A Rusia se le trata de demonizar. Y Cuba, por el contrario, retoma viejas amistades por caminos mancomunados. Sobre ese particular, BOHEMIA conversa con un conocido experto
Los más recientes acontecimientos internacionales se desarrollan vertiginosamente; muchos hacia el caos. Otros, en cambio, abren posibilidades halagüeñas, al utilizarse las siempre provechosas herramientas de la colaboración y del entendimiento. En estas nuevas coordenadas hay un actor sobresaliente: la Federación de Rusia, el cual nos hace decir en primera instancia: ¡Es el país más extenso del mundo! Proliferan criterios tendenciosos que le endilgan a Moscú ínfulas de grandeza y, por tanto, intentos de expansión de fronteras y dominios. Para abordar tales cuestiones, esta revista se complace en contar otra vez con el criterio de Oscar J. Villar Barroso. Entrevistado de amplio currículum académico –doctor en Ciencias Históricas, profesor titular, politólogo, especialista en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales–, he aquí sus respuestas:

–Se cumplieron dos años de iniciada la operación especial de Rusia en Ucrania. Aquí se impone una doble mirada: ¿Cuáles son las fortalezas rusas que le han permitido seguir saliendo victoriosa en el campo de batalla? Y, contrariamente a lo que se esperaba sucedería con la imposición de sanciones occidentales a Moscú, la economía rusa crece y se expande. ¿Cuáles factores lo permiten?
–Estados Unidos ha puesto de rodillas a Europa y la utiliza de la manera más grosera, obligándola en este caso a imponer sanciones a Moscú para arrinconar a Rusia, destruir su economía. Sin embargo, la economía rusa ha sido en extremo dúctil, se ha adaptado a las consecuencias; a partir de ahí ha comenzado a producir en cantidades suficientes, y con mucha calidad, todo el armamento que necesitaba el país para enfrentar este conflicto y, además, la economía ha ido creciendo. Es verdad, la han reorientado y para bien. Rusia recibía en su comercio con Europa occidental tecnología, pero sobre todo objetos de lujo, muchas cosas innecesarias. Ahora ha reforzado sus relaciones económicas con China, con India, con Irán y con el sur global, lo cual le ha dado resultados positivos. Por eso es que la economía rusa ha crecido, se ha expandido. Yo pienso que el país ha optado por la mejor variante y gracias a ello hoy vemos que no se dio lo que pensaron iba a ser un desmoronamiento.
“Para marcar las estrategias mundiales no solo le quedan fuerzas. Empieza a desplegar toda una serie de fortalezas que tenía dormidas un poco ‘dormidas’. La Rusia de hoy es un país más coherente. Rusia siempre va a ser un hegemón, por su importancia geoestratégica, geopolítica, incluso geocultural, porque la cultura rusa es muy fuerte. Rusia está empezando a desplegar todas esas potencialidades, a marcar pautas, pero lo hace desde una posición, pudiera decirse, de hegemón benévolo. Fíjate: Rusia no pretende invadir a nadie, ni ocupar territorios, ni expandirse, ni tener colonias o bases militares en el exterior. Sencillamente, aboga por un orden internacional justo, multipolar, multicéntrico, donde se respeten las otredades, donde los países participen en igualdad de derecho, apegados a los principios de la carta de las Naciones Unidas. Yo pienso que no solo le quedan fuerzas; tendrá muchas más fuerzas en el futuro.

“Efectivamente, se cumplieron dos años de la operación militar de Rusia en Ucrania y los acontecimientos han resultado no como esperaban quienes provocaron esta situación. Ucrania es un territorio que escogieron con toda intención, que estuvieron preparándolo para lanzarlo en contra los rusos. Es preciso recalcar que las amenazas contra Rusia parten del fascismo. Debo decir que es el fascismo contra el que se pelea, no contra Ucrania ni contra el pueblo ucraniano. Putin ha dicho muchas veces que ellos son hermanos, no enemigos. Y yo lo puedo reiterar. El fascismo no murió en el 45; los Estados Unidos se encargaron de reciclarlo, de tenerlo congelado y hoy en día lo lanzan en momentos en que va perdiendo protagonismo hegemónico.
“¿Qué fortalezas rusas le han permitido enfrentar este conflicto? Considero que no es casual que, al llegar al poder, en el año 2000, Vladimir Putin en sus pasos iniciales rehizo al Estado ruso tal como históricamente había sido, con el rescate de una serie de valores. En fin, volver a colocar a Rusia como una potencia y que, además, los rusos se lo creyeran. Creo que ahí está la principal fortaleza. La Rusia de hoy en día no es un país capitalista tal como uno los conoce; sencillamente, tiene todavía muchos elementos de lo que fue (la Unión Soviética). Creo que todo esto constituye también fortalezas.
“Es importante recordar que este mismo ejército ruso (en combate contra el fascismo en Ucrania) es heredero de aquel que consiguió, primero, aguantar a la horda tártaro-mogola, a la cual le fue imposible expandirse más allá de Moravia y Bohemia, algo que sí logró en el siglo XIII, pero Rusia al final los derrota. Hablamos del mismo ejército que después, en 1812, derrotó a Napoleón; en el 45 acabó con los fascistas. Este es el ejército ruso, en una época soviético, en cuyas filas había tanto rusos como ucranianos. Por eso es que en la actualidad los combates son tan intensos, porque unos y otros son guerreros que llevan en su ADN esa vocación de lucha en defensa de su patria. Los ucranianos han sido manipulados y Rusia ha logrado reorganizar el país y ponerlo en función de enfrentar la amenaza que llega desde Ucrania, que es, repito, el fascismo de la OTAN, de los Estados Unidos”.
–¿Cuál cree que puede ser el papel de Rusia y de la comunidad euroasiática, específicamente la Unión Económica Euroasiática (UEE), de cara a los nuevos desafíos mundiales ante las múltiples crisis?

