El reciente Festival Provincial de Radio 2024 en La Habana propuso reflexionar acerca del alcance y desafíos de este medio en los nuevos escenarios de la comunicación
Cuando mencionan la palabra Festival, cualquiera pudiera imaginar un espectáculo, una fiesta, un pasatiempo. Sin embargo, en esta ocasión no fue así. Tuvo otros retos la realización, este mes de septiembre, del Festival Provincial de la Radio 2024 en el capitalino Pabellón Cuba, en el que intervinieron las emisoras Radio Ciudad de La Habana, Coco y Metropolitana.
Fue un convite a razonar, debatir, reflexionar acerca de la importancia, la categoría y calidad de las radiodifusoras, en función de acrecentar la comunicación permanente con los receptores y servir de mediadoras entre los que generan arte o informaciones, y el pueblo.
A ello sumemos ahora un valor agregado, y quizás más significativo, el hecho de transformar las estaciones, antes llamadas locales, en poderosas vías capaces de explicar a la capital, a la nación y al mundo la realidad vivida en barrios, comunidades, fábricas y escuelas, mediante páginas web, blogs y redes sociales en Internet. A esto, algunos llaman “la aldea global”.
Esa “aldea”, nunca antes fue tan grande, ni diversa.
Estamos lejos, muy distantes, de lograr que la verdad, los contextos reales demandados por los oyentes, sean el discurso, el mensaje permanente y diáfano emitido por las emisoras cubanas, pese a los esfuerzos que se hacen en ese sentido.
El pueblo siempre estará mucho más identificado con la palabra y comprenderá los argumentos de la vida social, económica y política cuando seamos capaces de explicar día a día, programa tras programa, por qué hay dificultades con el arribo a las bodegas de la canasta básica normada o hay gasolina en los servicentros, pero se ausenta el diésel, o cuáles son las causas de la inexistencia de medicamentos en las farmacias, aunque ese renglón vital pulule a altísimos precios en las reventas clandestinas en las calles.
Si hablamos de la falta de agua, de fluido eléctrico, de la inflación, es importante ser claros, precisos, justos, transparentes. Jamás podemos limitarnos solamente a informar acerca del esfuerzo realizado para superar esos escollos, sino cómo y –principalmente– cuándo y de qué manera van a resolverse de una vez y por todas. Ese rol corresponde a los medios de prensa. Este es el papel de la Radio, debatido en el Festival Provincial de la capital. ¿Lo hacemos bien o lo hacemos mal?, ahí reposa la interrogante.
Cabría preguntarse: ¿son hoy los medios de comunicación reflejo de la vida cotidiana?, ¿hay un discurso para la Radio, Televisión, periódicos, revistas y otro –a veces casi contrapuesto– es la realidad?, ¿los oyentes quieren escuchar la orden del día de reuniones o recorridos de autoridades, o esperan el resultado de esos encuentros y visitas?
Aún nos falta aprender a hacer radio, a poner los escasos recursos disponibles en función del saber hacer. Recordemos aquella frase de José Martí: “La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante, es proposición, estudio, examen y consejo”.
¿Estamos cumpliendo con esa convocatoria?, ¿repensamos la noticia, la crónica, el reportaje, con el fin de concebir un mensaje terminado, didáctico, interesante, atrayente?, ¿contrastamos fuentes, o únicamente nos limitamos a trasladar un mensaje de “arriba hacia abajo”?
¿Los protagonistas de los medios son el obrero, la maestra, el anciano alfabetizador, el médico y el joven que queremos formar, o son otros asuntos los abordados en titulares?
Es imposible cerrar el debate, la confrontación, el cotejo de ideas y búsqueda de iniciativas, mientras tengamos el reto de ser los primeros en decir la noticia y hacerlo de forma acertada, didáctica, atractiva.
El fallecido periodista, profesor, decano y presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), durante años, Julio García Luis, dijo en Cienfuegos durante el VI Encuentro Nacional de la Crónica Miguel Ángel de la Torre, en noviembre 2011: “El discurso no es solo lo que dice un emisor, es también lo que tiene en su mente –y pone– el receptor, y es… el entorno y todas sus influencias sobre el acto de comunicación”.
Más adelante señaló: “El discurso es el portador natural de la ideología, en tanto sistema de valores, creencias, actitudes y conocimientos, por medio de los cuales comprendemos el mundo, determinamos nuestro lugar en él y las vías de actuación para mantenerlo o transformarlo”.
El Festival Provincial de la Radio en La Habana, a partir de tertulias, debates y conferencias, examinó, indagó y lanzó la interrogante de si cumplimos con el rol social, político y económico asignado a los medios.
Además, estimuló a quienes lo hacen mejor, cuyas obras fueron enviadas al jurado del Festival Nacional, el cual tendrá lugar este año en Artemisa.
Talleres para provocar el pensamiento
“El podcast es hablarle al cerebro», sentenció el periodista Abel Rosales Guinarte, de la emisora Radio Habana Cuba, al dirigir un panel en el encuentro realizado en el Pabellón Cuba. Abel ha recorrido el mundo y con total modestia expone experiencias vividas en China como realizador o maestro.
El intercambio enfocó maneras de concebir informaciones, entrevistas, comentarios, reportajes, crónicas y otros géneros, de formas didáctica, interesante, instructiva, con atractivos audios y lenguaje visual.
La importancia de pensar, investigar y preparar bien los contenidos fue señalada por otro de los ponentes, Alberto Cordoví Benítez, director de Radio Metropolitana, quien se refirió, asimismo, a los pocos recursos imprescindibles para lograr obras completas, siempre y cuando existan voluntad, inteligencia e intencionalidad.
Las formas de concebir una realización capaz de romper con los mensajes hegemónicos de las grandes transnacionales y las potencialidades aún sin explotar, fueron asuntos tratados en el intercambio entre profesionales de la prensa, realizadores, directores y especialistas.
El Festival fue auspiciado por del Instituto de Información y Comunicación Social, su Dirección Provincial, el gobierno y la UPEC en el territorio, organización esta última, que con sus peculios aportó estímulos materiales y en metálico a los ganadores en diferentes espacios y géneros.
Otros tópicos tratados fueron la trascendencia, historia y presente de la música en el medio radial, y cómo promover el arte autóctono y lograr vínculos más estrechos con los creadores.
Uno de los panelistas opinó: “En Cuba sucede todo lo contrario al resto del mundo, aquí estamos obligados casi a caerles atrás, insistirle a los intérpretes, para lograr llevarlos ante los micrófonos”.
A Milagros Cherta Fernández, especialista de Programación de la DPR, debe mucho este certamen realizado en La Habana. Con más de tres décadas dedicadas a la magia exquisita de esa rama, ella explicó cómo los diálogos entre expertos, técnicos y virtuosos contribuyen a mejorar la calidad de las creaciones, en pos de un producto final más completo, didáctico y atractivo.
El Festival recién finalizado trazó estrategias en función de desarrollar procesos de comunicación, reelaborar conceptos y acrecentar acciones con el fin de saber llevar a la audiencia los valores del arte, el discurso periodístico, los dramatizados y otros recursos propios del medio.
Queda la expectativa de poder lograrlo.