Este 17 de agosto de 2024 en el mundo se celebró la Jornada de Solidaridad con la Revolución Bolivariana y contra el Fascismo. Cuba se suma
“La paz, la paz, la paz… No buscamos la paz de los cementerios, como decía Kant con ironía, sino una paz asentada en el más celoso respeto al derecho internacional.” Parecen palabras dictadas para el ahora, pero fueron escritas por el presidente venezolano Hugo Chávez en el 2011, en carta a la Asamblea General de la ONU, como denuncia por el abismo que se cernía sobre el mundo de continuar las guerras imperialistas.
En gesto solidario, clamaba por la seguridad de otros pueblos. Hoy, el suyo necesita de igual respaldo, de cara a la derecha global que intenta escamotear la victoria de las recientes elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que fue reelegido Nicolás Maduro, candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), con el 51.95 por ciento de los votos.
Tiro por la culata
La jugada de la oposición de extrema derecha “estaba cantada”: mucho antes de registrarse los resultados, inventó acusaciones de usurpación de su triunfo, a pesar de que la nación sudamericana posee un sistema electoral de solidez confirmada. En el 2015, el exmandatario de los Estados Unidos Jimmy Carter dijo: “Tomando en cuenta las 92 elecciones que hemos monitoreado, yo diría que el proceso electoral en Venezuela es el mejor en el mundo”.
En una estrategia de socavamiento, María Corina Machado (inhabilitada debido a sus actos contra el Estado) y su “delfín” político por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia –en desacato– instaron a sus seguidores, y a sus aliados internacionales, a desconocer los resultados, empeñados en reeditar las acciones vandálicas llamadas “guarimbas” para crear un caos propiciatorio de hasta una intervención militar yanqui.
Paralelamente, apelaron a la difamación mediática y a los comandos cibernéticos para crear terror psicológico en la población y entorpecer las labores de 25 instituciones estatales, entre ellas el Consejo Nacional Electoral (CNE), que debió retrasar la publicación de los resultados oficiales por un hackeo masivo a su sistema de datos. Creyeron que con su “tormenta perfecta” iban a desmoronar al chavismo. Nada más lejos de la realidad.
Un sagaz e inteligente Maduro presentó el 31 de julio un recurso contencioso ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con el objetivo de aclarar cualquier duda sobre los comicios y así neutralizar las denuncias fabricadas, asunto todavía en curso. Un día antes, en respuesta a la ejecución de un dispositivo de violencia criminal, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, convocó al pueblo triunfante a celebrar, a preservar la concordia y a enfrentar la ola de desestabilización. Y entonces llegó este 17 de agosto, cuando de nuevo Maduro sorprende en su apuesta por la paz y la unidad como condiciones irreversibles de la Revolución Bolivariana, a sabiendas de que Venezuela es pieza clave de la geopolítica mundial. (1)
Desde Cuba solidaria
Esa misma jornada, en la sede de la embajada de Caracas en La Habana, se dio cita parte de la sociedad civil cubana; Abel Prieto, Presidente de Casa de las Américas; Graciela Ramírez, coordinadora del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad de los Pueblos; diplomáticos; representantes de varias instituciones gubernamentales; integrantes de movimientos de solidaridad y la prensa nacional y extranjera acreditada. Su anfitrión, el embajador Orlando Maneiro Gaspar, expresó que juntos somos ese vasto caudal de apoyo a su Revolución y a las causas justas, con Palestina a la vanguardia. Indicó que su país promueve “un movimiento contra el fascismo, que no solo es por la defensa de la integridad venezolana; es también contra todas sus expresiones en el mundo”.
Tras relatar lo sucedido desde finales de julio, el funcionario calificó la violencia de la extrema derecha venezolana, mimada por los Estados Unidos, como fascista. Le presentó al auditorio datos irrebatibles: 25 fallecidos y 192 personas heridas; fueron atacados o vandalizados siete escuelas de educación inicial, 34 liceos, 12 universidades, diez sedes del PSUV, el metro de Caracas, alcaldías, la sede del ministerio de la Vida y Vivienda, e inmuebles y vehículos para servicios de salud, entre otras instalaciones,. “Y eso es fascismo, no tiene otro nombre. Atentar contra la vida de otra persona bajo la bandera de una protesta es fascismo y es terrorismo”, puntualizó.
Recalcó que cualquiera con buena voluntad puede comprobar que en su nación se quiere vivir en tranquilidad, para alcanzar mayor crecimiento económico y sostener los innegables logros del proceso político social, conquistas de Chávez y de Maduro, fervientes defensores de la paz. “No permitiremos que las ambiciones de un sector radical de la derecha nos vengan a quitar esas perspectivas”, ratificó el embajador. Recordó que en Venezuela, desde abril de este año, existe el anteproyecto de Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares, con el fin de otorgar al Estado herramientas para combatir el ciberfascismo y otras manifestaciones de esa calaña. De igual modo, el gobierno venezolano se atribuye la potestad, como ente soberano, de regular las redes sociales en aras de proteger la estabilidad de las instituciones estatales y la de los ciudadanos. Maneiro Gaspar llamó a agruparnos en un frente común.
Monroísmo vs independentismo
Abel Prieto equiparó el ataque de la derecha global contra la nación sudamericana con la arremetida fascista sufrida por la Republica Española. Evocó el discurso del intelectual y comunista cubano Juan Marinello, pronunciado en 1937, durante el II Congreso de Escritores Antifascistas: “No es posible combatir al fascismo sin atacar a su hermano gemelo, el imperialismo”. En esta oportunidad, el orador señaló: “Contra Venezuela, esos dos hermanos satánicos, el fascismo y el imperialismo, están actuando con todo el poder de las nuevas tecnologías”.
Mencionó que en conferencia de prensa el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, había denunciado maniobras de la extrema derecha para invalidar el proceso eleccionario y sus resultados, pues en realidad no les interesan las elecciones. Sueñan con derrocar a Maduro y lo que él significa. Abel Prieto reflexionó acerca de que en Venezuela hay una pugna entre la Doctrina Monroe, resumida en la frase “América para los americanos”, y la batalla de Ayacucho, último gran combate de las guerras independentistas hispanoamericanas en América del Sur.
De modo que esta comentarista vuelve una vez más al pensamiento esclarecido de Chávez, quien en los años 2011 y 2013, en sus discursos a la I y II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), respectivamente, envió mensajes a su gente, a los cubanos revolucionarios, a los pueblos dignos de nuestra región y a los del planeta entero. En la primera reunión manifestó: “(…) Vacilar sería perdernos. Avancemos sin vacilación, que éste es el camino. La unidad, la unidad, la unidad. Solo la unidad nos hará libres e independientes”. En el segundo vio muy lejos: “(…) estoy seguro que hay “descarriladores” de oficio que se la pasan todos los días pensando y actuando a ver cómo se arma una guerra entre nosotros, no habrá guerra ni más conflictos, sino hermandad, paz, integración, unión (…)”. (2)
Es este tiempo de honrarlo. Hacer de la paz y la unidad bastiones irreversibles, lo mismo en Venezuela que entre las naciones amigas para rabia de enemigos comunes, siempre subordinados a los intereses de poderosas corporaciones y, sin duda, de los Estados Unidos.
Un comentario
Aquí se confirma que, como no se puede mantener engañado a todo el mundo todo el tiempo, la verdad se abre paso. La mayoría del pueblo venezolano que acudió a las urnas el pasado 28 de julio refrendó la opción bolivariana y chavista con la reelección de Maduro. Aplauso al embajador de Caracas en La Habana y a esta agradable cobertura de Bohemia a una Jornada de dignidad.👏