Públicos heterogéneos necesitan nutrir el buen gusto y la espiritualidad desde edades tempranas; en ambos sentidos son esenciales los medios de comunicación audiovisuales, la escuela y las familias en la sociedad cubana
Cantar bajito canciones inolvidables o el simple tarareo de melodías gratas constituye, en muchas ocasiones, escapes circunstanciales de tristezas, añoranzas y deseos pospuestos. De alguna manera, esos textos sonoros y rítmicos permiten repasar pormenores acerca de la vida; así como los quehaceres de virtuosos artistas en las músicas, sí, en plural, considerando sus riquezas conceptuales y genéricas.
Los festejos en vísperas del nuevo año estuvieron aderezados con bailes y festejos donde lideraron acervos culturales por doquier. Ahora, el Instituto Cubano de la Música con la presentación de fonogramas que optarán por premios en la Feria Internacional Cubadisco 2025. No obstante, muchas de las obras premiadas en 2024 apenas han sido escuchadas por las mayorías. Ciertamente, difíciles condiciones materiales y eventos atmosféricos incidieron en dichas limitaciones o silencios; urge mantener estrategias inteligentes en los medios de comunicación audiovisuales con vistas a la socialización sistemática de producciones musicales auténticas y novedosas.
El acto creativo es, en sí mismo, una experiencia comunicativa, solo satisface la recepción mediante proposiciones de códigos y lenguajes artísticos durante la circulación social.
Como soporte del instante de la ejecución musical el disco permite que se perpetúe un arte cuyo elemento básico es el sonido en combinaciones disímiles. Bandas sonoras creadas para el cine, la televisión, la radio, otros medios afines constituyen eslabones imprescindibles en el diseño promocional de la industria fonográfica. Las expresiones artísticas originan relaciones emotivas al llegar a públicos heterogéneos, pues activan lenguajes asociativos, polisémicos; en estos, las músicas aportan sonoridades, melodías y ritmos de notable influencia en el desarrollo del relato contado y de las aficiones individuales o colectivas hacia compositores e intérpretes preferidos.
Sin duda, el estilo irrepetible de Omara Portuondo es un referente. Recibió en Cubadisco 2024 el Premio a la obra de toda su fructífera existencia. El fonograma Vida deviene una joya de larga permanencia en el alma y en la conciencia. Activa el recuerdo de páginas memorables, lo analizaremos detenidamente. Ahora, alertamos, difundirlo es reconocerlo.
La influencia de la educación y del arte desde las músicas repercute en la formación de conocimientos, del desarrollo intelectual, del gusto al apreciar diseños de cubiertas fonográficas y la espiritualidad sin límites de edades y sexos.
Reflexionemos, ¿de manera sistemática suelen pensarse en profundidad las indispensables conexiones entre músicas y visualidades? Es oportuno estudiar en profundidad los sentidos dramatúrgicos de historias y estéticas contenidas en géneros musicales y formatos diversos de notable incidencia en la perspectiva sociocultural, las gestiones comerciales y de promoción. Tanto los centros de enseñanza, los medios de comunicación audiovisuales y la sociedad necesitan aprovechar las posibilidades de acceso a la buena música. El oído se educa, el gusto artístico se forma.
Las tecnologías borran fronteras, tornan más complejos los procesos de circulación y la recepción de la producción cultural nacional, por esto hay que fomentar alternativas para el aprovechamiento de los canales de acceso a lo auténtico, lo nuestro, lo universal. Cuba, su cultura y su música necesitan ponderar la industria fonográfica en términos de privilegiar la memoria sin omitir actualizaciones contemporáneas. Lo que no se visibiliza no existe. La práctica es el criterio de la verdad. Legitimar discursos musicales inclusivos y de artisticidad influye en el despliegue de batallas para contrarrestar la avalancha de mercados excluyentes y sectarios, ellos carecen de coherencia entre calidad, difusión y recepción. Los Premios Cubadisco y otros galardones son necesarios, tienen que llegar a la sociedad. Inmenso es el torrente de la moderna industria musical; lo nuestro y la cubanía una fortaleza en contra de lo seudocultural, las frivolidades y la penetración de las oleadas colonizadoras globales. Pensémoslo.
Un comentario
buenas tardes el artículo me parece excelente.