Es una esencia del espacio de debate Moviendo los Caracoles, que convoca la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Uneac; implica a todos los miembros de la vanguardia artística e intelectual con amplia trascendencia en la sociedad cubana
¿Por qué seducen la trama y los personajes de la serie turca Secretos de familia? ¿Cómo entender la riquezas conceptuales y estéticas de las músicas creadas por Magda Rosa Galbán y Juan Antonio Leyva para filmes y ficciones audiovisuales en Cuba y otros países? ¿Existen nuevos lenguajes en el arte radiofónico? ¿Qué propuestas novedosas incorpora la documentalística de jóvenes y consagrados realizadores?
Estas, entre otras interrogantes, han centrado las rutas críticas al mover las ideas en el espacio de debate Moviendo los Caracoles que convoca la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ese dialogar sistemático y reflexivo compete a todos los miembros de la organización; pues trasciende a la sociedad en Cuba.
Ciertamente, no existen verdades absolutas. El arte en ninguna manifestación es un tratado de sociología o psicológica; existe consenso en el reclamo de quienes crean y dirigen: necesitamos conocer en profundidad estructuras, géneros dramáticos, pensar los informativos desde la comunicación y la estética. ¿Cómo lograrlo? Mediante estudios, investigativos, talento y magisterio. Ninguno de estos requerimientos se improvisa ni se adquiere por ósmosis. Hay que saber, conocer técnicas y fundamentaciones teóricas implícitas en los procesos creativos, ningún resultado se concreta de la noche a la mañana.
En tal sentido llamó al mejor desenvolvimiento y prestigio social de la locución la máster Idania Martínez Grandales, profesora titular del Centro de Estudios de la Radio y la Televisión y de otros centros académicos. Esclareció especificidades de la profesión en una sesión del espacio Moviendo los Caracoles. “La locución es el arte de la palabra. Un profesional de la palabra es un creador, un artista. Tiene que dominar el arte del bien decir y ahí está, precisamente, su creatividad. Lógicamente, para decir bien hay que sentir lo que se expresa”.
No temamos a la didáctica en los intercambios de saberes y pensamientos. Estos son fundamentales para contar historias de vida; conocernos y reconocernos. Alertar sobre las invasiones de la colonización, la violencia, la vulgaridad. Defender el orgullo de ser cubano, así lo requiere el pueblo.
Insistamos en los peligros que acechan y afectan a la sociedad. Las redes potencian insólitamente prestaciones múltiples de la imagen. Igual en diferentes contextos, museos, exposiciones, pantallas, televisoras, filmes, espacios privados y urbanos vivimos mundos hipervisuales. Poco reflexionamos sobre el ejercicio irrepetible del acto de ver y comprender diversidades discursivas; en ocasiones, apenas se aprecian las riquezas los ámbitos de relaciones sociales asociados a las luchas simbólicas y al conocimiento o la ignorancia del otro ser humano.
¿Quiénes no añoran sentirse cautivados por novedosos espectáculos cinematográficos, audiovisuales y radiales, donde los procedimientos narrativos y de puestas en pantalla involucran a todas las especialidades? Necesitamos que nuestros medios de comunicación sean cultos y entretenidos, y favorezcan actitudes críticas en los públicos. Pensemos, en algunas revistas y noticieros suelen obviarse las construcciones de sentidos en planos sugerentes, atractivos. Por estas deficiencias, al darle prioridad a la toma general del espacio no parlante, suelen perderse expresividades de protagonistas e imágenes. Todo incide en el resultado artístico. Por ejemplo, el montaje cumple funciones de construcción de significados y en él la metáfora, el símbolo, los mensajes, dicen qué quiero decir, cómo lo quiero decir y para quién lo quiero decir.
El pensamiento crítico debe valorar la dimensión filosófica y conceptual del arte en beneficio del comprender el sentido cultural de cada obra, en ella tienen importancia vital las investigaciones realizadas por los creadores al desentrañar conflictos y circunstancias cuando cuentan el relato.

Urge considerar la génesis de la idea hasta su concreción en una historia de connotación artística. Ciertamente, las inspiraciones y la improvisación surgidas durante el acto creativo incluyen el oficio y el dominio del tema a tratar. También son esclarecedoras las intuiciones sorprendentes difíciles de explicar.
Para el primer actor Patricio Wood: “nada supera el estudio. Aprehender las teorías para llevarlas a la práctica”. Lo manifestó en una sesión de Moviendo los Caracoles, en el que recordó el legado del maestro Chucho Cabrera, quien fuera el primer decano de la Facultad Arte de los Medios Audiovisuales en el Instituto Superior de Arte.
En las jerarquías y las dinámicas de poder influyen decisores y ejecutantes creativos. ¿Para qué sirve el espacio de debate Moviendo los Caracoles? Sus participantes y protagonistas motivan diálogos, aportan saberes, experiencias y estudios sistemáticos. El deber ser se concreta en la práctica cuestionadora socialmente. Es esencial para seguir haciendo arte desde el pensar y el mejoramiento del ser humano en Cuba libre y solidaria.