–La comunidad euroasiática –y en particular la UEE–, también la Organización de Cooperación de Shanghái (OSC) y, a mayor escala global, el grupo Brics (ampliado y con perspectivas de seguir haciéndolo), claro que van a jugar un papel fundamental en el ordenamiento del sistema-mundo. El desorden mundial del Occidente es insostenible y esto tiene que cambiar. En ello Rusia está muy comprometida. Las entidades mencionadas funcionan bajo los principios de lo que se conoce como el nuevo regionalismo, abierto. En él los países participan en igualdad de derechos, donde no se hacen cuestionamientos ni condicionamientos de ningún tipo y se respetan las diferencias. Entonces creo se trata de una oportunidad muy grande. Llamo la atención sobre algo: todos estos países euroasiáticos tienen una reserva de pasado histórico importantísima. Esas naciones antiquísimas han dejado una impronta; por ejemplo, la india; la persa, la rusa, tienen una experiencia civilizatoria de más de mil 200 años. En fin, estamos en presencia de un escenario muy prometedor y creo que desde ahí se van a poder gestionar una serie de problemas comunes a la humanidad. Baste señalar el cambio climático, las migraciones, los problemas étnicos y hasta el propio tema de los hidrocarburos. En ese último aspecto los países de las agrupaciones mencionadas abogan por emplear tecnologías limpias para la generación de electricidad y otra serie de cosas. Rusia encabeza todos estos movimientos”.
–Por último, profesor, nos gustaría le dijera a los lectores de Bohemia sus consideraciones sobre qué y cuánto puede aportar Cuba a Rusia y a la UEE
–Nuestro país tiene mucho que aportar en la Unión Económica Eurasiática, así como en todos los escenarios mencionados. Me explico: Cuba tiene un recurso que quizá no tiene casi nadie, que se conoce como “capital humano”; el nuestro se ha creado durante los 65 años de Revolución. También la URSS –fíjese que la menciono a ella no solo a Rusia– contribuyó a que este se desarrollara, se formara. Por otra parte, nosotros, del lado de acá del mundo, entendemos el know how, las características, la idiosincrasia, la psicología del ruso. Por eso creo que Cuba pudiera acompañar la apertura de Rusia hacia otros países del hemisferio. Cuba cuenta con productos exclusivos de su ingeniería genética, de su biotecnología. Tiene también una experticia enorme en temas del turismo de salud y en la atención médica. Por eso podemos aportar muchísimo, en lo que yo diría que es sumamente beneficioso para todos. De igual manera, podemos contribuir desde la propia significación de nuestro ejemplo. Cuba se destaca por una política de prestigio, coherente en la arena internacional. Nos guiamos por una política de principios. Por sobre todo tenemos una gran experiencia en la colaboración. Como ilustración pongo un caso emblemático de esa ayuda cubana contribuyente al bienestar de otros países: la participación de Cuba (en África) gracias a la cual se derrocó al apartheid. Puedo decir con orgullo que tuve el honor de participar en esa hazaña del pueblo.



















4 comentarios
Un punto de vista lúcido y bien fundamentado, a contracorriente del que pretende imponer la rusofobia. Excelente entrevista que se agradece.
Cayó la URSS pero la savia conducción del país mantuvo vínculo respetuoso
constructivo con la Rusia que hoy reconocemos, respetamos y admiramos manteniéndonos en el lado correcto de la historia.
Es una opinión mesurada pero sólida en tanto tiene un enfoque multilateral. La cultura rusa, aunque a algunos no les parezca, es cercana al cubano
Estoy 100% de acuerdo con el criterio del Profesor, Dr. Villar Barroso. Intuyo que, a Moscú, le ha permitido resistir las sanciones, ante todo, por su alta capacidad de “resiliencia histórica” – recuérdese la guerra civil prerrevolucionaria, los primeros años de la Revolución de 1917 contra la reacción burguesa internacional y los 900 días “terribles” en Leningrado. También la gran inteligencia y reservas de potencial económico del gigante asiático. No ha valido, la guerra “proxi” que ha librado occidente; encabezada por los EE. UU y UE: han suministrado a Ucrania más de 260 mil millones de dólares, con el apoyo a Kiev de la legión de más de 52 países, en su empeño por cancelar a la Federación de Rusia. La CEEA; formada por 4 países y un observador (Cuba); es una “gota”, dentro de lo que representa el BRIC + , dentro del futuro multipolar del mundo y la desdolarización económica que ya es una realidad.