismo del poder imperial no tiene límites. Ahora resulta que luego de comportarse como el padrino pandillero de una mala película hollywoodense, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha decidido desmarcarse del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de quien dice sigue en su ofensiva contra Gaza –en apariencia contra la resistencia palestina de Hamás–, únicamente por motivos políticos para sostenerse al frente de un país que ya no lo quiere. Las presentes líneas no se concentrarán en la postura reciente de la Casa Blanca ni en los repentinos remordimientos de conciencia por los más de 34 000 asesinados palestinos a manos del sionismo. Quiere esta comentarista, eso sí, dejar en claro que Tel Aviv ha podido llegar tan lejos en la masacre gracias a la connivencia de los Estados Unidos y de casi todo el Occidente europeo, a pesar de las lágrimas de cocodrilos de última hora con “acciones” favorables a un cese del fuego o al reconocimiento de Palestina como Estado. (1)

Cien mil personas, el sábado 1º de junio, pidieron la dimisión de Benjamín Netanyahu y el regreso de los rehenes israelíes. / cdn.trt.net.tr

Dicho esto como declaración de principios, haré particular énfasis en las protestas populares que tienen lugar hace varias semanas en las calles de Israel para que Netanyahu dimita del cargo y un nuevo Gabinete pueda traer de vuelta a casa a los rehenes israelíes todavía retenidos por Hamás. A ese indiscutido factor se le añade paulatinamente otro no de menor peso relativo: el cansancio en la sociedad israelí debido a las presiones que el gasto militar supone a una economía nacional sumamente atada a la mano de obra palestina, en renglones claves como la construcción y la agricultura. El traslado de la fuerza laboral ocurre también dentro de Israel.

En febrero de 2024, la Oficina Central de Estadísticas de Israel (OCEI) dio cuenta de la contracción económica, por lo que el producto interno bruto (PIB) el año pasado cayó 19.4 por ciento. Y según Liam Peach, especialista en economía de mercados emergentes de Capital Economics, “las perspectivas de crecimiento del país para 2024 parece probable que registren una de las tasas más débiles jamás registradas”. No obstante, Netanyahu se mantiene en sus treces al afirmar que la economía nacional “solo enfrenta una turbulencia” y justifica su empeño guerrerista como necesario, porque lucha contra el terror palestino. La propia OCEI, “blindada” con datos irrebatibles, le advierte que, junto con la caída del PIB, el país levantino va cavando un pozo peligroso y no precisamente de gas, al movilizar alrededor de 360 000 ciudadanos, con el consiguiente deterioro en diversas empresas significativas o negocios particulares. Mientras, el profesor de Economía de la universidad de Tel Aviv Eran Yashiv le reiteró a la prensa su visión pesimista sobre el desenvolvimiento local: “El mercado laboral en Israel ha experimentado muchos cambios desde el estallido del conflicto con Hamás. Los lugares están sufriendo por falta de mano de obra debido a que muchas personas, especialmente jóvenes, se fueron al Ejército”. (2)

“Mujeres hacen la paz”, organización pacifista israelí presente en Tel Aviv, forma parte de un creciente frente contra la guerra. / larazon.es

Fuentes examinadas indican, por otra parte, que la inversión en bienes de capital fijo es otra de las áreas que más se han visto afectadas por la guerra, con una caída de 67.8 por ciento. Se dice que el mayor desplome se ve en la inversión residencial; es decir, en caída de compras de casas y departamentos, lo que ha intensificado la crisis del sector inmobiliario. Otra de las aristas que pueden irle insuflando oxígeno a la llama del descontento nacional será, en previsiones de Yashiv, la siguiente: “Si Israel está en guerra o en un caos geopolítico durante 2024, sospecho que muchos inversores extranjeros se darán por vencidos y alentarán a las empresas de tecnología a abandonar el país”. Hago un llamado de atención en este rubro, porque es esencial para la economía y las finanzas del llamado milagro israelí, prestigiado precisamente por sus innovaciones y productos tecnológicos. Las empresas de alta tecnología son responsables, desde 2021, del 15 por ciento del PIB y del 43 por ciento de las exportaciones totales. Circunstancias que corren el peligro de dañarse considerablemente, como consecuencia de un esfuerzo bélico que se lleva a cabo incluso a pesar de las mareas ciudadanas antiNetanyahu.

Tal pareciera que el presente gabinete de guerra se mueve de espaldas a la realidad, porque, aun con discrepancias internas, todavía puede afirmarse que existe consenso en mantener la operación genocida contra Gaza, en curso desde octubre de 2023. Un ejemplo de apoyo lo tenemos en las declaraciones de su titular de Economía e Industria, Nir Barkat, quien negó exista un posible riesgo de mayor déficit comercial. “Estamos comprometidos a ganar la guerra. Vamos a ganar la guerra sin importar nada. Creo que cuando la gente mira la economía quiere asegurarse, antes que todo, de que somos un país seguro”. De momento, las manifestaciones en Israel se centran en lo fundamental en el manejo desastroso para recuperar a los rehenes retenidos en Gaza, ya que no ha sido un “paseo de campo” enfrentar a la resistencia palestina. Eso es esencial, pero los indicadores económicos son como esa bola de nieve y puede resultar que en un plazo no lejano se acuda a la socorrida cita: “Es la economía, estúpido”.

La brutalidad sionista en Gaza ha destruido 137 000 edificios; el 55 por ciento de estos incluían viviendas, hospitales y escuelas. / cdn.trt.net.tr

Sería hermoso que la totalidad de la población israelí estuviera comprometida con la paz por el sencillo hecho del respeto a la vida de otros. Ahora, esa es una aspiración incumplida. Por lo pronto, las variables económicas negativas pueden ir armando la edificación de una conciencia pacifista a partir de dificultades internas. No suena muy altruista, mas son muchos senderos para el entendimiento. Si el movimiento internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) incrementara mayor presión económica y política sobre Israel, y si se lograra un frente único pro palestino a todos los niveles –que incluya a la ONU y a su Consejo de Seguridad–, mucho puede conseguirse. La soberbia de Netanyahu irá socavando crecientemente sus bases electorales y de adhesión a un proyecto bumerán.

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2 comentarios

  1. Analisis con argumentos irrebatibles y pregunto si
    es consciente del genocidio a Palestina y hay consenso del engreído pueblo israeli a favor de la guerra con leal apoyo subyacente financiero internacional judío ?

  2. Magnífica actualización y pronóstico, que se agradecen.. Atinada la metáfora del bumerán que de retorno golpeas en donde les duele a los sionistas. Lo comparto en las redes.

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