Adigio Benítez denominó papirotes a los personajes que creara cual si estuvieran formados mediante papel plegado. Ellos ocupan buena parte de una exposición personal inaugurada este mes
Referencias a la cultura universal (Venus, Don Juan, la escultura clásica), animales reales y fantásticos, muchachas junto a casas blancas, instantes de la vida en nuestra Isla (los soldadores, la miliciana), confluyen en la muestra desplegada desde el 6 de junio en la galería El reino de este mundo, de la Biblioteca Nacional José Martí.
Con La poesía de las formas y el color prosigue en Cuba el homenaje a Adigio Benítez Jimeno, cuyo centenario se cumpliera el 26 de enero de este año. En la museografía participó Denys San Jorge, especialista del Consejo Nacional de las Artes Plásticas. Surnai Benítez Aranda, hija del artista y curadora de la exposición, especifica que la veintena de piezas exhibidas, excepto dos, forma parte de la colección familiar. Asimismo, resalta que el autor se valió “del humor, la candidez de las figuras infantiles, la expresión sencilla de lo cotidiano”.
–¿Cuáles pautas siguió la curaduría?
–Quise presentar obras de varios períodos para ofrecer una visión amplia de la pintura de Adigio. Algunas son del decenio de los 70. Otras surgieron en los 80, los 90 y los 2000. En ellas hay similitudes y diferencias. Él era un artista muy autocrítico, constantemente deseaba renovarse. Eso se puede apreciar en lo aquí expuesto: a veces una misma temática él la va desarrollando con formas distintas, nuevos medios de expresión o en contextos diversos.
–¿Preferencias de su padre a la hora de pintar? ¿Y cómo evolucionó su línea pictórica?
–Ya fuera al crear un paisaje, la imagen de un héroe, una mujer en una fábrica, o cualquier situación, siempre trataba de plasmar sus ideas aportando cubanía y un tratamiento muy personal de las figuras. A partir de las décadas de los 70 y los 80, incorporó a sus cuadros la alusión a la papiroflexia –o sea, personajes u objetos que parecen haber sido concebidos mediante papel plegado– y la fue desarrollando en etapas sucesivas hasta los 2000. Decía que le permitía expresar lo ideado con un sentido poético, imaginativo, que enalteciera los valores humanos.
–¿Ustedes hablaban a menudo al respecto o sobre las artes plásticas en general?
–Sí, casi todos los días teníamos sesiones espontáneas, generadas por nuestra afinidad. Y en ciertas entrevistas, durante las cuales le preguntaron sobre ese tema, reiteró que no tenía nada en contra de aquellos artistas deseosos de referirse a los aspectos negativos de la sociedad; por ejemplo, la guerra, el sufrimiento –él mismo señaló los males de la época en el decenio de los 50–, porque muchas veces su presentación significa una denuncia social. Pero que estaba interesado en mostrar otras facetas; sobre todo los valores emergentes en Cuba luego del triunfo de la Revolución. Por tal motivo, tanto en su pintura como en su poesía, hay un afán de enaltecer el lado positivo de la vida, el que brinda soluciones; está a favor de la verdad, de la paz, de la felicidad humana.
–¿De qué manera sería posible mantener vivo su legado?
–Dimos recientemente una conferencia en San Alejandro. Después de esta exposición vamos a participar, también en junio, en la Bienal Internacional de Humor Político de La Habana. Abordaremos su quehacer en cuanto a las ilustraciones destinadas a la prensa.
“Adigio trabajó para publicaciones periódicas desde que era estudiante en San Alejandro, en 1947, hasta los años 2000, en los cuales colaboró con El Habanero. Entre dichas ilustraciones se encuentran las utilizadas en portadas de BOHEMIA. Recuerdo que algunas reflejan escenas cotidianas, cercanas a la población: la de un vendedor de granizados, dos enamorados en el Paseo del Prado…
“Respecto a la conservación del legado de un artista, la sociedad es la que lo mantiene vivo o lo olvida. Por eso debemos ser capaces de enseñarlo a las nuevas generaciones”.
Cronología mínima
1949: Se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes San
Alejandro. Años 50: Realiza dibujos de tema político para diversas publicaciones, incluido el periódico Noticias de Hoy. Sus cuadros cuestionan problemas sociales. Años 60-2000: Concibe decenas de exposiciones personales y participa en alrededor de 150 colectivas. Ejerce la docencia en el Instituto Superior de Arte. Ilustra órganos de prensa cubanos. 2002: Recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas (en décadas anteriores había obtenido otros reconocimientos). 2003: Premio Nacional de la Enseñanza artística. 2013, mayo: Fallece en La Habana.
Múltiples obras suyas integran los fondos de relevantes museos cubanos y colecciones privadas en varios países.
CRÉDITOS
Fotos. / Gilberto Rabassa
Un comentario
Muchas gracias, quedó muy bonita la entrevista, esa es también una forma de homenajear a Adigio en su centenario
saludos
Surnai